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Corey Brewer, voz veterana entre la juventud de Lakers

EL SEGUNDO – Los viernes son los días menos concurridos de la temporada baja en el UCLA Health Training Center.

Si bien todas las sesiones son opcionales y se realizan en un marco formal, el grueso del plantel de los Lakers pasa la semana intercalando trabajos de gimnasio con horas y horas de práctica en la cancha.

Sin embargo, a medida que se acerca el fin de semana, la asistencia va mermando, ya que los jugadores aprovechan sus últimas semanas de vacaciones antes del campamento.

Lo que no sorprende es ver a Corey Brewer, junto a su hijo, tirando a canasta, con la sonrisa en el rostro que lo define y su ética de trabajo a flor de piel.

En charla con Lakers.com/español, el alero nos contó sus impresiones de cara a la temporada que se viene.

“Es un lugar increíble para estar, especialmente ahora, con la organización habiendo cambiado”, aseguró. “Magic (Johnson), Rob (Pelinka), y con Jeanie (Buss) haciéndose cargo”.

El veterano, adquirido la temporada pasada en un canje con Houston Rockets, está aprovechando la experiencia. Algunas semanas atrás él realizó el lanzamiento de honor en Dodger Stadium, una experiencia única para alguien que también solía jugar pelota de niño.

Con un año más de contrato en su vínculo, Brewer reconoce no haber charlado con profundidad con Luke Walton acerca de cuál será su rol en la temporada 2017-18. En su óptica, eso no es necesario.

“En mi caso, yo vengo con la mente abierta”, explicó. “Soy un veterano, he estado aquí durante 11 años, así que sé mi rol. Es venir, jugar duro, traer mucha energía y tratar de ayudar al equipo a ganar de la manera que pueda. Solo se trata de ganar. Creo que estamos tratando de volver a convertirla en una organización ganadora, como debe ser”.

Lo que sí vaticina es el ser una voz de calma, una palmada en el hombro y un consejo oportuno para sus jóvenes compañeros.

“Trato de ayudarlos todo lo que puedo”, contó. “Siempre les digo que si necesitan algo, que me pueden preguntar, y que si yo veo algo, les diré qué pueden hacer mejor. Con la experiencia que tengo, habiendo jugado con muchos buenos jugadores como James Harden, les digo lo que debería hacer y lo que no deberían hacer. Es aportar experiencia para ayudarlos a ser mejores”.

Brewer contó que varios de sus nuevos compañeros por ahora son “reservados”, pero a él, con su personalidad amigable y buen humor característico, no le tiembla el pulso a la hora de señalar una falla y ofrecer una crítica constructiva.

“Son todos buenos chicos, y todos trabajan duro”, resumió sobre la nueva camada. “Eso es fantástico. Algunos chicos vienen y no están listos para trabajar. Todos estos chicos quieren mejorar. Ellos tienen que entender que es una lucha y que tendrán altibajos”.

El producto de la Universidad de Florida, quien la temporada pasada se convirtió en el Iron Man de la NBA al quedarse con el récord actual de partidos jugados de forma consecutiva, es un ejemplo claro de la importancia de cuidarse para nunca faltarle al equipo.

“Yo juego, pase lo que pase”, recalcó. “Tengo que estar seriamente lesionado para no jugar. Pienso que todos deberían ser así. Nos pagan por jugar baloncesto, es el mejor trabajo del mundo, pero debes cuidar tu cuerpo”.

Sin embargo, ni jóvenes ni veteranos tienen un puesto garantizado. La rotación perimetral de los Lakers contará esta temporada además con Jordan Clarkson, Brandon Ingram, Josh Hart, Kentavious Caldwell-Pope y Luol Deng, una mezcla saludable de juventud y experiencia que promete grandes batallas en el campamento de entrenamientos.

“Va a ser una locura”, aseguró, sin poder esconder su entusiasmo. “Habrá mucha competencia, y de eso se trata el baloncesto. Es bueno tener competencia en un equipo joven, que todos tengan que pelear para ganárselo. Todos en L.A. están muy emocionados y hay expectativas (altas). Están listos para ver buen baloncesto. No digo que seremos los mejores, pero seremos muy buenos”.