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Celebrando al ‘Laker más grande de todos los tiempos’

LOS ÁNGELES – Fue una ceremonia a la altura de una leyenda.

Con realeza de pie y con la familia de los Lakers unida y rendida a sus pies, Kobe Bryant presenció el retiro de sus dos camisetas, las míticas No. 8 y No. 24 que utilizó a lo largo de sus 20 años de carrera profesional.

“Estamos aquí para celebrar al más grande en vestir la púrpura y dorada”, aseguró Magic Johnson, uno de los pocos en ser siquiera parte de esa prestigiosa conversación.

Los luminarios rindieron tributo, desde Bill Russell hasta Allen Iverson, pasando por sus ex compañeros y el resto de los históricos de la franquicia. Rob Pelinka – su ex representante – estuvo parado a unos metros, y cerca suyo se encontraban Jerry West y Mitch Kupchak, los encargados de darle la bienvenida junto al Dr. Jerry Buss allá por el año 1996.

Los elogios cayeron desde los cuatro costados del STAPLES Center, pero fue Shaquille O’Neal, su socio en el tricampeonato 2000-02, resumió su lugar en la historia lagunera.

“Yo probablemente soy el Laker más dominante, pero nunca quise ser el más grande…Kobe desde que vino me dijo que sería el más grande”, avisó. “Es una conversación entre él y Magic, pero si me preguntas a mí, soy más de Kobe que de Magic”.

Jeanie Buss habló en representación de los fanáticos de los Lakers, e incluso llegó a las lágrimas al agradecerle su lealtad – habiendo elegido quedarse en la organización cuando la tentación tocó su puerta.

“Te pedimos tu esfuerzo y nos diste tu corazón”, recordó.

“Has dejado tu marca por siempre en esta franquicia”, le dejó en claro.

Cuando le llegó su turno, y ante los ojos de su familia y el mundo, Bryant se permitió mirar un poco más allá.

“No se trata de mis camisetas que están colgando ahí para mí, se trata de las camisetas que estaban colgadas ahí antes”, confesó. “Sin ellas, no podría estar aquí hoy. Me inspiraron a mí a jugar al (baloncesto) en un alto nivel. Magic, (Kareem Abdul-Jabbar), Shaq empujándome todos los días. (Elgin) Baylor, (Wilt) Chamberlain, (Gail) Goodrich, West, (James) Worthy”.

Bryant también le dedicó unas líneas al Dr. Buss – por creer en ‘el chico flaquito de Lower Merion High School en Philadelphia – antes de reubicar la atención en el porvenir: el futuro de los Lakers.

“También se trata de la próxima generación, esta plantilla actual que tenemos aquí”, señaló. “Se trata de personificar el espíritu que existe en esas camisetas ahí. En llevar a esta organización hacia delante, para que los próximos 20 años sean mejores que los últimos 20 años”.

Su carrera ilustre recibió un reconocimiento a su medida. Shaq, por su parte, tiene en claro cómo quedarán grabados por siempre en la memoria del hincha.

“Seremos recordados como la combinación 1-2 más enigmática, controversial, dominante alguna vez creada”, avisó. “También conocida como el mejor dúo de la historia de los Lakers. Si los ves a Magic y Kareem les puedes decir que lo dije”.

Johnson fue aún más breve, pidiéndole a los presentes que atesoren cada momento vivido.

“Nunca, nunca jamás habrá otro Kobe Bryant”.