EL SEGUNDO – Tyson Chandler puede que sea la pieza que faltaba.
El veterano pivot, quien firmó con los Lakers el martes tras quedar en libertad después de su paso por los Phoenix Suns, se perfila como el complemento perfecto para JaVale McGee en el corazón de la defensa de los laguneros.
A lo largo de los primeros 10 partidos, ese espacio vació intentó ser llenado por un número de opciones. Desde Ivica Zubac y Johnathan Williams entre los más tradicionales, hasta Michael Beasley y Kyle Kuzma entre los más arriesgados, Luke Walton ha estado modificando la rotación para que el funcionamiento de la defensa no se recienta cuando llega el turno de descansar de McGee.
Es por eso que su llegada encaja, en teoría, de forma perfecta. Chandler se ubica No. 42 en la tabla histórica de rebotes de la NBA, superando los 10,000 a lo largo de poco más de 17 temporadas.
El centro tiene claro el rol que deberá cumplir, y cómo ayudará a sus compañeros.
“Hablando con ellos y haciéndolos sentir cómodos con lo que ven”, señaló. “Creo que una clave de tener una gran unidad defensiva es la comunicación y que todos estén conectados. La única forma de lograrlo es que estén cómodos, y como pivot, soy la última línea. Veo todo, y es hablar con ellos, que escuchen mi voz así entienden lo que viene antes que llegue”.
Chandler y LeBron James se enfrentaron en las Finales de la NBA en 2011 (el único título del pivot) y luego fueron compañeros en el equipo de Estados Unidos que ganó la medalla de oro en Londres 2012.
King James dijo que la llegada del pivot es muy positiva.
“Tener a otro veterano, a otro líder, ayudará a los jóvenes”, opinó. “Ahora somos bastante buenos en la delantera con JaVale, Tyson y Big Zu”.
El astro agregó que la presencia de Chandler sumará a la hora de organizar la defensa gracias a sus dotes de comunicación.
“Es gigante cuando viene desde la posición de pivot, y sobre todo desde la última línea”, dijo James. “La línea de adelante, con los armadores, no sabe lo que sucede detrás de la bola, y si el pivot se está comunicando, eso ayuda mucho”.
VUELVE UN HIJO PRÓDIGO
Chandler creció en Compton y brilló en Dominguez High School.
“Amo la ciudad, amo al equipo”, reconoció. “Tener la oportunidad de jugar al lado de LeBron y el talento joven que tienen. Quería ser parte de los que Magic (Johnson) y Rob (Pelinka) están haciendo y darle la vuelta a esto. Tener la oportunidad de regresar aquí a algo que sé que será increíble, eso era algo que no podía dejar pasar”.
El pivot reconoció que tuvo otras ofertas, pero que era hora de volver a casa.
“Significa todo (para mí)”, confesó. “Pasé mi carrera representando ciudades y tuve la bendición de estar en la comunidad y ayudar, y cuando esto se dio, mi primer pensamiento fue: tengo la oportunidad de volver y ayudar a los chicos que están transitando el camino que yo caminé hace 18 años, y mostrarle que la oportunidad está y que hay una forma…permitirle ver con sus propios ojos que es posible”.
Y es que finalmente, su familia ya no tendrá el corazón dividido entre la camiseta púrpura y dorada y Chandler.
“Han sido unos tres, cuatro días locos”, le contó a Joey Ramírez de Lakers.com. “Mi teléfono explota con mensajes, llamadas. Mi familia siempre ha sido fanática de los Lakers, incluso conmigo en la liga, y siempre es un conflicto de intereses cuando vengo a jugar acá. Muchos en mi familia no eligen a mi equipo. Estarán todos emocionados, como si fuera la secundaria otra vez, y ser capaz de jugar frente a ellos. Obviamente hay un nivel de confort que viene con eso”.