Por Miguel Ángel Martín
Columnista de Timberwolves.com
Los Minnesota Timberwolves visitaban la Bahía de San Francisco, para enfrentarse a los Warriors de Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant y compañía. Un equipo de ensueño, que sueña con recuperar el trono perdido la pasada temporada y que vencieron el partido (102-115) ante unos jóvenes y combativos Lobos.
En el Oracle Arena de Oakland, los Warriors disputaron el partido sin Draymond Green, ni tampoco Ian Clark. Pero eso no fue impedimento para ver al “Big Three” hacer de las suyas y dejar sin opciones a Minnesota. 34 puntos para Curry (13/19 en tiros de campo y 4/8 en triples), además de 8 rebotes y 6 asistencias; 23 puntos para Klay Thompson, con un 9/17 en tiros de campo (4/9 en triples), además de 6 rebotes y 2 asistencias; y 28 puntos para Kevin Durant, con un 10/17 en tiros de campo (3/4 en triples), que acompañó con 10 rebotes, 5 asistencias y 6 rebotes, convirtiéndose en el único jugador del partido en acabar el encuentro con un doble-doble, en su estadística.
Entre los nuestros, destacó principalmente la actuación de Zach LaVine, que quiso recuperar el protagonismo anotador del equipo de Minnesota, después de algunos partidos en donde los que más habían destacado habían sido los otros dos miembros del “Big Three” de Minnesota (Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns).
Estando estos en dobles dígitos de anotación, pero por debajo de la veintena de puntos, le tocó a LaVine llevar el peso ofensivo del equipo, siendo el que más lanzó a canasta de entre los Lobos y su actuación permitió a Minnesota mantener el tipo en el Oracle Arena.
Estuvo casi 40 minutos en pista, para terminar el partido con 31 puntos en su haber, con un promedio de acierto de 13/24 en tiros de campo, con un 5/12 en triples, a los que sumó 3 rebotes y 3 asistencias.
Dentro de la derrota en la Bahía, los Lobos pueden estar satisfechos de la labor de Zach LaVine, que demuestra que quiere estar a la altura de Wiggins y de Towns y que puede tomar las riendas del equipo, cuando sea preciso, para poder estar lo más alto posible y aspirar a grandes cosas esta temporada.
En lo referente a Towns, terminó el partido siendo el segundo máximo anotador de los Lobos, con 18 puntos (8/21 en tiros de campo y 1/6 en triples), con 9 rebotes capturados, 3 asistencias y 3 robos de balón.
Un escalón por debajo estuvo Andrew Wiggins, que se quedó en 16 puntos, con un 6/15 en tiros de campo y 1/6 en triples. Además también sumó a esto 3 rebotes y 3 asistencias.
Si LaVine había terminado el partido por encima del 54 por ciento en acierto, en tiros de campo, tampoco se le dio mal el partido a Gorgui Dieng, que con 15 puntos anotados y un 7/12 en tiros de campo (1/2 en triples), terminó con un 58 por ciento de acierto en lanzamientos a canasta.
Cada día que pasa, el pívot senegalés está consolidándose más y más en la liga y está demostrando ser un gran complemento para Towns, en el juego interior del equipo. Otra buena noticia para el futuro del equipo, dentro de una temporada que no se ha iniciado del modo que todos los fans de los Lobos esperaban.
Para terminar, destacar los 6 puntos de Ricky Rubio (2/5 en tiros de campo), con 2 rebotes y 7 asistencias; los 5 puntos de Nemanja Bjelica (2/5 en tiros de campo y 1/3 en triples); y los 5 puntos de Tyus Jones (2/2 en tiros de campo y 1/1 en triples).
La próxima cita será la semana que viene ante Utah, en el Target Center. Otro partido interesante, ante otro equipo que también aspira a estar en los playoffs y a dar alguna que otra sorpresa en ellos.
Hasta pronto desde España.