featured-image

Novatos aprovechan sus oportunidades en revés ante Celtics

LOS ÁNGELES – Una secuencia en el cuarto periodo resumió perfectamente la manera en la que los Lakers deben afrontar este punto de la temporada.

Perdiendo por 15 puntos a 4:31 del final del cuarto periodo, Moritz Wagner bloqueó un tiro de Al Horford, y luego se arrojó al piso en búsqueda del rebote. Su esfuerzo lo emparejó también con Kyrie Irving, quien eventualmente recuperó el balón. Acto seguido, la defensa hizo las rotaciones correctas, y la jugada terminó con Marcus Smart pisando la línea en la banda contraria.

La pérdida de los Celtics le dio paso a la ovación más grande del partido, con los presentes en STAPLES Center reconociendo el titánico esfuerzo de los jugadores en cancha. Ni el déficit, ni el rival, ni el marco empañaron el momento, y la jugada fue una hoja de ruta para lo que la afición pide en épocas de vacas flacas y lesionados por doquier.

“Nunca nos gusta perder, pero quedé complacido con el esfuerzo que dieron nuestros muchachos”, reconoció Luke Walton tras la derrota por 120-107 del sábado por la noche.

Horas antes, los Lakers se habían desayunado con la noticia de que Brandon Ingram se perderá el resto de la temporada debido a una trombosis venosa profunda, una condición médica que fue detectada a tiempo, pero que causó preocupación en el seno del plantel.

Además, un rato antes del comienzo se confirmaron las bajas de Kyle Kuzma (tobillo derecho) y Lance Stephenson (dedo del pie), que se sumaban a las de Lonzo Ball (tobillo) y Tyson Chandler (cuello).

En ese marco, con un plantel diezmado por las lesiones y distraído por la salud de un compañero, los laguneros dieron la cara ante su máximo rival y ofrecieron una actuación digna gracias a los aportes de dos de sus internos novatos.

Wagner, quien fue titular por primera vez, se despachó con 22 puntos, seis rebotes, y tres asistencias en 34 minutos – estableciendo nuevas marcas personales en todas esas categorías.

El alemán contagió con su intensidad y esfuerzo.

“Creo que Moe fue bueno”, opinó Walton. “Estaba un poquito emocionado de más y se sintió en algunas cosas, (pero) a medida que entró en el ritmo del juego, él empezó a hacer jugadas. Fue una buena noche para él, y una gran oportunidad de aprendizaje”.

El trabajo de Wagner se sumó al de Johnathan Williams, quien logró el primer doble-doble de su carrera con 18 puntos y 10 rebotes en 29 minutos.

El producto de Gonzaga, jugando bajo un contrato dual, colaboró en defensa y se mostró efectivo en el canasto contrario.

“Creo que tiene una buena idea de cómo jugar el juego y qué hacer”, explicó Walton. “Pone buenas cortinas, mantiene posesiones vivas. Creo que tuvo otra noche muy buena para nosotros”.

LeBron James, quien consiguió el triple-doble No. 80 de su carrera (30 puntos, 12 asistencias, y 10 rebotes), reconoció la tarea de los dos novatos.

“Fueron fantásticos”, resumió. “Fueron fantásticos toda la noche. Tanto en la parte ofensiva como en la defensiva. Su energía es algo que nos venía faltando”.

El astro, al igual que Walton, lamentó la falta de puntería del equipo. Los Lakers dispararon apenas 18.5 por ciento de larga distancia pese a generar oportunidades de calidad, y los Celtics les sacaron 27 puntos de ventaja en ese rubro al encestar 14 triples contra cinco.

Por ahí pasó la mayor diferencia en un partido de trámite parejo hasta los últimos minutos del tercer cuarto – momento en el cual los visitantes abrieron una brecha de dobles dígitos que ya no resignarían.

Los Lakers ahora se embarcarán a una gira de carretera de cinco partidos, comenzando el martes en Chicago.