Joel Embiid #21 of the Philadelphia 76ers dribbles the ball during the game against the Los Angeles

Importantes triunfos sobre la bocina en el Oeste

Los Sixers comenzaban una larga gira por la conferencia Oeste, en un importante momento de la temporada, en donde el equipo quería definitivamente asaltar la cima de la igualada conferencia Este. Al margen de los Celtics que tienen cierto margen respecto del resto de equipo, lo cierto es que los Nets, los Bucks, los Cavs y los Sixers están en un pañuelo y todos ellos pueden estar un día en la segunda plaza y al otro en la quinta del salvaje Este.

Por eso mismo se antojaba tan vital la gira que están teniendo los Sixers en el Oeste de la NBA y los dos primeros choques se resolvieron con dos triunfos agónicos, pero que dejaron la impronta de un equipo luchador, que también sabe resolver situaciones límite, como las vividas ante los Jazz y los Lakers, en Utah y el Sur de California, sin contar la victoria ante los Clippers que no fue sobre la bocina, pero sirvió para consolidar el buen estado de forma del equipo y concretamente de Joel Embiid.

Para comenzar, los Sixers llegaban a Utah con el tremendo sabor amargo de los vivido ante los Thunder, que supuso una dolorosa derrota, que no ayudaba a los objetivos del equipo, que ven posible el asalto a la cima de la conferencia.

Pero en Utah llegó un importante triunfo (118-117), en un encuentro en el que el equipo comenzó con fuerza y los 41 puntos del primer cuarto, demostraban las intenciones de Philadelphia, para llevarse la victoria. La victoria terminaría llegando, pero no sin sufrimiento, ya que los Jazz fueron poco a poco recortando las distancias, que llegaron situarse en la veintena de puntos.

Con marcador ajustado, ambos equipos resolvieron el último periodo, con un escaso margen de tres puntos a favor visitante el comienzo del cuarto, y sin perder la igualdad en ningún momento hasta el desenlace final, con Joel Embiid de protagonista y anotando con asistencias de James Harden, con apenas cuatro segundos por jugar, no dejando opción a los Jazz, en ese último envite del encuentro.

La dupla Embiid-Harden demostró una vez más que está en forma y que quiere llevar a los Sixers a lo más alto. En Utah se combinaron para sumar 61 puntos entre ambos (31 para Harden y 30 para Embiid), rozando Harden en triple-doble, y siendo ambos decisivos, no solo en encuentro, sino en el desenlace del mismo.

Cabe destacar que Tyrese Maxey sigue en plena forma y que sigue aportando a la dupla de estrellas (21 puntos), siendo la tercera baza clave en el éxito del equipo, más aún en un juego en donde no pudo estar Tobias Harris (otro pilar básico sobre el que se asienta este proyecto).

Pero si agónico fue el desenlace del juego en Utah (con esa canasta de nuestro center a falta de cuatro segundos para el final), no fue menos atractiva la forma de acabar el juego en Los Angeles, ante los Lakers (113-112).

En esta ocasión el juego se mantuvo equilibrado a lo largo del mismo, llegando a los instantes finales con un juego en el que Joel Embiid, volvió a ser clave, pero en donde los combatidos Lakers lucharon hasta el final, para tener una última posesión, que no pudo aprovechar Russel Westbrook, gracias a la defensa realizada ante él por Joel Embiid y George Niang, que colocó un tapón al filo el bocinazo final, que definió el triunfo final para Philadelphia.

Joel Embiid, siguió con su estela mágica de MVP e igualó a LeBron James con 35 puntos anotados, bien secundado por James Harden que sigue siendo calve en cualquier juego de los Sixers (24 puntos y 13 asistencias ante los Lakers).

Finalmente, los Sixers se retiran de Los Angeles, con otra victoria más, en este caso ante los Clippers, esta vez sin necesidad de esperar a la bocina que señala el final, para determinar el vencedor del encuentro (120-110).

Joel Embiid siguió estando a un nivel excepcional, sumando 41 puntos, y un 12-22 en tiros de campo y un 15-18 en tiros libres, a los que sumó 9 rebotes y 3 asistencias. Unos números de All-Star y de MVP, que sitúan a los Sixers terceros del Este, muy cerca de la segunda plaza y con las sensaciones necesarias para aspirar a todo.

Estos tres triunfos, a falta de todavía dos juegos más en la costa Oeste esta semana, definen el espíritu de este equipo y dejan bien a las claras las intenciones de estar arriba del todo de Philly. El balance de 28-16 es un espaldarazo a las aspiraciones de este equipo, aunque todavía quede mucho camino por recorrer y que los momentos más importantes de la temporada estén por llegar. Pero al margen de esto, la maquinaria de los Sixers está mucho más engrasada que al comienzo de la temporada y por tanto cabe esperar que todo vaya a mejor, conforme vayamos avanzando en el campeonato, si las lesiones nos respetan.

La gira por el Oeste continua, pero los augurios tras los vivido, son buenos e invitan optimismo.

Hasta pronto desde España.