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Exceso de generosidad, un pecado positivo de los Lakers

LOS ÁNGELES – Los Lakers se toman muy en serio la cultura del pase extra.

Con LeBron James y Rajon Rondo abordo sumándose a jugadores altruistas como Lonzo Ball, Brandon Ingram, y Josh Hart, el equipo no ha tenido grandes problemas a la hora de dar el pase extra – siempre en búsqueda de un tiro de mejor calidad.

Sin embargo, el partido del martes en STAPLES Center fue uno de esos casos extremos, culminando en derrota ante los Nuggets en el primer partido en casa de la pretemporada.

El final del encuentro fue un gran ejemplo, con los Lakers moviendo la bola hasta que le encontraron un tiro de calidad al jovencito Isaac Bonga. El alemán, quizás sin tener noción exacta del tiempo que quedaba en el reloj, eligió dar un pase extra, y el partido se esfumó sin que los laguneros hicieran un último intento para ganarlo.

“Hubo algunas posesiones, de ambas unidades, en las que pensé que me estaban bromeando al pasar tantas veces”, confesó Luke Walton. “En algunos estaban abiertos. De todos modos, en la pretemporada 100 por ciento acepto eso. Quedé muy complacido con eso”.

Los Lakers dispararon 51.2 por ciento en tiros de cancha y se repartieron 28 asistencias en 43 canastas – con Rondo siendo responsable de siete de ellas.

Sin embargo, lo que señaló Walton se vio en jugadas en las que el equipo se enamoró del pase extra, desaprovechando tiros de gran calidad.

Aquí, tanto Kyle Kuzma como Hart dejaron pasar oportunidades de oro, y eso le permitió a la defensa de los Nuggets recuperarse en sus rotaciones y llegar a bloquear el triple esquinero de Ingram.

Siete pases, con cuatro jugadores distintos rechazando tiros, y con el quinto viendo el suyo terminar en la primera fila.

“Realmente estamos recalcando lo de ser generosos”, confirmó JaVale McGee, goleador de los Lakers con 15 puntos. “Se puede ver que a veces somos demasiado generosos. Le recriminamos a Kuz que estaba pasando de más a veces, cuando estaba solo para tirar el triple. Le dijimos, ‘tira, especialmente cuando estás abierto’”.

Pese a esto, cuando el pase extra funciona, los resultados son arrolladores, y los Lakers terminaron el partido con 27 puntos de contragolpe.

La primera mitad tuvo una serie de rompimientos de alto voltaje en la que los Nuggets simplemente no tuvieron respuestas ante la mezcla de poder, velocidad, visión de juego y generosidad de los pupilos de Walton.

Al pase sin mirar de James se le suma otro fantástico de Ingram, y McGee solo debió dedicarse a hacer lo que mejor hace – lucirse como en el bufet en Las Vegas.

“Somos un poquito demasiado generosos, pero eso es bueno para nosotros”, aseguró James. “Ahora mismo, mientras nos vayamos conociendo, es bueno dar el pase extra para ir de un buen tiro a un gran tiro. Pese a que en algunos sentimos que pasamos la bola demasiado, eso será bueno para nuestro equipo a largo plazo”.