EL SEGUNDO – La sequía de Kyle Kuzma parece haber terminado.
Tras comenzar la temporada 2018-19 con la pólvora mojada y perderse en el remolino de cambios y caras nuevas, el producto de Utah despertó en las últimas semanas – mostrándose en todo su esplendor anotador, y agregándole facetas nuevas a su juego que lo van convirtiendo en un jugador cada vez más completo.
Su aporte en la victoria del sábado en Memphis fue fundamental, y su presencia se sintió en toda la cancha. Los 20 puntos, nueve rebotes y seis asistencias de su planilla fueron apenas la punta del iceberg.
Robos, tapones, y rebotes ofensivos. Triples (4/8) y defensa. Y sobre todo, la predisposición a mostrar sus dones de pasador – aquellos que posee pero rara vez sacó a relucir en su temporada de novato.
“Es crecimiento continuo”, opinó Luke Walton. “Ha hecho realmente un buen trabajo de ser agresivo las últimas dos noches, pero también pasando cuando debe. Eso es lo más importante con él, al ser un anotador natural que siempre busca anotar, porque los caminos para anotar se le van a abrir más si siempre es una amenaza para pasar cuando la defensa colapsa (sobre él). Creo que esta noche hizo un gran trabajo de dar esos pases extra”.
Kuzma tiene más asistencias en los últimos ocho juegos (32) que en los primeros 18 (22). Muchas de ellas delatan una comprensión del juego que redefine su techo como jugador.
Esta asistencia a Tyson Chandler, tras amagar a tirar el triple, es un gran ejemplo:
El ala-pivot promedia 4.0 asistencias en sus últimos ocho partidos, repartiendo al menos cinco en cuatro de esos juegos. Ese es un pedido expreso de Walton para el jugador de segundo año.
“Está haciendo un mucho mejor trabajo en dar el pase extra”, dijo el entrenador tras la victoria de Lakers ante Phoenix. “Sigue sin ser siempre – y se lo remarco cada vez que no lo hace – pero está haciendo un buen trabajo, ahora mismo, de dar el pase extra”.
Josh Hart explicó cómo todo el equipo se beneficia cuando el oriundo de Flint (Michigan) muestra su lado más generoso.
“Está pasando la bola un poquito más, no mucho más pero un poquito más”, señaló tras el triunfo en Memphis. “Es capaz de mantener a la defensa desorientada y eso nos permite llegar al canasto y tener tiros abiertos, y ser capaces de contagiarnos de jugadores como (LeBron James) y (Lonzo Ball). Está empezando a hacer la jugada correcta y mejorando al tomar decisiones”.
Ante San Antonio, Kuzma mezcló su gran repertorio ofensivo (con flotadores de todos los colores) con la astucia para encontrarle triples a James y Svi Mykhailiuk, por ejemplo:
Como mencionó Walton, su nueva generosidad y su mayor caudal ofensivo van de la mano. Poco a poco las defensas empiezan a respetarlo más como pasador, y eso abre pequeñas ventanas – suficientes para un goleador nato como Kuzma.
El ala-pivot promedia 20 puntos, 7.8 rebotes, 0.6 robos y 0.5 tapones en 34.5 minutos de juego en los últimos ocho partidos (marca de 5-3 para Lakers). Las lesiones de Brandon Ingram y Rajon Rondo, y las ausencias repetidas de Michael Beasley por problemas personales, lo han catapultado a un rol mayor, y él está respondiendo.
Kuzma tira 48.4 por ciento de cancha en 15.3 tiros, 34.5 en triples en 6.9, y 71.9 en la línea en 4.0. Y con él en cancha en ese lapso, los Lakers superan a sus rivales por 6.4 puntos cada 100 posesiones – producto de sólidos registros tanto en ataque como en defensa.
Lo más interesante es que en esos ocho juegos, Kuzma utiliza el 22.1 por ciento de las posesiones de su equipo cuando está en cancha y solo pierde el balón en un 6.1 por ciento de ellas. Sus 1.4 pérdidas por partido hablan de un jugador que toma buenas decisiones con el balón en sus manos – ya sea buscando su tiro o el de un compañero mejor parado.
Y si a eso se le suma a una gran mejora en su labor defensiva estamos ante un jugador en estado de gracia. Un compañero ideal para King James, y un oasis en el desierto para los Lakers en una época de rotaciones cortas por lesión y demás.