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Lakers vuelven al triunfo con paliza ante Atlanta Hawks

LOS ÁNGELES – Siempre que llovió, paró.

Los Lakers redondearon una gran actuación el domingo por la noche, venciendo a los Atlanta Hawks y cortando una racha de nueve derrotas consecutivas. Además, el equipo volvió al triunfo en STAPLES Center por primera vez desde el 21 de noviembre.

El rendimiento fue rutilante tanto desde lo colectivo como lo individual, con el equipo disparando 55.8 por ciento en tiros de cancha – la marca más alta desde el 25 de marzo de 2014 ante Nueva York.

“Se siente bien, obviamente”, reconoció Luke Walton. “Ellos anotaron 133 (puntos), pero igual quedé contento con la defensa que jugamos. Creo que impulsó todo para nosotros esta noche”.

La intensidad defensiva marcó la diferencia. Las rotaciones fueron más eficientes, el esfuerzo mejor canalizado y la ejecución más efectiva. El entrenador de los Lakers avisó que lo hecho en la racha perdedora no fue todo negativo, y aventuró que los suyos solo lograron volver al nivel defensivo de comienzos de temporada.

“No es que esta noche de repente algo fue drásticamente diferente, pero esta noche hicimos un muy buen trabajo de jugar nuestra defensa, marcar, comunicarnos y luego venir y bajar rebotes como equipo, y ser capaces de salir a correr”, explicó. “Así es cuando somos mejores, cuando tenemos desvíos o tapas, y nuestros internos vienen y atrapan el rebote y corremos los carriles”.

Los contragolpes fueron la avenida preferida, con los Lakers imponiéndose 28-0 al medio tiempo. Al final, la cosecha de 42 puntos por esa vía fue la más alta en la historia de la franquicia.

“Creo que mirándolo se puede ver que nos divertimos mucho cuando jugamos así”, dijo Lonzo Ball. “Beneficia mi juego perfectamente. He jugado así toda mi vida, así que esta noche fue definitivamente una buena”.

El base anotó 13 puntos, capturó 10 rebotes y repartió seis asistencias, sumándose además a la lluvia de triples del equipo. Los Lakers conectaron 16 desde larga distancia, la mayor cantidad de la temporada.

Los Lakers además dispararon 20/25 en la línea de tiros libres, para un necesario 80 por ciento que le puso el punto de exclamación a los 132 tantos conseguidos.

En cuanto a lo individual, los aportes llegaron desde todos los rincones. Brandon Ingram brilló con 20 puntos en siete tiros y se lució en la conducción con siete asistencias. Él fue uno de ocho jugadores de los Lakers en dobles dígitos.

Kentavious Caldwell-Pope (14 puntos), Josh Hart (12) y Jordan Clarkson (18) se combinaron para tirar 8/12 desde larga distancia. En la pintura, Julius Randle (15 puntos y nueve rebotes) y Larry Nance, Jr. (13 puntos y ocho rebotes) también dejaron su huella.

El equipo también repartió 32 asistencias y se impuso por 56-40 en puntos en la pintura.

“Los frenamos e hicimos lo que mejor hacemos – salir en transición”, resumió Caldwell-Pope.

El duodécimo halago de la temporada llegó en buen momento, y según Walton será vital para elevar el ánimo de la plantilla.

“Fue bueno obviamente conseguir esa victoria, tener un poquito de alegría en el vestuario tras el partido, para que cuando volvamos a trabajar mañana no sea el mismo discurso”, dijo Walton.