LOS ÁNGELES – No todas las derrotas son iguales.
El miércoles ante los Nuggets, los Lakers llegaron a perder por 23 puntos en el tercer cuarto, y no encontraban soluciones en ninguno de los dos lados de la cancha.
Ni siquiera LeBron James, quien había superado a Michael Jordan para convertirse en el cuarto máximo anotador de la historia de la NBA, lograba hacer suficiente para torcer la historia.
Sin embargo, el trámite empezó a cambiar una vez que, tras probar varias alineaciones, Luke Walton acertó con el trío menos esperado. Alex Caruso, Moe Wagner, y Johnathan Williams – dos jugadores en contratos duales y un novato que tenía solo un puñado de minutos en la temporada – le cambiaron la cara al equipo e impulsaron una remontada furiosa que amenazó el resultado final.
Ese grupo, con algunos aportes de Josh Hart, y la presencia de Rajon Rondo de a ratos y de James en otros, logró bajar el déficit a un doble a 8:30 del final.
“Me encantó”, confesó Walton. “Estamos buscando jugadores que vayan a jugar de la forma que necesitamos jugar. Entiendo donde estamos con las lesiones, pero hay una cierta manera de jugar este deporte, y el respeto que hay que mostrarle al juego, y lo mostramos en la segunda mitad con un par de grupos diferentes formado por J3, AC, Moe y Josh Hart…ganando o perdiendo, así es como tenemos que jugar”.
Mike Malone, el entrenador visitante, se vio obligado a volver a poner a sus titulares, y estos eventualmente lograron volver a estirar la ventaja, camino al triunfo final por 115-99.
Eso fue porque los Lakers hilvanaron una corrida de 36-21 para quedar a tiro.
Caruso terminó con 15 puntos, seis rebotes, y tres asistencias, pero fue su defensa perimetral – sobre todo contra Gary Harris – la que encendió la llama de la esperanza.
Luego se le sumó Wagner, quien aportó un par de triples camino a sus 11 puntos. El alemán también llenó su ficha, agregando tres rebotes, dos asistencias y un robo.
Williams también aportó ocho puntos en 15 minutos, y la vuelta de James a la cancha ilusionó al público presente en STAPLES Center.
“Es más divertido para la afición así”, señaló Walton. “Es la manera que el juego debe ser jugado, y la que nos da la mejor chance de ganar”.