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Por Miguel Ángel Martín, Columnista de Sixers.com

Los Sixers han terminado una larga serie de juegos lejos de casa, con un balance de cuatro derrotas y dos victorias, ante Denver y Sacramento, que le han alejado de la cabeza de la clasificación de la conferencia Este. Pero terminado con la gira por el Oeste, los Sixers regresan a casa y con ello, los Sixers toman una bocanada de aire fresco.

A pesar de la ausencia de Joel Embiid, por culpa del protocolo covid, los Sixers siempre han encontrado buenos resultados jugando en el Sur de Philadelphia. Siempre ha sido un fortín y ahora se necesitan, para enderezar un poco el rumbo, todavía con la ausencia del center africano y estrella del equipo.

El primer rival será Minnesota, que llega con buenas sensaciones y resultados positivos, que le sitúan de momento, en puestos de postemporada, para luego recibir a Orlando, en un doble enfrentamiento, en el que se podrían lograr dos victorias importantes.

Especialmente interesante resulta el rival de Minnesota, que viene de enlazar cinco triunfos consecutivos y será un rival muy duro de derrotar. Mucha atención a jugadores como Karl-Anthony Towns, que viene de anotar 25 puntos ante los Spurs, y 28 puntos ante los Pelicans a D’Agelo Russel, que viene de anotar 28 puntos ante los Grizzlies, pero el que más atracción genera es el que fuese número uno del draft de 2020, Anthony Edwards.

Ha enlazado actuaciones brillantes, con jugadas de auténtico poster, como cuando machacó la canasta ante los Heat (a pesar de valer la jugada), elevándose verticalmente de modo espectacular. Además, fue el máximo anotador del equipo ante los Kings (26 puntos) y ante los Heat (33 puntos).

En definitiva, serán importantes estos juegos, pero sobre todo, porque tras esos dos juegos en casa, vendrá otra gira más, esta vez por el Este, donde se verán las caras con los Celtics en Boston, con los Hawks en Atlanta y con los Hornets, en un doble enfrentamiento en Charlotte, justo antes de volver a jugar en casa de nuevo (ante los Jazz).

Fundamental será mantener los buenos números de Tyrese Maxey en los últimos encuentros, destacando los 24 puntos anotados ante los Kings, Andre Drummond, destacando en Sacramento con 23 rebotes y en San Francisco con 12 rebotes, así como los números de Seth Curry, con 24 puntos ante los Warriors y ante su hermano, líder del equipo de la Bahía.

En definitiva estamos cerca de terminar el mes de noviembre y con ello el segundo mes de competición. A pesar de las ausencias en el quinteto titular, los Sixers han mantenido el tipo y mostrado buenas formas, sin dar excesiva importancia a los resultados, teniendo en cuenta lo mucho que queda de temporada regular y teniendo en cuenta que lo más importante es llegar en plena forma, en el momento adecuado de la temporada, que es en el mes de Abril.

Mientras tanto toca disfrutar de los Sixers en casa, otra vez.

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Los Sixers y El Bálsamo de Jugar en Casa

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Los Philadelphia 76ers están de enhorabuena esta semana. En primer lugar, Joel Embiid y la organización han extendido su contrato, con lo que el center de los Sixers, seguirá siendo el buque insignia de Philadelphia en busca de un anillo para el equipo y la ciudad.

Ya son unos cuantos años, en los que el center africano no solo es el referente del equipo, sino uno de los grandes atractivos de la NBA. La búsqueda del anillo para los Sixers, quedó reflejada desde el primer momento en el que pisó una cancha de la NBA.

El anillo toda.vía no ha llegado, pero el camino está fijado y el primer paso para consolidar el proyecto ganador que se está construyendo en Philadelphia, es mantener a nuestro mayor activo y seguir construyendo alrededor suyo, para que más temprano que tarde, logremos festejar un campeonato.

Joel Embiid es un jugador con potencial para guiar al equipo al anillo, y a un MVP…, varios si me apuras, ya que además de ser un serio candidato a alcanzar el MVP de la temporada, también podría acabar con algún MVP de un Juego de las Estrellas, y lo más importante, con al algún que otro galardón de mejor jugador de unas Finales de la NBA.

Algo que sería una muy buena señal, ya que bien podría significar que Embiid y nuestros amados Sixers habrían podido alcanzar el ansiado anillo de campeón de la NBA, algo esquivo para Philadelphia, desde hace casi cuatro décadas.

Con su tremendo potencial ofensivo y defensivo, unido a un salud que siempre se le desea a todos los jugadores, podríamos estar delante de un jugador de época que sea recordado como uno de los mejores de la historia.

Este es el gran activo que tiene entre manos los Sixers y la posibilidad de real de luchar por el anillo, con un proyecto construido a su alrededor. Es por ello, que tras la forma de la extensión de su contrato, los Sixers y la ciudad de Philadelphia, pueden estar de enhorabuena.

La otra gran noticia para los Sixers esta semana, ha llegado de la mano de la Liga de Verano de Las Vegas y de Paul Reed. El joven jugador de los Sixers, a sido uno de los mejores del equipo y de toda la competición, logrando terminar su estancia en Las Vegas, siendo nombrado como uno de los integrantes del segundo equipo del torneo (Second Team NBA All-Summer League)

Paul Reed ha terminado la competición, disputando cinco encuentros, en los que ha promediado 29.3 minutos por encuentro, anotando una media de 17.4 puntos por encuentro y primero de acierto en tiros de campo por encima del cincuenta por ciento (55.6 por ciento de acierto). Grandes números a los que ha añadido un promedio de 12 rebotes por encuentro y algo más de dos asistencias de promedio por juego.

Una gran noticia para el joven jugador de los Sixers, que el año pasado no tuvo la oportunidad de poder demostrar su valía en la Liga de Verano de Las Vegas, tras su cancelación por culpa de la pandemia.

Esto será un gran espaldarazo para Reed, de cara a la temporada que está por comenzar, y cuyo objetivo será el tener el mayor impacto posible en el equipo y poder adquirir un rol más determinante dentro del roster de los Sixers.

Sin duda es una gran noticia para los Sixers, que buscan un mayor impacto dentro del equipo, en la segunda línea, como vía de reforzar el equipo, en su gran objetivo que no es otro que la búsqueda de un campeonato para la ciudad.

Los cimientos para un gran éxito para Philly, se están colocando y esta semana, ha sido un paso más en la dirección correcta.

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Buenas Noticias para los Sixers de Embiid y Reed

Matisse Thybulle disputará con Australia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, haciendo de este modo que los Sixers tengan representación en la cita olímpica, cuya competición de baloncesto está a punto de comenzar.

El joven jugador de los Sixers, que es uno de los jugadores más queridos de la fanaticada de Philadelphia y que ha sido uno de los jugadores más importantes en la temporada que acaba de terminar, ahora buscará el sueño olímpico con su país. El reto es mayúsculo, ya que Australia se enfrenta a la oportunidad de lograr por primera vez en su historia una medalla olímpica. Un sueño que persigue la joven estrella de los Sixers.

Con una media de 20 minutos por partido, en la temporada regular, su presencia en el sistema de juego de Doc Rivers se caracterizó por una presencia destacada en defensa, evolucionando su juego en un rol más destacado de la temporada anterior, respecto de la campaña 2020-2021.

Ahora con Australia, pretende también seguir creciendo y brindar defensa y rapidez en la transición de juego, para poder ayudar al equipo a lograr la presea olímpica, que sería la primera en la historia de los Boomers.

De hecho, en el ranking de la FIBA, Australia se planta en los Juegos Olímpicos, como la selección masculina con más opciones de estar luchando por la medalla de oro, de cuantas selecciones que lucharán en la cita olímpica masculina de baloncesto.

Los chicos australianos, tratarán de emular a sus compañeras olímpicas, que se saben lo que es lograr medallas olímpicas en el torneo femenino de baloncesto  (tres medallas de plata en los JJ.OO de 2000, 2004 y 2008, y dos medallas de bronce en 1996 y 2012).

El primer escollo de Thybulle y los Boomers será frente al conjunto nigeriano, que ya ganó en Las Vegas a USA, por lo que no será un compromiso fácil para el equipo austral, que querrá comenzar con buen pie la cita olímpica. Eso será el próximo domingo 25 de Julio, en el Saitama Super Arena.

Después le llegará el turno al duelo frente a Italia. El miércoles 28 de Julio, el conjunto transalpino tratará de lograr la victoria ante Australia para intentar pasar a cuartos. El grupo de Australia terminará el sábado 31 de Julio ante Alemania.

Un grupo que a priori le debería de dar la primera plaza a los Boomers, y a partir de ahí habrá que esperar los cruces y esperar a ver quien le puede tocar en el camino hacia las medallas.

USA (actual campeona olímpica), España (actual campeona del mundo), Argentina, Francia… muchos serán los rivales con los que tendrá que lidiar Matisse Thybulle, en busca de su sueño olímpico.

Un gran reto antes de volver a Philadelphia para también lograr el otro gran reto que quiere lograr en su carrera… el anillo de campeón de la NBA con los Sixers. Pero ahora, toca Australia y el sueño olímpico.

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Thybulle en Busca del Sueño Olímpico

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Emoción hasta el último momento. Eso es lo que habrá en la serie que enfrenta a Philadelphia y Atlanta, por un puesto  en la final de conferencia. El séptimo juego ya está servido, después de que los Sixers sobreviviesen al sexto juego, disputado en el State Farm Arena de Atlanta y lograse la victoria por 104-99.

Después de la decepción sufrida por los Sixers en el quinto juego de la serie, ahora el equipo supo rehacerse y superar a los Hawks en un juego a vida o muerte, que ha tenido como resultado, darle a Philadelphia una vida extra.

Una gran emoción se vivirá en el Sur de Philadelphia, el próximo domingo. Algo similar a lo que se vive en la otra serie del Este, en donde Brooklyn y Milwaukee también se han dado cita para un séptimo juego, para ver quién será el rival de Sixers o Hawks, en la gran final del Este.

Este sexto juego, poco tuvo que ver con los otros dos juegos anteriores, donde los Sixers tuvieron un cómodo colchón, que Atlanta supo cómo superar para terminar alzándose con la victoria. En este sexto juego, todo fue mucho más equilibrado, con ventajas que apenas si superaron la decena de puntos, en uno u otro bando y que finalmente terminó dando el triunfo a Philadelphia, que era quien más necesitaba el triunfo para seguir con vida en estos playoffs.

Trae Young volvió a comandar a los Hawks, con otra magistral actuación de 34 puntos, y un más que impresionante 13-30 en tiros de campo (5-10 en triples), a los que añadió 5 rebotes y 12 asistencias, para sostener las opciones de triunfo de Atlanta.

Pero ninguno de sus compañeros pudo alcanzar la barrera de la veintena de puntos anotados, y la labor de Young no fue suficiente para superar a unos Sixers que vieron como tres jugadores fueron sus pilares ofensivos y claros artífices del triunfo de Philadelphia.

Tobias Harris terminó como el máximo anotador de los Sixers, con 24 puntos y un 9-20 en tiros de campo, a los que sumó 5 rebotes y 2 asistencias, para contribuir a la victoria al final del encuentro.

Pero el honor de ser el máximo anotador de los Sixers, lo compartió con Seth Curry, que también acabó el encuentro con la misma puntuación. Sus 242 puntos vinieron de un 9-14 en tiros de campo (6-9 en triples).

Muy cerca se quedó en anotación Joel Embiid, que estuvo en pista 38 minutos para también ser sostén del equipo, en este dramático juego. Sus 22 puntos en un 9-24 en tiros de campo, sumado a los 13 rebotes que logró capturar, fueron claves para la victoria de los Sixers.

Como también fueron calves los 16 puntos que terminó anotando Tyrese Maxey, que se convirtió en el mejor jugador de la banca de Doc Rivers, al anotar 16 puntos en 29 minutos de juego y un 5-12 en tiros de campo (a los que añadió 7 rebotes).

De este modo, los Sixers volverán a vivir la emoción de un séptimo y definitivo juego, dos años después de haberse jugado el ser o no ser en la serie frente a los Raptors en 2019. En aquella ocasión, el escenario fue la ciudad canadiense de Toronto, mientras que ahora los Sixers se la jugarán en casa, en el Sur de Philadelphia, frente a nuestros fans.

El objetivo es la victoria y cortar la sequía de 20 años para los Sixers, sin visitar unas finales de conferencia. Ya en 2001, los Sixers tuvieron que superar un séptimo y definitivo juego en casa para superar las semifinales de conferencia (ante los Raptos de Vince Carter), para luego hacer lo mismo frente a los Bucks de Milwaukke y llegar a las Finales de la NBA.

Ahora los Sixers tienen una oportunidad de oro para seguir soñando con las Finales de la NBA de esta temporada y seguir luchando por el anillo de campeón de la NBA.

Para seguir jugando, hay que ganar. Para seguir soñando, solo queda ganar.

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Sixers y Hawks se Citan Para el Séptimo Juego

Es difícil escribir cuando tu equipo pierde de la manera en que lo han hecho los Sixers en los dos últimos juegos ante los Atlanta Hawks. Es difícil, no solo por el aspecto anímico, sino también porque es difícil de explicar por qué se han perdido de la manera en que se ha hecho.

Bien podríamos estar hablando de cómo los Sixers habían logrado sentenciar la serie ante Atlanta, sin embargo hablamos de cómo están de complicadas las cosas ahora para Philadelphia, para pasar a unas finales de conferencia… veinte años después.

Ya fue duro ver a los Sixers perder una ventaja de 18 puntos para terminar cayendo ante los Hawks en su casa. Pasamos de soñar con tener un contundente 3-1 a favor, a ver como la serie quedaba empatada a dos victorias para cada equipo.

Con ese triunfo de Atlanta, ciertamente la presión estaba en el lado de los Sixers. No era lo mismo un triunfo para Philadelphia que para Atlanta en el quinto encuentro, ya que perder para Philadelphia era quedar contra las cuerdas, mientras que perder para Atlanta, era pensar que ganando en casa se podría forzar el séptimo partido de la serie.

Es por eso que la presión estaba sobre el bando de los Sixers, y ahora estamos contra las cuerdas. Más aún del modo en que se perdió el juego.

Si fue malo perder 18 puntos en el cuarto juego (lo que nos privó poner la tercera victoria en nuestro casillero), peor ha sido perder una ventaja de 26 puntos en el quinto juego, para quedar en la obligación de ganar en Atlanta y de nuevo en casa, para poder eliminar a los Hawks.

Y es que no solo eran 26 puntos la ventaja de la que dispuso Philadelphia en el encuentro, sino que además eran 18 puntos de ventaja la que se tenía cuando concluía el tercer periodo. Una ventaja que jamás debió de desaparecer… y desapareció.

Anotar en los últimos doce minutos menos de veinte puntos, es algo malo (pero cuando tienes una ventaja y juegas mirando al crono, puede tener hasta cierta lógica), pero ceder 40 puntos a los Hawks fue sencillamente horrible y la sentencia del juego para Atlanta.

Pero esta serie no ha terminado, es al mejor de 7. Ya lo comenté cuando caímos en el primer juego de la serie. Dije que esto sería largo y complicado, porque Atlanta es un buen equipo, y ahora hay que volver a decirlo, porque no ha terminado la serie y hay que seguir manteniendo la Fe.

Ya se ganó en Atlanta una vez y a punto estuvimos de lograrlo dos veces, por lo que ni mucho menos es misión imposible. Por otro lado, el haber perdido dos ventajas holgadas, puede ser un lección a aprender, para confirmar que no nos podemos fiar en ningún momento, porque grandes montañas han sabido escalar los jugadores de los Hawks.

No hay que fiarse en ningún momento, hay que tener Fe, porque la serie no ha terminado y ya sabemos lo que es ganar en Atlanta, así que las espadas siguen en todo lo alto.

Y la primera batalla a ganar empieza por uno mismo. No olvidar lo sucedido, pero saber recomponerse y demostrar fortaleza mental y química de equipo es clave para seguir avanzando en la postemporada. Si lo logramos hay opciones, por lo que el rival es duro, tanto en la cancha (cuando pensamos en Hawks), como dentro de nosotros (cuando pensamos en el estado anímico y la fortaleza de equipo).

Sin duda, el sexto juego será muy interesante. El objetivo es ganar y volver al Sur de Philadelphia, para que el último recuerdo de los fans en casa (esta temporada), no sea esa dolorosa derrota ante Atlanta, sino que todavía podemos disfrutar de bastante más temporada 2020-21 en el Sur de Philly.

Para seguir jugando, hay que ganar… solo queda ganar.

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Los Hawks Ponen a los Sixers Contra las Cuerdas

Ryan Disdier

Los Sixers lograron vencer de manera contundente a los Hawks en el State Farm Arena de Atlanta (127-111), logrando de este modo recuperar la ventaja de campo, que se perdió al caer en el primer juego de la serie, disputado en el Sur de Philadelphia.

Un gran resultado, un poco empañado por la lesión de Danny Green, y viendo como en determinados momentos de la segunda mitad, Joel Embiid se tocaba la rodilla, viendo si se resentía el dolor en ella, o solo era fruto de algún lance del juego.

Con un pabellón entregado a sus colores, lo cierto es que los Sixers no dieron opción alguna a los locales, que se vieron superados en todo momento por Philadelphia. Gran labor de equipo, que ya vencía a Atlanta por 28-20 tras el primer periodo (en donde vimos la lesión de Danny Green, que se retiraba a vestuarios). Una ventaja que apenas se redujo al descanso, con un parcial de 33-36 favorable a los Hawks en el segundo periodo.

Pero fue ya en la segunda mitad cuando se produjo el punto de inflexión en el juego, y la ruptura del partido. Justamente cuando el resultado en el marcador reflejaba un 65-60 favorable a Philly (10:35 para el final del tercer periodo). Fue en esos primeros instantes después del descanso cuando los Sixers metieron la directa y colocaron la ventaja en veinte puntos, con tan solo un minuto por disputar del primer periodo (93-73).

A partir de ahí, un puro trámite en donde los Sixers y Hawks ya empezaron a pensar en el siguiente compromiso de la serie (próximo día 14 de junio), y con la ilusión puesta en que los chicos de Doc Rivers logren asestar el golpe definitivo a los Hawks, para regresar a unas finales de conferencia, veinte años después.

Joel Embiid volvió a ser el mejor del equipo, dejándose las grandes imágenes del encuentro, como alley-oop prodigioso, junto con Ben Simmons, que el camerunés culminó con una volcada asombrosa. Otros mates sensacionales y sus manos tocándose la rodilla, para probarse, también fueron imágenes que quedan para el recuerdo de este tercer juego de la serie.

Acabó con 34 minutos acumulados en pista, que aprovechó para anotar 27 puntos, con un 7-14 en tiros de campo, además de un 12-16 en tiros libres, a los que sumó 9 rebotes y 8 asistencias, quedándose a las puertas de un sensacional triple-doble, que sobre todo culminó con la victoria del equipo.

Tobias Harris secundó bien la ofensiva de nuestro center, con 22 puntos y un 10-16 en tiros de campo en 38 minutos en pista, sumando 8 rebotes y 5 asistencias. Buenos números, como también fueron buenos los números de Ben Simmons que sumó 18 puntos (7-11 en tiros de campo) y 4-8 en tiros libres, sumando 4 rebotes y 7 asistencias.

Ante la ausencia de Danny Green por lesión (apenas si puedo estar 4 minutos en pista), Seth Curry suplió su ausencia con 12 puntos y un 5-10 en tiros de campo, a los que se sumaton los 7 puntos de Matisse Thybulle (3-4 en tiros de campo), siendo el australiano el encargado de sustituirle cuando se tuvo que retirar Green.

Pero los mejores de la banca de los Sixers fueron una vez más Furkan Korkmaz (con 11 puntos en el primer periodo, acabando el juego con 14 puntos y un 4-9 en tiros de campo), además de Dwight Howard, muy fino en los minutos que estuvo en pista (13 minutos para 12 puntos y 6 rebotes).

En definitiva, unos sensacionales Sixers, que fueron muy superiores a Atlanta, colocando la serie 2-1 a su favor y con la sensación de tener controlada la serie, por las sensaciones transmitidas hasta el momento.

Pero no hay que olvidar que esto es al mejor de 7 juegos. Lo mencionamos en el primer juego, tras la victoria de Atlanta en casa de los Sixers, y se vuelve a decir ahora que la serie sonríe a Philadelphia.

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Los Sixers Asestan un Duro Golpe a Atlanta

Los Sixers estaban obligados a vencer en el segundo juego de la serie ante los Hawks de Atlanta y por eso salieron con la determinación de alcanzar la victoria (118-102). Un triunfo importante logrado tras la lección de juego que mostraron los Hawks en el primer choque de la serie y en donde los jugadores de Philadelphia sacaron la conclusión de ser más físicos e intensos en defensa, para evitar las grandes ventajas que Atlanta logró en el comienzo del primer juego.

En esta ocasión los Sixers pusieron tierra de por medio rápidamente (parcial de 20-4 en los primeros seis minutos de juego) y dejaron en tan solo 20 puntos en el primer cuarto a los Hawks, que ya sabñian que esta historia sería diferente para ellos.

Pero si algo ha demostrado Atlanta en estos dos juegos disputados en el Sur de Philadelphia es que son un gran equipo y que darán batalla en esta serie. Buena muestra de ello son los 35 puntos que anotaron en el segundo cuarto, para emparejar el encuentro y llegar al descanso con un más que emocionante 57-55 para los Sixers.

Una igualdad que se mantuvo en el marcador hasta los dos minutos finales del tercer periodo, con ventajas de los Sixers, pero sin despejarse los Hawks, que llegaron a tomar la delantera en el marcador con 2:41 por disputar del tercer cuarto (79-80).

Pero fue un espejismo, ya que los Sixers en un abrir y cerrar de ojos colocó una distancia en el marcador, cercana a la veintena de puntos, que dejó sentenciado el juego y la victoria de Philadelphia (104-86 con nueve minutos por disputar del juego).

De ahí al final del encuentro, ningún sobresalto de los Hawks, que se regresan a Georgia con un triunfo en el Sur de Philly y con las espadas en todo lo alto, en una serie que promete ser larga y con emociones fuertes.

Joel Embiid fue el líder del equipo, demostrando que a pesar de lo haber logrado el MVP de la temporada regular, es uno de los grandes talentos de la liga y que su mente está enfocada en el anillo de campeón y tal vez en el gran MVP de final de temporada, que no es otro que el de las Finales de la NBA.

Parece ya lejano el temor por su reciente lesión en Washington, que tan solo le apartó del quinto juego ante los Wizards. Ya completó un gran juego en el primer choque ante los Hawks, pero mejor fue su contribución en el segundo juego de la serie.

En los 35 minutos que estuvo en pista, logró un nuevo record personal en los playoffs, con 40 puntos y un 13-25 en tiros de campo, a los que sumó un 12-16 en tiros libres, además de 13 rebotes, que le hicieron parecer inconmensurable.

Terminó firmando unos números que no se veían en postemporada en un jugador de los Sixers, desde los tiempos del genial Allen Iverson. Un gran indicativo del nivel al que está el pivot camerunés.

Estuvo muy bien secundado en el quinteto titular con los más que valiosos 22 puntos de Tobias Harris (11-19 en tiros de campo con 6 rebotes y 4 asistencias) y los 21 puntos de Seth Curry (8-13 en tiros de campo y 5-6 en triples).

Pero cabe destacar al mejor jugador de banquillo en el segundo juego de la serie. Sahke Milton acabó con 14 puntos en su cuenta, en los apenas 14 minutos de juego de los que dispuso. Acabó con un 5-8 en tiros de campo (4-5 en triples), que resultaron decisivos para el triunfo final del equipo.

La historia de ambos juegos han sido muy diferentes. Ahora hemos visto como tan solo Danillo Gallinari, Kevin Hunter y el propio Trae Young han sido los únicos jugadores de los Hawks en alcanzar la veintena de puntos, pero sin la explosividad y contundencia del primer juego.

Toca pensar en el siguiente partido, trasladándose la serie a Georgia. Un tercer juego que será vital para la serie, lo gane quien lo gane.

La serie es al mejor de 7 juegos, y la batalla promete ser larga, pero si los Sixers alcanzan el triunfo en el primer en Atlanta, habrían dado un puñetazo en la mesa, muy importante, de cara a alcanzar las primeras finales de conferencia en 20 años.

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Sixers y Hawks Igualados en la Serie

Los Hawks lideran las Semifinales del Este, 1-0 ante los Sixers. Pero esta serie es al mejor de 7 juegos, aunque es cierto que los Atlanta Hawks han sorprendido a los Sixers, en el primer juego de las Semifinales de la Conferencia. Un juego que se disputó en el Sur de Philadelphia y que nos muestra la tremenda dificultad que supone ganar un anillo de campeón de la NBA.

Este primer juego nos depara múltiples sensaciones y la realidad de que los Sixers se enfrentan a un nuevo territorio, a una problemática que plantean los Hawks y que ahora los Sixers habrán de resolver si quieren avanzar.

Las sensaciones son ambiguas, ya que los Hawks fueron un huracán incontrolable al comienzo del juego, con un tremendo Trae Young, que en la primera mitad lograba anotar 25 puntos, desde todas las distancias y dejando la sensación que los Hawks eran un equipo sin puntos débiles.

Pero como he mencionado, las sensaciones que depararon este primer juego, fueron como las dos caras de una misma moneda. Si bien el pesimismo  de ver a unos Hawks casi perfectos, fue algo presente en los tres primeros cuatros, también es cierto que los Sixers les arrasaron en el último periodo y casi estuvimos puntos de darle la vuelta al marcador y terminar venciendo este primer punto de la serie.

Pasar del 83-102 adverso (al comienzo del último periodo) al 115-118, con tan solo 22 segundos por disputar dejó el mal sabor de boca de no culminar la remontada, pero el buen sabor de boca que dejó el último periodo, con la esperanza de esa sea la dinámica que se pueda ver en el próximo partido de la serie (donde el fundamental una victoria de Philly).

Al final la remontada no se dio y el base y estrella de los Hawks, Trae Young, se salió con la suya de demostrar su tremenda valía, acabando con un doble-doble de 35 puntos y 10 asistencias, pero con la incógnita de ver si los Sixers podrán secar su manejo del juego ofensivo de Atlanta, con un juego mucho más físico en el segundo juego (habrá que hacerlo desde el comienzo del juego).

No es la única amenaza de los Hawks, ya que vimos como el escolta serbio Bogdan Bogdanovic acabó con 21 puntos como segundo máximo encestador en la lista de los cinco jugadoresde los Hawks que tuvieron números de dos dígitos. Y el ala-pívot John Collins también logró 21 puntos, incluidos tres triples de cuatro intentos.

Un juego exterior fantástico que supone un reto y una gran cuestión a resolver para solventar la serie. Ahora los Sixers se enfrentar a la cuestión de saber defender este sistema de juego, poniendo a su vez, a prueba nuestra fortaleza mental, tan fundamental para superar todas las pruebas y terminar levantando el trofeo Larry O’Brien.

Hay motivos para el optimismo. Volvimos a ver a Joel Embiid liderando al equipo, disputando 38 minutos en el juego y anotando 39 puntos, con un 12-21 en tiros de cmapo y 14-15 en tiros de campo, a los que añadió 9 rebotes y repartiendo 4 asistencias.

Ben Simmons, acabó con 37 minutos acumulados en si haber, con 17 puntos, con 7-7 en tiros de campo y 3-10 en tiros libres. Cuatro rebotes y diez asistencias, además de cuatro robos de balón adornaron sus números.

Otros dos juegos alcanzaron la veintena de puntos anotados. Mientras que Tobias Harris anotó 20 puntos, con un 8-13 en tiros de campo (10 rebotes, 3 asistencias y 3 robos de balón), Seth Curry anotó 21 puntos, con 7-12 en tiros de campo (5-9 en triples).

Solo hizo un poco más de empuje para culminar la remontada y una defensa más férrea, para no llegar con 20 puntos de desventaja al descanso. Cuestiones clave a resolver por Doc Rivers, de cara al segundo juego, que se disputará el martes.

Ilusión y la conciencia de la dificultad que tienen los playoffs, es la conclusión y las sensaciones que se transmiten para Philadelphia, tras ese primer choque de semifinales del Este.

Y no lo olvidemos… esto es al mejor de 7 encuentros y lo seguirá siendo, aunque venzamos en el siguiente juego en Philadelphia o arranquemos triunfos en Georgia. Hay que ganar cuatro y mientras que haya vida, hay opciones de vencer la serie y jugar las Finales del Este, por primera vez en 20 años.

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Los Hawks Sorprenden a los Sixers en el Sur de Philly

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