featured-image

Refuerzos veteranos ya pagan dividendos con Lakers

EL SEGUNDO – Un par de apuestas de riesgo.

Eso fueron Lance Stephenson y JaVale McGee para la mayoría, un relato propagado por difusos reportes sobre sus personalidades y basado en información antigua y clips de televisión.

Rob Pelinka y Magic Johnson explicaron en repetidas ocasiones a lo largo del verano el método de esa ‘locura’. La experiencia de campeonato del pivot. La competitividad del alero. La presión que generan los viajes al canasto del interno. El manejo de la bola y la defensa del perimetral.

Todas esas cosas y más se vieron en la victoria del miércoles en Phoenix, una parada complicada que los Lakers lograron sortear pese a las bajas de Rajon Rondo y Brandon Ingram, suspendidos por el incidente del sábado ante los Houston Rockets.

Stephenson, en particular, apareció cuando el equipo más lo necesitaba, explotando con 23 puntos, ocho asistencias y ocho rebotes desde la banca.

“Con (Rondo) afuera, él es nuestro armador suplente ahora mismo, y controló el juego”, dijo LeBron James. “Tuvo gran ritmo y encontró a los muchachos”.

El ex Indiana atacó y atacó, sumando 14 puntos en la pintura y creando juego para todos – desde Lonzo Ball hasta Johnathan Williams.

Luke Walton, comprendiendo que esta era su noche, le soltó la rienda y lo dejó crear, alimentando ese instinto nacido en el cemento de las canchas callejeras de Nueva York.

“Todavía va uno contra uno, y es realmente bueno en eso, así que no se lo vamos a sacar”, explicó el entrenador. “Pero está haciendo más de lo que le estamos pidiendo. Está compartiendo la bola. Él bailó un poquito al final del partido, pero en general está jugando el estilo que queremos jugar. Y está compitiendo en defensa, y por eso se está ganando tanto al cuerpo técnico ahora mismo”.

Y es que cuando ‘Born Ready’ está encendido, la ofensiva de los Lakers es una fiesta.

Lo mismo sucede cuando McGee está en cancha, algo que está sucediendo mucho más que en los últimos años.

El pivot de Flint (Michigan) promedió 9.5, 9.6, y 10.9 minutos, respectivamente, sus últimas tres temporadas. Sin embargo, en lo que va de la temporada 2018-19, él está en 23.8 minutos por noche, y con grandes registros.

McGee ha anotado en dobles dígitos en los cuatro partidos y promedia 16.3 puntos, 7.0 rebotes y 3.3 tapones – con su usualmente excelente porcentaje de cancha (62.8 por ciento).

“Él mostró hoy que puede meter un triple, meter un tiro de media distancia, atrapar un pase alto, tuvo algunos rebotes y canastas, así que hizo todo hoy”, resumió James en Phoenix.

Su defensa tras cuatro partidos (una muestra pequeña, está claro) ha bordeado lo revolucionario. Con él en cancha, los Lakers permiten solo 102.3 puntos cada 100 posesiones, y su eficiencia neta es de +8.9 – fácilmente la mejor de todos los miembros de la rotación que han estado en todos los partidos.

“Está apuntalando la defensa que tenemos hasta ahora”, señaló Walton. “Está apagando muchos fuegos. Juega duro, y le pedimos que juegue duro. Es un grandote que está corriendo la cancha de un lado y rotando (en el otro)”.

Sorprendentemente, la ofensiva del equipo tampoco ha sufrido con él en cancha. Pese a la tendencia a buscar alineaciones bajas, la velocidad y agilidad del pivot le han permitido seguirle el ritmo a sus compañeros. Con él en cancha los Lakers anotan 111.2 puntos por cada 100 posesiones – un registro que supera al de James, Ingram, Lonzo Ball y Kentavious Caldwell-Pope.

“Es tan activo, y comienza con su defensa”, analizó James. “Su habilidad para bloquear tiros y salir a correr, ganándole a otros internos a la carrera. Siempre lo estamos buscando”.

Siempre no es una exageración, y muchas veces esa búsqueda comienza con el salto inicial.

Se sabe que este tipo de producción por parte de ambos es algo que no sucederá todas las noches. Sin embargo, los Lakers tampoco lo necesitan.

Lo importante es que en una situación complicada, tras un comienzo de 0-3, y en la carretera sin dos piezas vitales de la rotación, los veteranos dijeron presente. La apuesta por ellos ya va dando frutos.