Reggie Bullock traerá equilibrio.
El escolta/alero proveniente de los Pistons llega a darle a los Lakers una contundente dosis de su mayor falencia: el tiro exterior.
Tras ser seleccionado No. 25 en 2013 y jugar muy poco en sus primeras dos temporadas en la NBA con L.A. Clippers y Phoenix Suns, el producto de North Carolina finalmente pudo sacar a relucir su puntería con los Pistons, encestando 289 triples en 701 intentos para un excelente 41.2 por ciento en las últimas cuatro temporadas.
Con el correr del tiempo – y algunas partidas, como la de su ex compañero Kentavious Caldwell-Pope – Bullock se fue afianzando, y en su sexta temporada profesional se encuentra ante el reto de darle una válvula de escape al talentoso grupo de generadores de juego que tienen los Lakers.
En lo que va de la campaña 2018-19, 184 de sus 451 tiros al aro (un 40.1 por ciento) han sido entre 25-29 pies, por lo que hablamos de un verdadero francotirador que llega para abrir espacios en las defensas.
Bullock también dispara 50.9 por ciento en tiros de media distancia.
Y como bien señala nuestro Joey Ramirez de Lakers.com, Bullock brilla saliendo de cortinas, anotando 1.24 puntos por posesión en ese tipo de jugada (marca que se encuentra en el Top 7 por ciento de la NBA).
Una particularidad que tiene este alero de 27 años es que no se caracteriza por monopolizar la pelota. Más bien, la realidad es lo contrario, ya que Bullock destaca por recibir y tirar – un área en la que solo es superado por maestros de esa categoría como Stephen Curry, Klay Thompson, y Buddy Hield.
Como también señala Ramirez, los Lakers se ubican No. 28 en la NBA en puntos recibiendo y tirando, y No. 29 en el porcentaje de esos tiros.
Esto en el marco de una temporada adversa para los laguneros desde larga distancia. Los Lakers se ubican penúltimos en porcentaje de triples (33.4 por ciento), y eso que solamente toman la vigésima mayor cantidad de la liga (30.1 por partido).
Por si solo, Bullock (6.7 triples intentados por noche) disparaba en Detroit un 22.2 por ciento de la cantidad de triples totales de los Lakers en la temporada, por lo que está claro que los angelinos subirán en esa categoría tras su llegada.
Su debut sería el domingo ante los Sixers, ya que el jugador tendrá que superar pruebas físicas que no le permitirán llegar a tiempo para el partido del jueves ante Boston.
Pero una vez que lo haga, el oriundo de Kinston, Carolina del Norte (el mismo pueblo de Brandon Ingram) se convertirá rápidamente en la mayor amenaza exterior de los Lakers de cara al tramo final de la campaña – y una pieza clave en la carrera por regresar a la postemporada.