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Lakers apagaron al Jazz con brillante actuación defensiva

LOS ÁNGELES – Sobrevivir y avanzar.

Eso es lo que hicieron los Lakers el viernes por la noche, al superar la resaca del Día de Acción de Gracias y vencer a Utah Jazz – sumando el noveno triunfo en los últimos 11 encuentros.

El marcador (90-83) le hizo justicia a lo que fue el desarrollo del partido, y los Lakers se apoyaron de lleno en una corajuda actuación defensiva para sacarlo adelante.

“No fue una victoria linda, pero creo que ganamos con nuestra defensa esta noche”, aseguró Luke Walton. “Hablamos antes del juego de que el primer juego en casa tras una gira de carretera siempre es difícil. Todo lo que les pedí a los muchachos es que tuvieran esa energía, ese esfuerzo, y que involucraran al público. Creo que hicimos un gran trabajo de jugar con ese espíritu competitivo, y de pelear en el lado defensivo”.

Los laguneros dejaron a su rival en un 38.8 por ciento en tiros de cancha, beneficiándose también con la lesión de Donovan Mitchell, quien abandonó el juego en el segundo cuarto por un golpe en las costillas. Sin embargo, el escolta de segundo año ya disparaba 2/9 de cancha, algo que presagiaba lo que sería una noche oscura para la ofensiva visitante.

Los Lakers tampoco lo hicieron mucho mejor. Un ataque desprolijo y lleno de imprecisiones produjo el caudal de goleo más bajo de la temporada, con 11 puntos menos de los anotados la semana pasada en la victoria ante Sacramento Kings.

A lo largo y ancho, poco realmente funcionó como debe. El equipo repartió apenas 10 asistencias, yéndose al entretiempo con solo tres. Para poner en contexto, solamente en 10 ocasiones en la historia de su franquicia el equipo se quedó en un solo dígito en asistencias.

La contracara fueron las pérdidas, que le dieron vida al Jazz a lo largo de la noche. Los Lakers regalaron 24 esféricos (registro más alto de la campaña), y los pupilos de Quin Snyder los convirtieron en 27 puntos propios.

“No creo que tengamos una excusa por eso”, dijo Brandon Ingram, quien lideró a los Lakers con 24 puntos. “Fue una de esas noches en las que no cuidamos la bola. Lo compensamos en la parte defensiva y eso ayudó un montón. Eso es lo que tenemos que hacer en juegos así, solo controlar la presión defensiva”.

LeBron James, quien en uno de sus juegos más discretos desde lo estadístico igual terminó con 22 puntos, 10 rebotes y siete asistencias, hizo una lectura similar.

“A lo largo de una temporada de 82 partidos, uno va a tener juegos en los que deberás ganarlos defensivamente sin importar cómo estés jugando en ofensiva, y eso es lo que hicimos hoy”.

El esfuerzo, sin lugar a dudas, fue grupal.

“Cinco tipos en unísono, todos hablando, moviéndose como uno”, ilustró Lonzo Ball. “Eso es lo que hicimos esta noche….la defensa definitivamente nos dio la victoria hoy”.

Walton también le dio crédito a uno de los héroes silenciosos.

“Creo que la defensa de (Kyle) Kuzma sobre (Joe) Ingles fue impresionante. Él lo persiguió por toda la cancha. Él normalmente no marca a ese tipo de jugadores, pero creo que Kuzma hizo un muy buen trabajo en defensa”.

Eso le dio suficiente tiempo a los Lakers para hilvanar la ráfaga que a la postre marcaría la diferencia en el resultado. Con el marcador 81-77 a 4:36 del final, los Lakers tuvieron una racha de 7-2 que resultaría ser suficiente.

Allí, un doble de Ball, un triple de King James, y una volcada de JaVale McGee (con asistencia de Ball) se mezclaron con buena defensa y excelente rebote – esa atención al detalle que muchas veces refleja la diferencia entre ganar y perder en la NBA.

“Para mí, en el cuarto periodo, es la hora de ganar”, opinó James. “Tengo la bola en mis manos, siento que puedo hacer jugadas, no solo para mis compañeros sino que para mí también”.

Ese triple (y la celebración que puso de pie al STAPLES Center), terminó de hundir al Jazz, y le permitió a los Lakers mejorar su récord. Los de púrpura y dorado se irán a dormir a una victoria del primer puesto de la Conferencia Oeste.