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Lakers vuelven al triunfo con el regreso de Brandon Ingram

LOS ÁNGELES – Una victoria de todo el equipo.

Eso fue lo que lograron los Lakers el miércoles por la noche, dándole a Luke Walton el regalo de cumpleaños que les había pedido con el triunfo No. 32 de la temporada.

A diferencia de varias de las noches recientes, los Lakers recibieron contribuciones múltiples de toda su plantilla, principalmente de su segunda unidad.

Un triple de Harrison Barnes promediando el tercer cuarto puso a los Mavericks arriba por 13 (74-61), pero los laguneros reaccionaron a tiempo, embarcándose en una racha de 16-0 que sirvió no solo para volver a meterse en el partido, sino que para volver a encontrarse con su identidad.

Y es que de la mano de jugadores como Alex Caruso y Kyle Kuzma (partiendo desde la banca tras el regreso de Brandon Ingram), los angelinos ajustaron las tuercas en defensa, empezaron a cuidar el balón y lograron sacar provecho de las oportunidades en transición.

Los Lakers se irían al final del tercer cuarto arriba por un punto, y en el cuarto periodo disfrutaron el show de Kuzma, quien anotó 10 de sus 18 para definir el pleito.

“Creo que la segunda unidad es la razón por la que ganamos el juego esta noche”, opinó el entrenador.

Walton se los había avisado de antemano, señalando el riesgo del primer juego en casa tras una larga gira de carretera.

“Debes encontrar ese fuego, energía y cohesión nuevamente e involucrar al público, y no tuvimos eso hasta que entró la segunda unidad en el tercer cuarto y empezaron a levantar. Siento que fuimos capaces de alimentarnos de esa energía, y cuando los titulares volvieron, ellos jugaron con la misma cantidad de fuerza y energía, y fuimos capaces de ganar”.

El partido que presentó Rick Carlisle y Dallas no fue fácil, ya que buscaron neutralizar sistemáticamente a Brook Lopez y Julius Randle.

El pivot se lució, liderando al equipo en la primera mitad camino a 22 puntos, mientras que Randle finalizó la noche con 20 puntos y 10 rebotes. Sin embargo, ellos debieron soportar ola tras ola de dobles marcajes, apostando a que los tiradores de los Lakers no les harían pagar el precio.

La estrategia funcionó, con los de púrpura y dorado disparando 9/33 de larga distancia, pero los 46 puntos acabaron siendo suficientes ante un equipo que además utilizó mayoría de suplentes en el cuarto periodo.

El partido dejó además una sensación agridulce, ya que la vuelta de Ingram se mezcló con una nueva lesión de Lonzo Ball.

El alero terminó con 13 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias en 23 minutos.

“Se lo vio bien”, dijo Walton. “Fue bueno tenerlo ahí. Pienso que su timing estaba un poquito mal en la primera mitad, pero creo que la segunda mitad fue buena”.

Kuzma habló de sus dotes creativos.

“Es un generador de juego y un poco necesitábamos eso durante el pasaje de partidos que se perdió”.

El jugador reconoció que las ganas de volver al parquet le jugaron en contra.

“Estaba ansioso de estar ahí, ansioso de jugar con los muchachos”, avisó.

Con el correr de los minutos él ganó en protagonismo, e incluso cerró el partido en cancha ya que Ball sufrió un rodillazo en la parte posterior de su rodilla izquierda, algo que lo marginó del cierre de la noche.

“Creo que es un moretón en la parte de atrás de la pierna y creo que debería estar bien”, dijo el base, que se someterá el jueves a una resonancia magnética aunque cree que no es nada de gravedad.

Con Isaiah Thomas fuera por el resto de la temporada, y con Josh Hart acelerando su regreso pero todavía sin fecha fija, los Lakers necesitarán de ambos en estos últimos ocho juegos de la temporada.