Moustapha Fall

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LAS VEGAS – La participación de los Lakers en la Liga de Verano 2016 llegó a su fin el viernes por la noche y por ende es el momento de repasar lo bueno, lo malo y lo sorprendente de esos nueve días en el desierto de Nevada.

El equipo en general dejó una buena imagen, y el nivel de juego estuvo a la altura del talento y potencial de la nómina. Los resultados (tres victorias y dos derrotas) podrían haber sido mejores, pero se dejó en claro desde el comienzo que lo importante era el desarrollo de los jugadores, y ese objetivo se cumplió con creces.

A continuación les dejo una serie de observaciones de lo que fue la experiencia en Las Vegas, un torneo que puede ser el primer paso de un proceso largo y exitoso.

D’Angelo Russell empieza a ser una realidad. Muchos jugadores sobresalen en su segundo año en la Liga de Verano, y el armador no fue la excepción, al igual que lo que sucedió con Devin Booker, Tyus Jones, Bobby Portis, y otros.

El producto de Ohio State demostró sus dotes de anotador, y no es difícil imaginarlo el año que viene disputando minutos de escolta, sobre todo ante la presencia de jugadores como José Calderón.

Su producción fue mejor aún que los 21.8 puntos, 6.2 rebotes y 4.0 asistencias, y fue más allá del 40.0 por ciento en triples y 47.7 por ciento en tiros de cancha. A lo largo de sus cuatro partidos Russell impuso su presencia, anotando en el poste, desde larga distancia y en penetraciones, generando así también espacio y oportunidades para sus compañeros.

Lo positivo también fue verlo hacerse cargo del equipo y llevarlos a la victoria – con la canasta ganadora – ante los Sixers, pero siempre apelando a la autocrítica en la adversidad y a la idea de seguir mejorando.

Jesse Mermuys, quien fue el entrenador durante los cuatro partidos que disputó el base, mezcló halagos con críticas constructivas, y Russell coincidió en todo momento, haciendo hincapié constantemente en la necesidad de ser más prolijo y evitar tantas pérdidas.

ZUBAC, GIGANTE DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA

Todos, incluyendo los entrenadores y el propio jugador, reconocieron que no sabían exactamente qué esperar de Ivica Zubac.

El croata había tenido pocas prácticas previas y sus compañeros incluso desconocían si entendía los conceptos en la cancha y las bromas fuera de ellas.

Finalmente, la experiencia #Zublocka no podría haber sido mejor en su presentación. El pivot demostró ser una presencia defensiva imponente, un jugador muy inteligente y con mano en ataque, y dueño de una personalidad fantástica.

Zubac se floreó con 16 puntos, 11 rebotes y seis tapones en el partido de despedida, y promedió 10.6 puntos, 7.2 rebotes y 2.6 tapas, jugando los cinco partidos y promediando 23.2 minutos como el pivot titular del equipo.

Es imposible ignorar ese tipo de producción, que además, al ser mezclado con la imagen que dejó en la cancha – las buenas cortinas, la mecánica y puntería en tiros de media distancia, su estado físico y envergadura, y su actitud positiva – está ya ilusionando a muchos.

Ya con lo hecho en la Liga de Verano Zubac podría ser declarado el robo del Draft, aunque obviamente la verdad se empezará a conocer a partir de octubre.

En cuanto a su personalidad, el sentido de humor del balcánico es una delicia. Cómo en su propia piel, Zubac siempre está listo para ser parte del chiste, incluso tras ser víctima de una furiosa volcada de Jerami Grant.

La actuación de Brandon Ingram tuvo picos altos en el debut y en la despedida, y un valle más pronunciado en los tres partidos del medio.

Su debut fue un espectáculo, mostrando todas las herramientas físicas y de talento que lo llevaron a ser la selección No. 2 del Draft.

Aún sin su tiro de larga distancia en esplendor (25.0 por ciento en triples), el ex Duke se encargó de aportar en otras facetas (4.2 rebotes, 1.8 asistencias), explotando finalmente con más protagonismo contra el Jazz. Ya sin Russell, el juego pasó por Ingram y el alero terminó con 22 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias.

Quizás la mayor conclusión es que habrá que darle tiempo al tiempo. Los resultados son positivos porque Ingram – pese a lo flaco que es – no le teme a fajarse o al contacto. Sus entrenadores lo alabaron por eso constantemente.

Además, su personalidad fuera de la cancha es de suma humildad y confianza, con mucha autocrítica pero sin caerse anímicamente ante la adversidad. Para un chico de 18 años, pedir más sería demasiado ambicioso.

En el campamento el jugador deberá batallar con veteranos como Luol Deng, pero esos duelos no harán más que fortalecerlo y pulir su juego.

El talento es evidente. En defensa, Ingram es capaz de incomodar cualquier intento rival con la extensión de sus brazos y buenos instintos, incluso proteger el canasto. En ataque, el alero cuenta con buen manejo de balón, una gran mecánica en el tiro y mucha creatividad para penetrar defensas. El cielo es su límite.

NANCE DIO UN PASO ADELANTE…Y UN GRAN SUSTO

Si Russell fue el alma del equipo en Las Vegas, Larry Nance, Jr. fue el corazón.

El ala-pivot es de los más queridos del plantel, no solo por su esfuerzo incesante y liderazgo en la cancha, sino porque su actitud positiva es la que mantiene siempre los ánimos en alto.

En Nance, Jr. este año se vio un jugador maduro, versátil y desarrollado. El producto de Wyoming había prometido trabajar en su tiro, y los avances se notaron. Quizás el último paso sea la confianza – el recibir y tirar sin cargo de conciencia cuando no hay marca cerca.

No hay estadística que no afecte. Nance, Jr. promedió 9.0 puntos 7.8 rebotes, 1.0 asistencia, 2.8 robos y 1.8 tapas. Simplemente impresionante y dominante.

La cuenta pendiente quizás sean los tiros libres, donde disparó 8/14 para un 57.5 por ciento.

La mala noticia – que terminó siendo buena – fue la lesión que sufrió sobre el final del partido ante los Cavaliers. Nance, Jr. atacó el canasto con furia y cayó mal, con el peso de su cuerpo sobre su mano derecha.

El miedo inicial era una fractura que le demandaría cerca de dos meses de recuperación, pero tras ver a un especialista le diagnosticaron un esguince de muñeca sin fractura o compromiso ligamentario. Sin dudas, todo un alivio para un jugador que podrá regresar pronto al gimnasio a seguir puliendo su tiro.

Anthony Brown es quizás el jugador – entre los que tienen contrato con el equipo – que menos de destacó, pero eso no quiere decir que su paso por Las Vegas haya sido malo.

Todo lo contrario. Sobre el final del partido ante el Jazz, su tiro de larga distancia empezó a entrar y mostró lo útil que puede ser cuando esa faceta de su juego está encendida.

Su defensa fue fantástica, quizás con excepción del partido ante Cleveland, donde Jordan McRae y Kay Felder explotaron y no hubo forma de pararlos.

Brown es alto, largo e inteligente en las coberturas. El escolta sabe que su oficio es la defensa – Mermuys lo recalcó una y otra vez – y tiene claro que allí es donde podrá ganarse minutos en una rotación que estará bastante congestionada pese al retiro de Kobe Bryant.

A continuación un repaso de los demás miembros del equipo en Las Vegas.

Xavier Munford:Redondeó una actuación interesante en un plantel que solo tenía a Russell como conductor natural. Promedió tres asistencias y un robo en poco más de 19 minutos. Sólido en la conducción pero muy poco efectivo en el tiro.

Trevor Lacey: Solo disputó dos partidos y en lapsos cortos demostró la capacidad para anotar, confirmando la reputación que traía.

Ethan Wragge: Jugó muy poco. Cuenta con una interesante mezcla de físico y tiro.

Jabari Brown: Uno de los más experimentados, Jabari nunca terminó de asentarse. En el último partido, ya con más protagonismo, mostró algunos flashes de esa letal capacidad anotadora que posee. Antes de eso se lo notó un poco dubitativo, sobre todo cuando al comienzo del certamen intentó crear para sus compañeros.

Jamil Wilson: En minutos limitados dejó a muchos con ganas de verlo un rato más. Gran partido ante Cleveland, quizás de los mejores del equipo en la primera mitad antes de la remontada.

Nikola Jovanovic: Al producto de USC se lo vio poco (total de 20 minutos) pero se dio el lujo de anotar en dos de sus tres actuaciones.

Moustapha Fall: Dos partidos, pocos minutos, y mucho potencial. El francés brilló como casi todo el equipo en el juego ante los Warriors, terminando con seis puntos y cuatro tapas. Su especialidad parece ser la defensa – en menor medida ser el definidor en el pick and roll. Tamaño imponente, le falta algo de roce y experiencia.

Jarvis Varnado: La aparición de Zubac le sacó protagonismo y chances de mostrarse. Mermuys también usó una rotación corta de internos, utilizando varias veces a Ingram o Wilson de ala-pivot.

Zach Auguste: Pese a un cierre poco lúcido, el paso de Auguste por Las Vegas fue más que positivo. Mermuys lo eligió como suplente principal tanto de Zubac como de Nance, Jr., y le dio bastantes minutos para mostrarse. El producto de Notre Dame demostró gran atletismo y capacidad para el rebote, y una cuota de versatilidad en ofensiva. Varios miembros del cuerpo técnico quedaron complacidos con lo visto, y es probable que sus actuaciones le hayan conseguido un cupo en el campamento de octubre. Los Lakers podrían sumar otro jugador en su posición, y su mezcla de edad (23 años) y tamaño (6’10, 245 libras) es lo suficientemente interesante como para seguirlo de cerca.

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Conclusiones y notas de un verano positivo para Lakers

LAS VEGAS – Por si a alguien le quedaba alguna duda, D’Angelo Russell se encargó el lunes de demostrarle a todos que la Liga de Verano le quedó chica.

El armador de los Lakers, a pesar de repetir algunas falencias de los primeros partidos, destapó una nueva explosión ofensiva para definir rápidamente un partido que se podría haber complicado en el primer cuarto.

El producto de Ohio State, al igual que en los partidos ante Pelicans y Sixers, mostró que ofensivamente está un par de escalones por encima de la competencia.

Su ficha final fue de 26 puntos en 13 tiros (con 4/7 en triples) y el único que logró frenarlo fue Jesse Mermuys, el entrenador de los Lakers en Las Vegas, quien le pidió que en la segunda mitad se encargara un poco más de la conducción del equipo. Con su manejo del balón, creatividad y tiro, la defensa de los Warriors no lo iba a poder frenar.

“Es difícil para estos jugadores jóvenes”, explicó el entrenador. “Me siento mal por él un poquito, porque cuando tienes la habilidad para hacer eso, obviamente ese flash es emocionante, y estoy seguro que lo disfruta y que es divertido para los fans. Como entrenador, estoy tratando de encausarlo, y eso es difícil. Es un proceso difícil. Quiero que se sienta confiado, y queremos que tenga esa (confianza), y es increíble. Es poderoso. Pero queremos que lo haga en los momentos correctos, y en un estilo ganador. Está encontrando su camino. Le doy mucho crédito por (dejarse dirigir). El tener esa explosión al final de la primera mitad y luego salir y enfocarse en lo que estamos tratando de hacer, ha sido increíble”.

Así fue como los angelinos definieron rápidamente el encuentro, permitiéndole al entrenador darle descanso a algunos soldados – 17 minutos a Larry Nance, Jr., 22 a Brandon Ingram y cero a Jabari Brown y Zach Auguste – y probar a otros.

De esta forma se dieron los debuts del francés Moustapha Fall, el serbio Nikola Jovanovic, el base Trevor Lacey y el pivot Jarvis Varnado. Algunos con mejores que actuaciones que otros, pero importante para comprender el talento y la versatilidad de esta versión veraniega de los Lakers.

Quizás los más destacados fueron Xavier Munford (cuatro asistencias), Varnado (10 rebotes) y Fall, quien confirmó su reputación de taponero con cuatro tapas de alto calibre.

Sin embargo, con Ingram nuevamente irregular – aunque mostrando una interesante capacidad de generar contacto para ir a la línea – fue Russell quien tomó las riendas en la adversidad y puso las cosas en orden.

En los papeles, la superioridad de la plantilla de los Lakers era amplia, y Russell se encargó de que no hubieran sorpresas.

“Tenemos algunos jugadores jóvenes muy talentos”, resaltó Mermuys. “Eso es fantástico y un tributo a la gerencia. Es emocionante para el futuro, pero cada vez que venimos, queremos moldear ese talento para que jueguen al estilo de la visión de Coach Walton. Estamos dando algunos pasos. No hay dudas. Escuchan, aprenden, y han sido fantásticos para entrenar. Grandes actitudes”.

Quizás lo más positivo fue que el mismo Russell no se durmió en los laureles del triunfo, y aseguró que deben seguir limando asperezas.

“Como equipo, debemos ser mejores. Defensivamente, ejecutando las jugadas. Cuando los equipos nos niegan, debemos aprender a capitalizar. Esta noche no lo mostramos. Ganamos, pero fuimos bastante desprolijos”.

De esta forma, los Lakers terminan la fase regular con récord de 3-0 y volverán a jugar el jueves. Su rival se definirá en los próximos días.

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Lakers siguen invictos de la mano de D'Angelo Russell

LAS VEGAS – El viernes marcará no solo el comienzo de la participación de los Lakers en la Liga de Verano Las Vegas 2016, sino que también el pistolazo de salida para la temporada 2016-2017.

El equipo angelino afrontará la cita con un equipo que tendrá a varias piezas de la que será su rotación durante la temporada regular, y por eso el torneo en Nevada permitirá ver por primera vez en acción a algunos jugadores – y medir el desarrollo de otros desde el 13 de abril.

Tras un verano en el que la constante fue el cambio, historias abundan más allá de que, por razones obvias, jugadores como José Manuel Calderón, Luol Deng o Timofey Mozgov no estén presentes en el equipo que dirigirá en esta ocasión Jesse Mermuys.

Estos son algunos temas a seguir de cerca durante los próximos 10 días.

Todas las miradas el viernes por la noche en el Thomas&amp;Mack Center estarán puestas sobre el debut de Brandon Ingram. La reciente selección No. 2 es una pieza vital para el futuro de la franquicia, pero a sus 18 años resulta difícil predecir qué tan rápido podrá imponer su supremacía sobre la cancha.

Quizás lo más inteligente sea medir las expectativas. Después de todo, D’Angelo Russell tuvo una actuación irregular el verano pasado, ya que la adaptación es un proceso que cada jugador toma de forma diferente.

Lo que está claro es que Ingram se medirá a jugadores en promedio 4-5 años mayores, con todo lo que eso significa en cuanto a desarrollo físico y basquetbolístico.

Sin embargo, el pronóstico es alentador. Compañeros y entrenadores quedaron maravillados tras las primeras prácticas en El Segundo, alabando facetas como su manejo de balón, comprensión del juego y personalidad para establecerse pese a una estructura ósea y muscular que por ahora no lo favorece.

De su paso por Duke sabemos que es un jugador con un tiro exterior envidiable y con la capacidad de correr la cancha como una gacela.

Por si fuera poco, Walton destacó su fluidez dentro de la cancha.

“Tiene todas las habilidades”, resaltó. “Deberá fortalecerse y aprender el juego de la NBA, pero tiene una gran sensibilidad en cuanto a cómo desmarcarse y lo que está sucediendo en la cancha. Es difícil enseñarlo”.

El objetivo de Russell está claro: cambiar el mal sabor de boca del verano pasado, y demostrar que está listo para dar el salto y convertirse en el conductor de los Lakers.

Walton alabó su trabajo constante este verano – incluso con varias sesiones a doble turno – y los que presenciaron algunas de las prácticas confirman sus mejoras.

El “Angelito” ha estado enfocándose en cómo utilizar su envergadura para castigar a defensores más bajos en el poste. Su tiro de larga distancia también debería ver un incremento en puntería, pese a que el 35.1 por ciento en 4.6 intentos por noche fue una buena presentación en su temporada de novato.

Russell es además el único base natural en la nómina de Liga de Verano, por lo que el balón estará en sus manos y la creación de juego dependerá de su talento y visión. Tras promediar apenas 3.3 asistencias en su temporada de novato, un año de experiencia y la llegada de Walton y su sistema más abierto podría venirle como anillo al dedo.

El del viernes también será el debut del flamante cuerpo técnico de los Lakers. Mermuys será el entrenador en Las Vegas, y hará su presentación con los angelinos, tras su paso por Toronto 905, el equipo de la NBA D-League de los Raptors.

El oriundo de Arizona también trabajó en Denver Nuggets y Houston Rockets, por lo que experiencia en el banquillo no le va a faltar.

En su entrevista con nuestro Joey Ramírez, Mermuys mostró mucha cautela, y pidió que no le exijan mostrar el libreto completo de Walton desde el primer día. El entrenador avisó que el objetivo de la Liga de Verano es ver desarrollo individual, y también familiarizar a los jugadores con los conceptos que Walton empezará a enseñar a partir del campamento de entrenamientos en septiembre.

Walton, junto con Brian Shaw, también estará en Las Vegas, siguiendo de cerca la acción. Mermuys estará acompañado en el banquillo por Mark Madsen y Casey Owens, entrenador de los L.A. D-Fenders.

Sobre el final de la temporada pasada, los Lakers empezaron a pedirle a Larry Nance, Jr. que empiece a sumarle rango a su tiro.

El jugador reconoció que los triples no son una faceta que haya utilizado hasta ahora en su carrera, pero la mecánica de su tiro es más que aceptable.

El tema, entonces, pasaba por la confianza.

“Estuve trabajando bastante en mi tiro”, avisó. “Construir la confianza y buscando sumarlo a mi juego…Verán más triples de mi parte en la Liga de Verano”.

Nance, Jr. será el ala-pivot titular del equipo ante la ausencia de Julius Randle, por lo que tendrá bastante protagonismo en una rotación interior llena de jóvenes inexpertos o prospectos pocos conocidos.

La otra incógnita pasa por ver cómo se encuentra físicamente. El producto de Wyoming sufrió de diversos males en sus rodillas en su primera temporada, pero avisó que el descanso y los trabajos de fortalecimiento está funcionando de mil maravillas.

“Diría que estoy en un 90 (por ciento)”, aseguró. “Mi rodilla se siente fuerte. Estoy muy emocionado de poder mostrar mi atletismo completo, todo el repertorio”.

Por último, la nómina de los Lakers en Las Vegas cuenta con unos cuantos jugadores interesantes que buscarán hacerse un nombre y, por qué no, ganarse una invitación al campamento de octubre.

Uno de los que tiene el cupo asegurado es Ivica Zubac. El joven croata está en pleno proceso de adaptación a una cultura nueva, y en la cancha no ha sido la excepción. El pivot europeo practicó recién por primera vez el jueves, y sorprendió con su potencia y algunas volcadas estruendosas.

Zubac, dependiendo de su estado físico, podría tener bastante protagonismo, y de esa forma darles una pequeña muestra a los aficionados de los Lakers de su ilimitado potencial. Pedirle demasiado a los 19 años resulta una idea poco sensata, pero sin dudas la intriga a su alrededor es muy grande.

Algo similar resulta con los otros extranjeros. Los Lakers invitaron a participar al gigante francés Moustapha Fall (7’2 de estatura, 235 libras) y al alero serbio Nikola Jovanovic (6’11, 235), y será fascinante ver cómo se desenvuelven en un marco NBA.

Por contrapartida, Xavier Munford y Jabari Brown ya saben lo que es jugar en la mejor liga del mundo, y serán piezas vitales de la rotación de Mermuys junto a Anthony Brown. Ambos estuvieron en Las Vegas con los Lakers en 2015, y Munford disputó algunos partidos con los Memphis Grizzlies sobre el final de la temporada.

Entre los demás destacan jugadores con habilidades muy específicas. Jarvis Varnado se destacó hace algunos años en Mississippi State por su tremenda capacidad para bloquear disparos y salió campeón con Miami Heat en 2013; Zach Auguste terminó décimo en toda la NCAA en rebotes con 386 en su última campaña en Notre Dame; Ethan Wragge lució su letal tiro exterior en Alemania; y Trevor Lacey y Jamil Wilson se destacaron por su capacidad anotadora en el exterior, luciéndose en Italia y Puerto Rico, respectivamente.

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