Por Miguel Ángel Martín
Columnista de Timberwolves.com
@BerkutMartin
JAZZ 80 – TIMBERWOLVES 95
(13-19 / 18-19 / 21-24 / 28-32)
Minnesota ha logrado cortar la mala de resultados en el momento preciso. La cuarta victoria del mes de diciembre ha llegado ante un rival muy importante, ya que los Jazz son el equipo que actualmente ocupa la octava plaza del Oeste de la NBA y los Lobos no se podían permitir el lujo de perder la oportunidad de recortar distancias con los puestos de playoffs.
Y así ha sido. Minnesota no defraudó, en un partido en el que los Lobos salieron muy concentrados desde el principio y fijaron en la defensa su mejor arma (dejando a los jugadores de Utah en tan solo 80 puntos al final del partido).
De este modo y con un balance de 12-20, los Timberwolves se encaraman a la décima plaza del Oeste y ya están a tan solo dos triunfos de los puestos de playoffs, antes de jugar ante los Pistons en Detroit, para cerrar el año 2015. Un triunfo en Detroit paliaría en cierto modo el pésimo mes de diciembre, que ha sido muy pobre en cuanto a resultados positivos se refiere.
La victoria ha tenido dos protagonistas muy destacados, por encima del resto. Karl-Anthony Towns y Ricky Rubio ha liderado este importante triunfo, que anima un poco el ánimo de jugadores y fans, justo antes del final del año y deja muy vivo a los Timberwolves de cara al 2016.
Towns fue de nuevo el máximo anotador de Minnesota y de todo el partido, dejando claro una vez más, que sin duda fue la elección más acertada que los Timberwolves podían haber hecho en el pasado draft de la NBA y que es el más firme candidato para revalidar el galardón de novato del mes (que ya lograse en noviembre).
Tuvo un gran protagonismo en el partido, estando en pista por más de treinta minutos, en los que atesoró un promedio de acierto en tiros de campo de 10-16 y 5-8 en tiros libres, lo que le permitió terminar el partido en 25 puntos anotados. A esto le sumó 10 rebotes (4 en ataque y 6 en defensa) para sumar un nuevo doble-doble que confirma su tremenda calidad y proyección de futuro.
El otro gran protagonista del partido fue Ricky Rubio. El genio español repartió 17 asistencias, igualando el record de la franquicia del Lobo, en cuanto a asistencias repartidas por un jugador en un solo partido.
Él mismo tenía ese record, logrado el 19 de febrero de 2014, en otra victoria de los Lobos en casas (ante los Indiana Pacers). Ahora frente a los Jazz lo ha vuelto a hacer, logrando generar un juego muy fluido que sus compañeros pudieron traducir en anotaciones importantes para la victoria de Minnesota.
Al igual que Towns, Rubio terminó el partido con un doble-doble, ya que en los más de 35 minutos que estuvo en pista, el base español sumó 10 puntos en su haber, gracias a un promedio de acierto en tiros de campo de 2-6, con 2-4 en triples y 4-6 en tiros libres.
Y si bien Towns y Rubio fueron los grandes protagonistas del partido, Wiggins no estuvo muy lejos de los números mostrados por ellos y gracias a los 17 puntos que anotó, Minnesota pudo consolidar este importante triunfo. En los más de 40 minutos que estuvo en pista, tuvo un acierto en tiros de campo de 6-17, con un 5-8 en tiros libres, a los que unió 6 rebotes y 4 asistencias, para poder lograr redondear una gran actuación, que ayudó decisivamente a Minnesota en este duelo.
Gorgui Dieng con 12 puntos (4-7 en tiros de campo, 1-1 en triples y 3-5 en tiros libres), Tayshaun Prince con 8 puntos (4-5 en tiros de campo) y Kevin Garnett con 8 puntos (4-5 en tiros de campo), completaron la lista de jugadores de los Lobos que destacaron en anotación.
Ahora para terminar el año queda la visita a Detroit y los Pistons esperan con un balance en la temporada de 17-15, siendo los décimos del Este de la NBA. Ambos equipos lucharán para terminar bien el año y lograr un triunfo que les acerque a los puestos de playoffs, en sus respectivas conferencias.
Sin duda será un partido emocionante e importante para afrontar los retos que Minnesota tiene por delante en el 2016.
Hasta pronto desde España.