Miguel Ángel Martín

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Los Philadelphia 76ers llegan al momento cumbre de la temporada. Atrás quedó la temporada regular con unos Sixers que sin Joel Embiid, han mostrado una cara muy distinta a la que muestran con él en la pista.

Y es por eso que el balance logrado es engañoso, muy por debajo de lo logrado en anteriores temporadas, donde se superaron las 50 victorias. Ahora los Sixers se quedan con un balance de 47-35 y una séptima plaza que no evita tener que pasar los los play-in, para poder acceder a los playoffs y entrar por la puerta grande en la presente postemporada.

Una séptima plaza que obliga a vencer a los Heat, como primer escollo, en busca de las que serían las primeras finales de conferencia (y de la NBA) en más de veinte años (23 años para ser exactos).

Puede parecer un poco pretencioso, que los Sixers pueden estar hablando, pensando en unas finales cuando han acabado a jugar obligados en play-in, pero es que ahora el equipo tiene a Joel Embiid, y eso marca la diferencia, de un modo radical.

Con la estrella africana de los Sixers, el equipo ha estado intratable, alcanzando un registro de 31 triunfos por tan solo 8 derrotas. Un rostro muy distinto al de 16 triunfos y 27 derrotas, sin él. Eso sin contar que desde el regreso de su lesión el equipo está invicto. Y sumando una media de más de once puntos más anotados con su presencia, que sin él en pista.

Números que hacen a los Sixers un rival incómodo en el momento crucial de la temporada. Y quien no ha podido evitar ser nuestro primer rival son los Heat de Miami, además contando con la ventaja de jugar en casa, en el Sur de Philly.

Un juego clave ya de vencer se consumaría el pase a los playoffs y consolidando el puesto séptimo puesto. Lo que supondría evitar no solo a los Celtics (64-18) en la primera ronda, sino que además lo evitaríamos hasta una posible final de conferencia.

Eso sin contar con el hecho obvio de que de perder ante los Heat, los Sixers no tendrían red de seguridad y se tendrían jugar el ser o no ser en el segundo juego del play-in. Demasiados inconvenientes para un equipo que a pesar de haber vivido una temporada extraña, sigue aspirando a grandes cosas en el 2024.

La ruta de los Sixers, de ganar a los Heat, parece menos caótica que alcanzar la octava plaza. Con un triunfo sobre Miami, los rivales de Philadelphia serían los Knicks de Nueva York, que han alcanzado un registro de 50 triunfos y una meritoria segunda plaza en la conferencia Este.

No es que el camino fuese de rosas para los Sixers, en el caso de cruzarse con los Knicks, pero se antoja más apetecible que tenerse que ver las caras con los Celtics, justo en la primera ronda, en lugar de en un hipotética final de conferencia.

Luego esperarían en la misma parte del cuadro, bien los Bucks de Milwaukee o los Pacers de Indiana, que van a a protagonizar una de las grandes series en esta postemporada de la NBA, de resultado incierto, aunque con favoritismo para los Bucks.

Ya en la parte alta de este cuadro de playoffs, quedan los Cavaliers que se verán los caras con los Magics de Orlando (que recuperan protagonismo en el Este de la NBA) y los citados Celtics, que se han erigido como el mejor equipo de la temporada regular en toda la NBA, y que se verán la caras, con quien ocupe la octava plaza del Este.

La postemporada está servida, y el camino de los Sixers en estos playoffs, todavía es incierto, a falta de confirmar que sucederá con el primer envite de los play-in, frente a los Heat de Miami. Luego verse&nbsp; las caras con los Knicks, los Bucks y los Celtics (los tres primeros clasificados de la conferencia), sería un bonito camino a recorrer, camino de las primeras finales de la NBA en más de dos décadas, para la franquicia de la ciudad del Amor Fraternal.

Ha llegado el momento de la verdad, el momento de los playoffs. El ser o no ser para este equipo y quizás para este proyecto.

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Llegó el momento de la verdad, los playoffs

Los Philadelphia 76ers siguen soñando con retornar a las finales de la NBA, una vez más después de más de dos décadas de espera. Y queda poco para que llegue el momento de la verdad, en los playoffs de la NBA.

Un momento en el que soñamos con tener al equipo en perfectas condiciones y listo para afrontar grandes retos, en una conferencia Este repleta de equipos con un talento que les permiten presentar su candidatura para estar en las finales de la NBA.

Esperando la recuperación de Embiid, para el momento crucial de la temporada, lo cierto es que el equipo se ha movido para reforzanos de cara a la recta final de la temporada. Unos refuerzos que llegan justo antes de alcanzar el ecuador de la temporada, con la gran alegría del nombramiento de Tyrese Maxey como All-Star en este 2024.

Todo ello gracias a unos números que le han conferido un gran potencial en la liga y el estatus de ser una piedra angular en estos Sixers, que tratan de asaltar el anillo de campeón de la mejor liga de baloncesto del mundo.

En lo que llevamos de liga, Maxey ha participado en casi una cincuentena partidos, promediando una media de 37 minutos en pista, por encuentro. Una presencia en pista fundamental para las aspiraciones de los Sixers, y que le han permitido atesorar una media anotador de más de 25 puntos por encuentro, más de 6 asistencias, más de 3 rebotes y una asistencia por partido.

Números que le van a permitir estar en su primer Juego de las Estrellas, representando a los Sixers, no solo en el acto principal de la cita que será en Indiana, sino también participando en el concurso de habilidades.

Una gran noticia que ha sido la antesala de la llegada de dos refuerzos de altura, para poder romer este año sí, la barrera de las semifinales de conferencia, y&nbsp; lograr de una vez algo que no se vive en Philadelphia, desde los años de Allen Iverson con los Sixers.

Buddy Hield llega desde Indiana, como un refuerzo de lujo para dar a los Sixers más capacidad de acierto en los lanzamientos de tres puntos y más capacidad anotadora, en el momento crucial del año.

Es cierto que los Sixers ya eran uno de los mejores equipos en acierto en tiros de tres puntos, pero no eramos de los mejores en volumen de intentos desde la linea de tres, por lo que con la llegada de Hield, se pretende ser mucho más agresivo en esa faceta del juego y así poder tener más variedad ofensiva, que pueda liberar un poco en juego interior del equipo.

Llega a Philadelphia con una media en su carrera de más de quince puntos por partido, aunque en esta temporada supera los doce puntos por encuentro, con una media de acierto en tiros de campo que supera el 44 por ciento, y que casi llega al 40 por ciento en tiros de tres puntos, en esta temporada, a los que suma más de tres rebotes y casi 3 asistencias de media.

También llega a Philadelphia, procedente de Milwaukee, otra pieza que será clave para el devenir de los acontecimientos en la postemporada. Es clave reforzar la segunda línea del equipo y con ese fin llega desde los Bucks, Cameron Payne.

Cameron Payne después de pasar las últimas cuatro temporadas con los Phoenix Suns, firmó con los Bucks en la temporada baja. Fue un jugador clave para el equipo de las Finales de la NBA de 2021 de los Suns como el respaldo principal de Chris Paul y se ha establecido como uno jugadores de reserva de la NBA.

Esta temporada, Payne promedia más de 6 puntos por partido, 1 rebotes y 2 asistencias mientras dispara un 45,5% en total y un 39,7% en triples.

La guinda del pastel la ha dado Kyle Lowry, oriundo de Philadelphia y que tras romper su relación con los Hornets de Charlotte, regresa a la disciplina de Nick Nurse, con quien se alzó con un anillo de campeón en 2019, cuando ambos militaban en el equipo de los Raptors de Toronto.

Aunque ya no tenga la misma capacidad ofensiva que antaño, lo cierto es que su experiencia y calidad y juego cerebral son indiscutibles, por lo que su llegada no hace más que sumar en el gran reto de devolver la gloria de la NBA a los Sixers y a la ciudad de Philadelphia.

Sin duda llegamos a la mejor parte de la temporada, con la fe y la esperanza de vivir un año histórico para nuestros Sixers.

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Philadelphia se Refuerza Para la Recta Final de la Temporada

Los Philadelphia 76ers han comenzado el año 2024 con grandes esperanzas de poder hacer de este año, un año histórico para la franquicia y para la ciudad de Philadelphia. Muchos años soñando con llegar de nuevo a unas finales de la NBA, y ese sigue siendo el gran objetivo de este equipo. Liderados en la pista por Joel Embiid y Tyrese Maxey, y desde el banquillo por Nick Nurse, esperan poder romper el maleficio de las semifinales de conferencia y por lo visto en los primeros compases de la temporada, este bien podría ser el año.

De momento, los números de ambos jugadores son de auténticos All-Star y están manteniendo al equipo en las primeras plazas de la conferencia Este. Los Sixers terminaron con 22 triunfos el pasado año, por tan solo 10 derrotas. Pero el año comenzó con la alegría de un nuevo triunfo, que deja a los Celtics, los Bucks y a los Sixers, en un pañuelo, muy igualados entre ellos, y con pocas victorias de diferencia entre los tres máximos candidatos del Este, para esta temporada.

Joel Embiid sigue en plena racha y en modo MVP, siendo reconocido en varias ocasiones como jugador de la semana en la NBA. Sigue siendo el verdadero sostén del equipo y la gran baza para lograr algo histórico en 2024. Y el modo en que está comenzando la temporada, es el mejor reflejo de que los Sixers tienen opciones esta temporada.

Ha disputado 26 juegos hasta la fecha, con una media de 34 minutos en pista, con una media superior al 53 por ciento de acierto en tiros de campo, y del 88 por ciento en tiros libres, para un promedio anotador de 34.8 puntos por encuentro, a lo que suma 11.8 rebotes, 6.2 asistencias y 2 tapontes de promedio.

En Diciembre logró alcanzar la cincuentena de puntos, a comienzos de mes, ante los Wizards y a finales de mes, ante los Timberwolves, con 51 puntos, con 12 rebotesy 3 asistencias. Eso sin contar con tres juegos en donde ha alcanzado, e incluso superado la barrera de la cuarenta de puntos.

Hemos podido comprobar que son número que han mejorado lo visto en el noviembre, en el arranque de la temporada, donde en prácticamente todos los juegos se alcanzó la treintena de puntos, pero en tan solo un juego se superaron los 40 puntos, (ante los Wizards con 48 puntos en la victoria por 146-128).

Unos números que no envidia Tyrese Maxey, que secunda de la mejor manera posible, las actuaciones de Joel Embiid, y se ha convertido en el complemento perfecto, que Nick nurse necesita en el equipo, para lograr el ansiado anillo de campeón.

En 32 juegos disputados, promedia más 37 minutos en pista, con más de un 45 por ciento de acierto en tiros de campo, casi un 40 por ciento de acierto lanzamientos de tres puntos, que le llevan a un promedio anotador de 25.9 puntos de media, y 6.4 asistencias.

También con premios de jugador de la semana, en diciembre alcanzó en una ocasión la cuarentena de puntos (42 puntos ante los Rockets), y alcanzando la treintena de puntos ante los Raptors (33 puntos), los Timberwolves (35 puntos) y los Hawks (30 puntos).

Y con promedio anotador en diciembre, algo menor que en noviembre, pero con un ritmo frenético que sirve para mantener a los Sixers, entre los mejores equipo de la competición, le deja con opciones para entre en el Juego de las Estrellas, y hace soñar a los fans de los Sixers, de cara a la postemporada, sobre todo si el equipo se fortalece convenientemente antes del cierre el mercado.

El 2024 acaba de comenzar, y queda mucho por difrutar. Y de momento en Philadelphia se sueña a lo grande.

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Philadelphia Afronta Un Año 2024 de Grandes Retos

Los Philadelphia 76ers han comenzado con buen pie la temporada, logrando tener un balance positivo en los primeros compases de esta temporada. Un mes de octubre que apenas nos ha regalado tres juegos, pero que nos ha permitido ver como los Sixers han logrado competir hasta el final en Milwaukee (ante unos de los nuestros grandes rivales del Este), vencer en Toronto para equilibrar el balance de victorias-derrotas y con la el gran triunfo ante los Trail Blazers en casa. Y es que no hay nada mejor que comenzar la temporada con un triunfo en el Sur de Philadelphia.

No hubo suerte en el comienzo de la temporada ante los Bucks. Pero sin tener en cuenta que no deja de ser el primer juego de la temporada, y además ante uno de los grandes rivales de conferencia, lo cierto es que pudimos disfrutar de lo que va a ser la temporada de los Sixers en el 2024. Y básicamente la temporada una sintonía perfecta entre Joel Embiid y un excelentísimo Tyrese Maxey, que cada dia que pasa da un paso al frente y se consolida como de las grandes estrellas de la NBA. Y es lo que necesita Philadelphia para alcanzar sus objetivos en la temporada de la nueva era de Nick Nurse.

Maxey acabó el juego en Milwaukee como el máximo anotador del equipo con 31 puntos y con un 10-22 en tiros de campo, con ocho asistencias y dos robos de balón, que consolidaron al base de los Sixers, como el socio perfecto de un Joel Embiid, que también brilló con 24 puntos (9-21 en tiros de campo) y con 7 rebotes y 6 asistencias.

La dupla Embiid-Maxey, se vió acompañada de los 20 puntos de Tobias Harris, el tercer pilar de los Sixers en este comienzo de temporada. A pesar de ello, los Bucks lograron vencer por 118-117, aunque en los dos siguientes juegos, los Sixers recuperaron el terreno perdido.

Y es que los Raptors no pudieron torcer el brazo a los Sixers en Canadá, gracias a dos increibles actuaciones de Maxey y Embiid, nuevamente bien secundados por Tobias Harris, para alcanzar el triunfo por 114-107.

Maxey y Embiid alcanzaron 34 puntos cada uno, con un 12-20 en tiros de campo para Maxey (que sumoó 6 rebotes y 7 asistencias), y 14-21 para Embiid (roznado el triple-doble, gracias a 9 rebotes y 8 asistencias), que fueron claves en el triunfo y para recuperar buenas sensaciones. Eso sin olvidar los 15 puntos (4-10 en tiros de campo) de Tobias Harris, que no deja de estar ahí cuando se le necesita.

Pero sin duda, el mejor triunfo (o al menos, el más dulce) llegó en el Sur de Philadelphia ante los Blazers. Y el trío de ases de los Sixers no defraudó, con un Joel Embiid que regresó a casa con un nivel de MVP, del que hace gala desde hace años.

Joel Embiid acabó el juego con 35 puntos, y con un 12-22 en tiros de campo, acompañados de 15 rebotes y 7 asistencias. Maxey acabó com 26 puntos, gracias a un 6-14 en tiros de campo, 10 rebotes y 4 asistencias, y Harris anotó 24 puntos con un 8-11 en tiros de campo, com 5 rebotes y 2 asistencias, para el triunfo en el juego inaugural en casa, por 126-98.

Pero el análisis de los tres primeros juegos de la temporada no sería justo, sin la mención de Kelly Oubre Jr., que sin lugar a dudas ha sio el mejor de los Sixers desde la banca. Y lo demostró desde el primer juego en Milwaukee (acabando con 27 puntos en su haber con un 9-11 en tiros de campo y 4 rebotes), siguiendo con su actuación en Toronto (18 puntos con un 7-17 en tiros de campo, con 5 rebotes) y siguiendo en casa ante los Blazers (12 puntos con un 3-12 en tiros de campo y 3 rebotes).

Un gran comienzo de temporada, que sin duda invita al optimismo, justo en un momento en el que la fanaticda lo necesita, en esta nueva era liderada por Nick Nurse. Una era que pretende ser la más brillante de la organización en lo que llevamos de siglo.

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Philadelphia comienza con optimismo la temporada

Con la llegada del mes de octubre, llega de nuevo la NBA… el mayor espectáculo del mundo del baloncesto. Y los Sixers afrontan una nueva temporada, con la ilusión puesta en mejorar lo obtenido en la pasada temporada, y con los nuevos retos que la NBA ha implantado este año a la temporada regular.

Para empezar, la temporada nos trae novedades importantes en el seno del equipo, con la llegada de Nick Nurse al frente del equipo, con la meta en mente, de superar las semifinales de conferencia y llevar a los Sixers a unas finales de la NBA, más de dos décadas después de la última vez. Llega desde Toronto, con un anillo de campeón en su carrera, y con el saber manejar un grupo que en 2019 lo apostó todo por ser campéon.

Nombrado como el noveno entrenador en la historia de la franquicia de Toronto en junio de 2018, Nurse produjo dos de las tres temporadas más ganadoras de la franquicia, incluido el mejor porcentaje de victorias de la franquicia de .736 (53-19) en 2019-20 que lo coronó como mejor entrenador de la liga. Registró un récord de 227-163 en sus cinco temporadas en el puesto, para el mejor porcentaje de victorias (.582) de cualquier entrenador en jefe en la historia del equipo.

Y bajo su mando estará el actual MVP de la liga, queriendo subir al equipo a un nuevo nivel.No hay otro reto más que ese. Embiid finalizó su séptima temporada en la NBA con un promedio de 33,1 puntos por partido con un porcentaje de acierto del 54,8% en tiros de campo, 33% en triples y 85,7% en tiros libres. Además, registró 10,2 rebotes y 4,2 asistencias. Embiid ha liderado la liga en anotación por segundo año consecutivo, algo que no se conseguía un jugador interior desde Bob McAdoo en 1975 y 1976.

Embiid también lideró a los 76ers a un gran éxito colectivo. Sus 54 victorias fueron la tercera marca en la liga (la mejor de la franquicia desde 2001) y muchas de ellas llegaron gracias a su rendimiento en el clutch (mejor +/- de cualquier jugador en el clutch y sus 131 puntos fueron la séptima marca más elevada).

Ahora, ambos tienen la difícil tarea de liderar al equipo, uno desde la pista y el otro desde el banquillo, para tratar de devolver la gloria de un campeonato a la ciudad de Philadelphia, algo que se le resiste a los Sixers por un largo periodo de tiempo. Un largo peregrinar por el desierto de más de cuarenta años.

Y todo comienza en este mes de octubre, con un doble enfrentamiento ante los Celtics de Boston, para después verse las caras con los Nets y los Hawks, justo antes de comenzar la temporada regular, que nos trae una sensaciaonal novedad, importante para todos.

Y es que no hay que obviar la gran novedad de la temporada 2023-24, que no es otra que el muy esperado “In-season Tournament”. Un torneo ideado para dar mayor emoción a la temporada regular, hecho a imagen y semejanza de los torneos coperos del baloncesto europeo, que siempre se deciden entre enero y febrero, justo antes de la recta final de la temporada regular, y del comienzo de las eliminatorias de competiciones europeas y nacionales.

En el caso de la NBA, el torneo de la temporada regular, que ya está asentado en la WNBA, terminará a comienzos del mes de diciembre, después de haber utilizado algunos juegos de la temporada, para el torneo, dividiendo a los equipos en grupos de seis.

Al margen de kas clásicas citas importantes en todo calendario de los Sixers, habrá que estar muy atentos a lo que Philadelphia logre ante los Cavaliers, los Hawks, los Pacers y los Pistons, para saber la suerte de Philly en este torneo inaugural en la NBA.

Pero antes de eso, llegará el más que esperado 27 de octubre y el juego ante los Milwaukee Bucks, que supondrá el pistoletazo de salida para la competición oficial y con ello, toda la emoción de una temporada, que todas esperabamos desde hacía varios meses. Eso sin olvidar el 30 de octubre, que será el primer juego en casa, ante los Blazers.

Fechas clave en un increible mes de octubre, lleno de esperanzas e ilusiones para los Sixers y todos los ans de la NBA y del baloncesto. Y es que el mayor espectáculo del mundo, está a punto de comenzar.

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Octubre Nos Trae de Nuevo el Baloncesto a Philadelphia

Los Sixers van perfilándose de cara a la próxima temporada, que cada vez está más cercana. Solo el mes de agosto separan al staff de los Sixers de la vuelta al trabajo y de la preparación para el reto que supone la temporada 2023-24.

De momento el verano nos ha deparado algunas noticias sugosas, como incorporaciones al equipo, renovaciones y una liga de verano, que siempre sirve para poder disfrutar de jovenes talentos que llegan a la mejor liga de mundo y al mismo tiempo nos sirve para poder disfrutar de algo de NBA, en este parón veraniego.

En lo referente a la Liga de Verano de Las Vegas, hemos podido disfrutar de cinco encuentros, en los que los Sixers terminaron con un balance de 2-3, cuando en Salt Lake City habíamos tenido un balance de 1-2. Y no siendo lo más importante el balance de victorias del equipo, si que podemos destacar que los Sixers terminaron en Las Vegas como el segundo mejor equipo en promedio anotador, con casi 104 puntos por encuentro.

Pero como es lógico, lo mejor de este evento vewraniego es ver a los jóvenes talentos de los Sixers, donde destacó entre otros, Jaden Springer. Gran actuación en Las Vegas, con un promedio anotador de 22.3 puntos, además de 1.3 tapones y 2.7 robos por encuentro, y un porcentaje de acierto que se quedó muy cerca del 49 por ciento, en los tres juegos en los que tomó parte.

También cabe destacar a Terquavion Smith. En Las Vegas promedió 16.2 puntos y 5 asistencias, con un 37.8 por ciento de acierto en tiros de campo. Al igual que destacó Filip Petrusev, que firmó una media de 12.5 puntos y un 61.1 por ciento de acierto en tiros de campo, además de 2.5 tapones por encuentro en Las Vegas.

En definitiva un gran momento en este verano para los amantes de los Sixers, que además pudimos disfrutar de algunas renovaciones e incorporaciones, que van dando forma al roster que defenderá el sueño del anillo para Philadelphia, en la próxima temporada.

Para comenzar, hablemos de la renovación de Montrezl Harrell, para los Sixers de 2024. Se enrola de nuevo con el equipo, después de hacer tenido un 2023 en el que participó en 57 juegos, promediando 5.6 puntos, y 2.8 rebotes, al que sumar un promedio de acierto en tiros de campo de 59.8 por ciento.

Otra importante renovación que hemos vivido en los últimos días, ha sido la de Paul Reed. Un center que en la pasada temporada promedió un registro de 4.2 puntos por encuentro, además de 3.8 rebotes y 0.7 tapones. Además de tener un promedio de acierto de 59.3 por ciento en tiros de acierto.

En lo referente a incorporaciones, los Sixers se han hecho con los servicios de Patrick Beverley, quien disputó la pasada temporada con los Lakers y los Bulls. Un jugadore veterano en la NBA, que ha disputado un total de 593 juegos en la mejor liga del mundo, además de 65 encuentros de postemporada, en las ocho temporadas que ha disputado en la NBA, para equipos como los Rockets, Clippers, Timberwolves, Lakers y Bulls.

En la pasada temporada en 67 partidos, con un promedio de 6.2 puntos, 3.7 rebotes y 2.9 asistencias por encuentro.

Los Sixers también han anunciado la contratación de Ąžuolas Tubelis, que fue nombrado como miembro del segundo equipo All-American, como miembro de la Universidad de Arizona, con un promedio en la pasada temporada de 19.8 puntos y un 57 por ciento de acierto en tiros de campo, además de con un 9.1 rebotes en 35 juegos de temporada regular (siendo titular en la práctica totalidad de todos esos juegos).

A la espera de los últimos movimientos que puedan hacerse, de cara a potenciar al máximo al equipo, ahora llega agosto y el descanso ante del comienzo de los primeros entrenamientos (cuando ya comience el mes de septiembre).

Cada vez queda menos tiempo para el regreso de la actividad plena. Pero de momento, seguidos inmersos en el verano de descanso, antes de la puesta a punto de la temporada 2023-24.

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Los Sixers van Perfilándose Para la Próxima Temporada

Los Sixers comienzan una nueva era de cara a la próxima temporada. En 2023 no se cumplieron los objetivos marcados y se volvió a tropezar en la misma piedra que otros años, pero un nuevo amanecer se cierne sobre los Sixers, que cuentan con un nuevo entrenador y con un estrella como Joel Embiid, que por fin ha alcanzado un nuevo nive.

Ha logrado un merecido MVP, dejando ese gran reto como un enorme logro que pasará a la historia de la franquicia. Un enorme reto logrado, que deja el campeonato como único objetivo sobre el horizonte de Philadelphia. No hay otro reto más que ese.

Ahora llega al banquillo de los Sixers, uno de los más afamados entrenador de la liga. Nick Nurse llega desde Toronto, con un anillo de campeón en su carrera, y con el saber manejar un grupo que en 2019 lo apostó todo por ser campéon, con superestrellas que solo tenían el anillo en mente y salió victorioso.

Nurse tiene calidad y sabe lo que es ganar. También es sabedor de lo que los Sixers se juegan, de donde vienen y lo que desean lograr. También sabe lo que tiene entre manos, para lograr los objetivos (la calidad del equipo, la calidad de Joel Embiid) y la necesita de obtener resultados. En la rueda de prensa señaló que es llegar como mínimo a las finales de conferencia o nada.

Pero el nuevo proyecto de Nick Nurse, no empieza de cero. Joel Embiid logró la pasada temporada terminar con una temporada histórica, que devolvió a Philadelphia un trofeo de MVP y logrando devolver a un jugador de los Sixers al mejor quinteto de la liga. desde de un largo periodo de ausencia.

Embiid finalizó su séptima temporada en la NBA con un promedio de 33,1 puntos por partido con un porcentaje de acierto del 54,8% en tiros de campo, 33% en triples y 85,7% en tiros libres. Además, registró 10,2 rebotes y 4,2 asistencias. Embiid ha liderado la liga en anotación por segundo año consecutivo, algo que no se conseguía un jugador interior desde Bob McAdoo en 1975 y 1976.

Ahora llega de nuevo un punto de inflexión para la historia de los Sixers. Un momento de la verdad, en donde todos los protagonistas tienen que demostrar que ahora sí se tienen todas la piezas necesarias para luchar por el campeonato. Demostrar que este proyecto da un paso al frente para alcanzar el anillo y que son los llamados para llevar a Philadelphia a la gloria.

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Amanece una nueva era para los Sixers

Los Sixers han superado con buena nota la primera ronda de los playoffs. Ante los Nets de Brooklyn hemos logrado una barrida que no se lograba en muchísimos años. Precisamente ante los Bucks de Milwaukee, haya por el 1991, cuando Michael Jordan forjaba su primer anillo, los Sixers lograban la última barrida por 3-0.

Habría que remontarse a los playoffs de 1985, en la era de Julius Erving, Larry bird, Magic Johnson y con el citado Michael Jordan de novato, para ver como los Sixers barrían, también a los Bucks, en una serie al mejor de siete juegos.

Muchos años para lograr ver de nuevo las escobas a favor en Philly. Y un reto aun mayor por delante, que también lleva muchos sin lograrse por parte de los Sixers y que se afronta ahora en mayo de 2023.

Los Sixers llevan más de dos décadas sin alcanzar unas finales de conferencia, y unas finales de la NBA. Muchos años de espera, que ahora los Sixers de Joel Embiid, James Harden o Tyrese Maxey tratarán de lograr, rompiendo un maleficio que no lo han superado los Sixers en todo este tiempo.

La maldición de William Penn, la de no ver a un equipo de Philly campeón, desde que la imagen del icónico personaje de Philadelphia, no está en el punto más alto de la ciudad, todavía persigue a los Sixers. Mientras que los Phillies ya lograron romper esa maldición en 2008 y los Eagles en enero de 2018, los Sixers todavía no lo han hecho y tan solo hemos visto unas finales de la NBA, guiados por el mítico Iverson, en 2001, pero con cuatro décadas de sequía de anillos de la NBA, para la ciudad del Amor Fraternal.

El reto es mayúsculo y los intentos en pasadas temporadas, nos espolean en el deseo de romper ese techo de cristal, en la que se presenta como una oportunidad única de hacer historia a lo grande.

En la primera ronda, vimos como no solo Joel Embiid ejercía en un condición de MVP de la NBA, con medias de 20 puntos, 11.3 rebotes y 2.3 tapones por encuentro, sino siendo protagonista de jugadas decisivas, que nos condujeron a la victoria final ante los Nets.

No tomó parte en los cuatro juegos (descansó en el cuarto), pero no fue necesaria su participación para alcanzar el pleno en la primera ronda, al tener en un estado de gracia a James Harden, Tabias Harris y a Tyrese Maxey. Con un media de 21.8 puntos, Maxey fue el más determinante de todos, sumando además un promedio de 5 rebotes, y 1.8 asistencias. Harris logró una media de 20.3 puntos, 8.8 rebotes y 2 asistencias, con una gran actuación, igual que Harden que promedió 17.3 puntos, 5.5 rebotes, 8.8 asistencias.

Y el rival que nos espera en la siguiente ronda es Boston. El gran rival y némesis de los Sixers. Un rival contra el que nos hemos enfrentado varias ocasiones en los últimos años, sin lograr superarle y que ahora se vuelve a interponer en nuestro camino.

Como a lo largo de nuestra historia, hay que superar a los Celtics, para hacer historia y soñar con unas finales de la NBA qude no visitan Philadelphia desde 2001. Pero se superaron en 1967, después de numerosas etapas sin lograrlo y con ello se alcanzó el primer anillo de campeón de los Sixers, ya con este nombre que nos acompaña desde 1963 y por primera vez en Philadelphia, dejando atrás los míticos Nationals de Syracusa.

El reto no es fácil. Ya nos superaron en las semifinales de conferencia de 2018, y en la primera ronda del 2020, en ambas ocasiones sin lograr más que un triunfo entre ambas series. Pero a la tercera será la vencida y superado el gran rival histórico, quizás la historia nos remonte a lo vivido en 1967, cuando se venció al gran ogro de aquellos años, o al siguiente gran triunfo de los Sixers en 1983… un anillo que se aleja en el tiempo por cuatro décadas.

Durante la temporada hemos visto seis duelos. Lejos queda ya el primer juego de la temporada en octubre del año pasado y el contundente 126-117 en contra, que nos deparó el primer tropiezo, pero que dejó huella, ya que terminamos en tercer lugar del Este con un balance de victorias que no se veía en décadas.

Incluso quedan lejos las derrotas en febrero por 106-99 o por 110-107. Por quedar ya en el olvido queda la victoria alcanzada por los Sixers en Abril, por 103-101. Y quedan lejanas por que ahora lo que nos jugamos en la postemporada, los playoffs, una plaza en la final del Este de la NBA, y el mantener el sueño del anillo vivo.

Lo que si nos indican los resultados vividos en la temporada, es que serán juegos de infarto, con un resultado emocionante hasta el final. Una serie competida, que esperamos caiga del lado de los Sixers y termine conduciendo a los Sixers a las primeras finales en más de veinte años.

El reto es gigantesco, pero la recompensa también es gigantesca y el esfuerzo merece la pena. El sueño del anillo, está mas vivo que nunca.

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Los Sixers ante el mayor reto en más de dos décadas

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