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Lakers sufren un duro revés en su visita a Denver

EL SEGUNDO – Una noche para el olvido.

Eso fue lo que vivieron los Lakers el martes en Denver, cayendo sin atenuantes ante uno de los equipos que empieza a destacarse entre los mejores de la Conferencia Oeste.

Y es que para la tropa de Luke Walton, la gran mayoría de las facetas del juego les fueron adversas.

Desde el 60-39 en los tableros hasta el 14.3 por ciento disparado en triples, los locales justificaron cuarto tras cuarto la ventaja final de 32 puntos.

En un recinto difícil, los Lakers no pudieron dar batalla ante un conjunto que suele darles problemas. Eso comenzó con el pick and roll alto que suelen emplear a la perfección los pupilos de Mike Malone, y que le permitió tanto a Nikola Jokic como a Mason Plumlee operar con espacio en la pintura.

El serbio, de nivel irregular en los últimos partidos, tuvo la ráfaga a comienzos de tercer cuarto que terminó de desnivelar el partido. Del resto se encargarían Paul Millsap y Jamal Murray entre los titulares, estirando la ventaja a cifras imposibles de remontar para una escuadra de los Lakers que, además, jugó en inferioridad de condiciones.

Al ya conocido esguince de tobillo de Josh Hart, que lo ha limitado muchísimo en los últimos tres partidos, se le sumó otro de Lonzo Ball en el segundo cuarto. El base intentó volver a la cancha en el tercer periodo, pero su periplo en cancha duró poco, ya que se lo vio rengueando y mostrando poca efectividad. Eso se suma a la ausencia de Rajon Rondo, dejando la conducción del equipo un tanto huérfana en un momento de la temporada en el que al equipo le está costando anotar como antes.

Eso generó una tormenta perfecta que apagó rápidamente cualquier esperanza de una remontada como la que se vio ante Orlando. La banca no pudo imponer sus fortalezas, y el regreso de los titulares no tuvo el efecto deseado.

LeBron James, con 14 puntos, tuvo su menor cosecha de la temporada. Kyle Kuzma volvió a superar la barrera de los 20 puntos, pero algunos de ellos llegaron con el partido definido. Brandon Ingram, más allá de algún lapso alentador, tampoco pudo hacerse sentir en el aro rival.

Todo eso conspiró para que el equipo apenas anotara siete puntos afuera de la pintura, si se tiene en cuenta que 56 tantos llegaron en la llave y otros 12 en la línea de tiros libres.

El 5/35 en triples denotó una noche errática para todo el equipo, y si bien se mejoró en el cuidado del balón (solo 12 pérdidas), los Nuggets también jugaron bajo control y neutralizaron esa fortaleza.

Los Lakers quedaron 11-9 en la temporada y afrontarán sus próximos cuatro partidos en condición de local, comenzando con Indiana el jueves en STAPLES Center.