Por Miguel Ángel Martín, Columnista de Sixers.com
Tras la llegada de Jimmy Butler al equipo, todo parece ir mejor para los Sixers. Philadelphia tiene un gran de victorias que sitúa al equipo en la élite de los equipos del Este, en este comienzo de temporada regular.
Pero no hay que olvidar que la base de este gran record de victorias está basada en la sensacional actuación de los hombres de Brett Brown en los partidos que se disputan en el Sur de Philadelphia, demostrando que es el mejor equipo local de la competición, y ya son numerosas las victorias que los Sixers acumulan en su haber, mientras que fuera de casa todo habrá de mejorar para enmendar el registro de 3 victorias y 7 derrotas que de momento acumulan los Sixers.
Pero en casa todo es un camino de rosas. Todos estos triunfos en Philadelphia, recuerdan a la gran racha de resultados que tuvo el equipo a mediados de la campaña pasada, donde en los primeros meses del año 2018 apenas si conoció la derrota en casa y eso propició que se lograra el balance de 52-30, con el que se terminó la temporada regular y que se lograse la tercera plaza de la conferencia Este (ventaja de campo en la primera ronda de playoffs).
De momento el caso es parecido. Ahora vivimos una gran racha en casa, pero a comienzos de temporada, y esos resultados en casa son los que están sustentando un gran registro de triunfos-derrotas en este arranque de temporada, que alimenta los sueños de los fans y del equipo.
Todo comenzó con el doble triunfo a Chicago (127-108) y a Orlando (116-115), todo ello inmersos en las derrotas que se producían lejos de Philadelphia, frente a Boston, Detroit y Milwaukee.
El regreso a Philadelphia volvió a ser providencial, con los triunfos ante Charlotte (105-103) y ante Atlanta (113-92), para caer de nuevo lejos de casa, esta vez en Toronto ante los Raptors (112-129). No se ganaba llejos de casa, pero en casa nadie podía quitarle el triunfo a Philadelphia y tampoco pudieron los Clippers (122-113), ni los Pistons (109-99).
Luego llegaron los primeros triunfos lejos de casa ante los Pacers en Indiana (100-94) y ate los Heat en Miami (124-114). Pero sobre todo llegaron los triunfos en casa ante los Hornets (133-132 en la prórroga), ante Utah (113-107) y ante los Suns (119-114).
Esto unido a la victoria en prórroga ante los Hornets en Carolina del Sur, hace que los Sixers suman una larga racha de resultados que mantiene a los Sixers en la cima de la Conferencia Este.
Y buena parte de culpa la tienen las tres grandes estrellas del equipo, que de momento mantienen unas excelentes estadísticas y que están sosteniendo al equipo entre los mejores. No hay más que ver como Joel Embiid está rondando la treintena de puntos de media y como partido tras partido logra un doble-doble tras otro.
Mientras que Ben Simmons acaricia partido tras partido el triple-doble, aportando al equipo puntos, rebotes, asistencias y una gran dirección de juego. Además de complementar al equipo en un gran juego interior, donde la estrella australiana es fundamental.
Y por su parte, Jimmy Butler promedia en torno a la veintena de puntos por partido y una gran defensa que ayuda al equipo a mantener el gran nivel que se le exige a un equipo que aspira a todo.
Sin duda habrá que mejorar el balance de victorias lejos del Sur de Philadelphia, pero lo logrado en casa es digno de mencionar, cuidar y prolongar. Sobre todo de cara la postemporada, donde tan importante es ganar en casa, para poder aspirar a llegar a la final de la NBA. Y estos Sixers aspiran a soñar con llegar a la final de la NBA.
Hasta pronto desde España.