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Alex Caruso y la importancia de aprovechar los momentos

EL SEGUNDO – Llegó el momento de Alex Caruso.

La lesión de Lonzo Ball – sin fecha de regreso establecida – le abrió la puerta al producto de Texas A&M, y tras algunos partidos de nivel irregular el base destacó el domingo en la victoria sobre los New York Knicks.

Caruso fue crucial en el mejor momento del equipo, un pasaje que comenzó promediando el tercer cuarto y que se extendió hasta el final del partido. El armador no solo terminó con ocho puntos y nueve asistencias, sino que también fue instrumental para que los Lakers ajustaran su defensa a tiempo para asegurar un nuevo triunfo, el quinto de forma consecutiva en STAPLES Center.

“Solo tengo 45 días así que tengo que aprovecharlos al máximo”, dijo el texano, sonriente tras su mejor producción en la NBA.

El base fue uno de los grandes descubrimientos de los Lakers el verano pasado. Tras una sólida campaña en la NBA G League en 2016-17 con OKC Blue, la gerencia lagunera lo incorporó como parte del equipo que disputó la Liga de Verano en Las Vegas.

Allí, tras una gran performance, los Lakers le dieron uno de sus dos contratos duales. Esta nueva modalidad permite a una organización asignar al jugador a su equipo de ligas menores, y contar con él en el plantel mayor durante un lapso de 45 días como máximo.

Hasta el momento Caruso ha pasado aproximadamente la mitad de ese tope con los Lakers. Los demás días, él ha defendido con creces la camiseta de los South Bay Lakers, recibiendo recientemente el honor de ser nombrado al Segundo Equipo en el Showcase de esa competición realizado en Canadá.

“Tiene gran tamaño, es duro, por lo que puede defender múltiples posiciones en una NBA moderna en la que muchos equipos intercambian todos (los marcajes), sobre todo en las segundas unidades”, opinó Luke Walton. “Lo que le hemos dicho es que tiene es que tiene que trabajar en meter ese triple desmarcado. Es un buen jugador, ingenioso cuando llega a la pintura, creo que está bien con eso. Si está metiendo ese tiro consistentemente, en mi opinión es definitivamente un jugador de rotación en la NBA”.

Caruso ha sido una de las figuras de la G League, promediando 18.4 puntos, 7.5 asistencias y 2.2 robos, disparando 51.9 por ciento en tiros de cancha y un muy buen 38.5 en triples.

“Le puse mucho trabajo desde que salí de la universidad para convertirme en un muy buen tirador, y en este año y medio me he puesto realmente cómodo, ya sea en movimiento o tras una penetración y pase de alguien más, y si está abierto, es el mejor tiro para el equipo y debo tomarlo”, explicó.

Sin embargo, antes del fin de semana pasado él no había podido trasladar esa producción a la NBA – por más que esas oportunidades hayan sido escasas y de minutos limitados.

“He sido un gran fanático suyo, al menos desde que lo conocí en la Liga de Verano, y no ha sido tan agresivo, al menos cuando ha tenido oportunidades con nosotros, comparado con lo buen jugador que es”, dijo Walton. “En los últimos dos juegos creo que ha cambiado su mentalidad. Con él la agresividad no quiere decir que tiene que ir a anotar. Significa ir a la pintura, hacer la jugada correcta defensivamente, quizás tomar un par de riesgos más”.

Caruso reconoció esa falencia, aunque dijo que de a poco la va superando. Sus compañeros, por lo pronto, están felices por su buen momento.

“Quizás no luzca como uno, pero ese es un jugador NBA”, dijo Larry Nance, Jr. “No hay dudas en mi mente. No nos sorprende. Lo hemos visto en las prácticas, lo vimos en el campamento de entrenamiento. Verlo en un partido no es sorpresa”.

Jordan Clarkson, a quien conoce desde su adolescencia en Texas, también le mostró su apoyo.

“Odiaba jugar contra AC en la universidad”, recordó. “Era uno de esos jugadores molestos defensivamente, e involucraba a los compañeros. Es bueno que lo tengamos en la escuadra”.

Precisamente junto a Clarkson es cuando Caruso mostró su mejor versión.

“Ha hecho un gran trabajo de jugar con JC, porque le permite a JC jugar sin la pelota un poquito”, apuntó Walton.

Caruso ahondó en cómo es que se complementan.

“Nos ayuda mucho porque somos dos jugadores diferentes”, aseguró. “Yo hago muchas de las cosas pequeñas, las jugadas de esfuerzo y jugando defensa dura. No es que él no lo haga, pero él es más un tipo ofensiva, y en ese lado yo tomo un papel secundario con él. Nos complementamos bien, nos gusta jugar juntos, somos amigos. La comodidad con el otro y poder hacer muchas cosas diferentes le ayuda a él”.

La sociedad le ha dado resultados prometedores a los Lakers, por lo que Walton por ahora planea mantenerlos juntos en la segunda unidad, al menos hasta la vuelta de Ball.

En cuanto a Caruso, se trata de seguir sacándole jugo a la experiencia.

“Se trata de balancear los dos roles que tengo con los dos equipos”, razonó. “Cuando estoy aquí (se trata de) encontrar un nicho y estar cómodo con eso, y cuando estoy con South Bay es un poquito diferente, es más liderazgo. Estar cómodo y ser eficiente con los dos roles es lo más importante”.