EL SEGUNDO – Tropezar con una piedra conocida.
Eso es lo que le sucedió a los Lakers en Orlando, cayendo por décima vez en las últimas 11 visitas Florida Central.
La derrota por 130-117 ante el Magic cortó una racha de cuatro triunfos al hilo para los pupilos de Luke Walton, que tuvieron un sólido primero cuarto pero se desdibujaron rápidamente a partir del segundo.
Allí, la segunda unidad sufrió para anotarle a la dupla interior formada por Jonathan Isaac y Mo Bamba, y la sequía se extendió tras el regreso de los titulares. A la vez, los Lakers no pudieron mantener el gran envión defensivo de las últimas semanas, pagando caro sus errores a manos de un Nikola Vucevic inspirado.
El montenegrino anotó 36 puntos y trituró a los laguneros por dentro y fuera, al punto de que Orlando tuvo supremacía interior (62-56 en la pintura) y exterior (11-10 en triples).
La diferencia hubiera sido mayor de no ser por una patriada de Lance Stephenson, quien anotó 16 de sus 19 puntos en el cuarto periodo. El veterano estuvo bien acompañado por Svi Mykhailiuk (ocho puntos en 2/3 en triples) y Michael Beasley (siete puntos en su cuarto partido de la temporada).
Lo extraño fue que el desenlace poco tuvo que ver con el comienzo del cotejo. LeBron James (22 puntos y siete asistencias en 26 minutos) y Brandon Ingram (17 puntos, siete asistencias y seis rebotes) habían comenzado inspirados.
Además, Josh Hart (3/4 en triples, 13 puntos) continuaba con la mano caliente que viene mostrando a lo largo de la temporada.
Sin embargo, la defensa se desvaneció y el rival no perdonó. Walton recurrió a alineaciones más bajas ante la poca efectividad de JaVale McGee y Tyson Chandler, pero tampoco encontró respuestas por ese lado.
Lo positivo es que la revancha será de inmediato, ya que los Lakers enfrentarán a Miami Heat el domingo por la tarde – con la esperanza de voltear la página y embarcarse en una nueva racha triunfal.