Matt Thomas

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LAS VEGAS – “Gracias por comprar lo que les vendimos, que es baloncesto de equipo. Eso son los Lakers y esa es la dirección en la que estamos yendo”.

Minutos después de la consagración sobre el parquet del Thomas &amp; Mack Center, Jud Buechler entonó esas palabras frente al plantel, su cuerpo técnico y colaboradores.

Antes de ser bañado por una lluvia de botellas de agua – ritual del que participó a gusto y piacere – el entrenador del equipo lagunero en la Liga de Verano 2017 en Las Vegas dejó en claro cual es el camino de cara al futuro.

Con una sinergia casi perfecta entre las cuatro patas del proyecto – Jeanie Buss como dueña, el dúo Rob Pelinka-Magic Johnson en la gerencia, Luke Walton en la banca y Lonzo Ball en la duela – los Lakers se encaminan hacia una era de baloncesto alegre y altruista, con un amplio grupo de jóvenes talentos listos para dejar su impronta en este nuevo capítulo de la historia de la franquicia.

El proyecto, atractivo por donde se lo mire, tiene seguidores desde adentro. En los 12 días de estadía en el desierto de Nevada, nueve de los 12 jugadores bajo contrato para la temporada siguiente dijeron presente, ya sea en la cancha o pasando a saludar a sus actuales o futuros compañeros. Así desfilaron Jordan Clarkson, Julius Randle, Larry Nance, Jr. y hasta Brook Lopez.

Brandon Ingram, quien tuvo un debut auspicioso pero quedó rápidamente descartado por precaución, se quedó con la delegación durante todo el viaje. Walton y sus asistentes Jesse Mermuys y Brian Shaw – el trío que no formó parte del cuerpo técnico en Las Vegas – estuvieron siempre presentes para acompañar al plantel. Incluso Johnson y Pelinka, ocupados en la tarea de ponerle los toques finales a la nómina del campamento de entrenamientos, regresaron el fin de semana para brindar apoyo moral.

La coordinación estuvo a cargo de Joey Buss y Nick Mazzella, las caras visibles de los South Bay Lakers, quienes regresan al sur de California con la expresión de padres orgullosos tras ver el éxito de hijos de su proyecto como Travis Wear, Vander Blue y David Nwaba – antes de ser cortado y reclamado por Chicago Bulls – y sumar al menos una cara nueva en Alex Caruso, el héroe inesperado que se ganó un contrato dual desde su explosión ante Sacramento Kings.

En la cancha, las individualidades brillaron con luz propia, pero la interminable sucesión de partes médicos acabó demostrando que la figura fue el equipo. Los Lakers, tras años de actuaciones decepcionantes en la Liga de Verano pese a contar con planteles talentosos, sobrevivieron primero la baja de Ingram, luego la partida de Nwaba, después las lesiones casi simultáneas de Josh Hart y PJ Dozier, y finalmente, horas antes de la final, la ausencia de Ball, a la postre nombrado el Jugador Más Valioso del certamen.

Buechler terminó utilizando una rotación de siete jugadores – con Gabe York como octavo y rueda de auxilio – y llegó a la bocina final con el tanque de reservas físicas casi vacío. Kyle Kuzma sufrió de calambres a lo largo del torneo, Alex Caruso cerró el torneo rengueando por un golpe en el coxis, y Blue confesó que arrastraba una lesión en el hombro desde el final de la temporada de la G League que redujo su preparación para la Liga de Verano a dos semanas.

La final ofreció un reto complicado – con la dupla Jarnell Stokes-Caleb Swanigan en gran nivel – y los Lakers recurrieron a su arsenal de trucos para frenarlos, incluso empleando una zona 2-3 casi sin haberla practicado. La estrategia eventualmente dio resultados, y una vez que el equipo se asentó se puedo ver el potencial ofensivo que emana de construir un plantel versátil, plagado de tiradores y con la filosofía del pase extra como bandera.

Así se lució Matt Thomas, quien encestó 14 de 16 triples de cuartos de final en adelante pese a convertirse en pieza clave de la rotación de un equipo que debió jugar tres días seguidos.

El escolta, quien hace poco más de tres semanas pasó desapercibido y sin escuchar su nombre en el Draft tras una sólida carrera en Iowa State, fue el último jugador en sumarse al plantel de la Liga de Verano. En cuestión de un fin de semana, él logró cambiar la percepción alrededor suya y meterse de lleno en el radar de la NBA.

Algo similar sucedió con Blue, quien llegó con muchos más pergaminos – siendo el reinante JMV de la NBA G League – pero con el rótulo de individualista, y abandona Las Vegas con una alegría inmensa tras festejar el título en el día de su cumpleaños, y haber logrado que se lo mire ahora de otra manera. El escolta pudo mostrar otras facetas de su juego – complementándose con Ball debido a su capacidad para jugar con o sin la bola. Blue compitió en defensa, compartió la bola con confianza, y no sacrificó su esencia, aportando la cuota anotadora que lo caracteriza. Sus 20 puntos, seis rebotes y cinco asistencias, ocupando un rol mayor ante la ausencia del ex UCLA, fueron el punto de exclamación para un torneo de redención en lo personal.

Las historias positivas abundaron, quizás con las lesiones de Hart y Dozier como únicos reveses. La explosión de Kuzma fue una sorpresa más que grata, ya que el ala-pivot dejó con la boca abierta hasta a los mismísimos scouts que abogaron por su llegada. El premio al JMV del Juego de Campeonato y la selección al Segundo Equipo del torneo – junto a futuras estrellas como Jayson Tatum – no hacen más que confirmar una tendencia que se viene repitiendo en los últimos años: los Lakers, sin importar donde escojan, siempre salen ganadores en la noche del Draft.

La lucha interna por minutos detrás de Randle, Lopez y Nance, Jr. será feroz, ya que Kuzma pide pista y Thomas Bryant e Ivica Zubac ofrecen distintos estilos en la misma posición.

Todo esto casi sin mencionar a Ball, el adolescente que llegó para “transformar al equipo” (Pelinka dixit), y cuya impronta se mantuvo aún en su ausencia. Todo entrenador de baloncesto le pide a sus pupilos que sean generosos, que se sacrifiquen, que den el pase extra. Que Ball haya logrado que una docena de compañeros, desconocidos hace dos semanas, lo practiquen casi como religión, es quizás un logro más impresionante que cualquier planilla cargada, triple de 30 pies o pase por el ojo de una aguja.

Se vienen semanas de tranquilidad y expectativa en el mundo Lakers, pero sobre todo de mucha ilusión de cara a una temporada que promete ser distinta a las recientes.

Apenas se ganó una Liga de Verano – con la obligatoria puesta en contexto debido al jugoso palmarés de la franquicia – pero aquí ha comenzado algo nuevo.

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El comienzo de algo nuevo

LAS VEGAS – “Una mentalidad ganadora se desarrolla en los pequeños momentos”.

Rob Pelinka resumió de esa forma lo que significaría para los Lakers ganar la Liga de Verano 2017, un objetivo que quedó al alcance de la mano tras el triunfo agónico del domingo ante Dallas Mavericks.

Lonzo Ball ya había avisado antes de partir desde El Segundo que sus compañeros y él venían a llevarse el trofeo, y sus actuaciones en la cancha no han hecho más que confirmarlo.

Los laguneros jugaron 25 minutos de alto voltaje, disparando un absurdo 69.7 por ciento en tiros de cancha al medio tiempo tras encestar además 10 de sus primeros 13 triples.

El vendaval exterior continuó hasta promediando el tercer cuarto, cuando Ball debió abandonar el partido por una contractura en el gemelo. Al base se le realizó tratamiento a un costado de la banca y luego en el vestuario, pero finalmente no regresaría a la cancha.

Su ausencia cambió el flujo del partido, y los Mavericks – quienes llegaban invictos al cotejo tras 10 victorias seguidas entre las ligas de Orlando y Las Vegas – hilvanaron una furiosa racha que los vio ponerse a un punto en los minutos finales.

No fue hasta que el ingreso de Gabe York – una vez más un héroe silencioso con un aporte clave para los de Jud Buechler – que el equipo pudo asentarse, y un triple de Matt Thomas (su sexto de la noche en siete intentos) terminó apagando el incendio:

El equipo sufrió desatenciones y nervios, y quizás acusó recibo del trajín físico de la seguidilla de partidos con un plantel diezmado por las bajas de Brandon Ingram, PJ Dozier y Josh Hart. Sin embargo, con el pase extra como bandera y sacando energías de un tanque que parecía vacío, los pupilos de Buechler lograron mantenerse a flote.

Figuras sobraron. Kyle Kuzma aportó otros 24 puntos en 5/7 en triples. Ivica Zubac, buscado frecuentemente por sus compañeros, marcó el camino en el primer cuarto y terminó con 12 puntos y siete rebotes. Incluso Travis Wear y Thomas Bryant conectaron triples clave para extender la ventaja en la primera mitad.

Al final no le faltó sufrimiento, pero la veteranía de Vander Blue (17 puntos, seis asistencias y cinco rebotes) fue vital para definir el pleito.

Además, apenas 21 minutos le alcanzaron a Ball para marcar la pauta, repartiendo 10 pases-gol para sumar un nuevo doble-doble. El base lidera la Liga de Verano 2017 con 9.3 por partido, algunas de un grado de dificultad asombroso:

“Estamos en una liga dominada por armadores anotadores”, explicó Pelinka. “Hay algunos muy buenos, pero tener a este chico de 19 años, que está cambiando la manera que los bases juegan, con el pase primero e involucrar a tus compañeros primero, es increíble de ver. Sentimos que la manera que está jugando puede transformar a todo el equipo, y lo estamos viendo aquí en Las Vegas”.

Los Lakers terminaron con 25 asistencias en 34 canastas.

“Es algo infecciosa la manera que se está pasando la bola”, señaló Pelinka. “Cuando escogimos a jugadores en el Draft, o pensamos en firmar jugadores, no queríamos a tipos que frenaran la bola, queríamos a tipos que movieran la bola, y la manera que estamos jugando en Liga de Verano creo que es la manera que nos verán jugar una vez que la temporada regular comience en octubre”.

A un paso del objetivo, el mensaje de Magic Johnson y Pelinka desde su llegada a los Lakers retumba en la memoria interna de cada miembro del plantel.

“Significaría mucho, obviamente, para la Nación Lakers y para nosotros en el vestuario”, confesó Thomas. “Este programa está definitivamente yendo en la dirección correcta, y comienza con ganar campeonatos. Pese a que solo es el verano, construir una cultura ganadora es algo que se transferirá a la temporada”.

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Rob Pelinka y lo que significaría coronarse en Las Vegas

Joey Ramirez

Facing an undefeated team and without their young star, the Lakers needed every unsung hero to step up and save their hopes of a Summer League championship.

Lonzo Ball dazzled in the first half but left the game with tightness in his right calf. Dallas took advantage and brought the Lakers’ once-26-point lead down to one in the final two minutes.

With the No. 2 overall pick on the sidelines, Los Angeles turned to its crew of undrafted rookies and NBA G League standouts, who held on and delivered a 108-98 victory in the Summer League semifinals.

It was another resilient effort from a Lakers crew that has won five straight games after dropping its first two in Las Vegas.

“A lot of teams would just lay down … and lose the first one of the tournament and be content going home,” said Matt Thomas, who scored 20 points. “We have a lot of guys  that are hungry, a lot of guys that love to win.”

The Mavericks entered Thomas &amp; Mack Center with a 10-0 combined record from the Orlando and Las Vegas Summer Leagues, but the Lakers quickly put them on the path to their first loss of the summer.

L.A. hit 13 of its 15 shots in a blistering first quarter, then rolled off 18 unanswered points in the next frame to seize a 60-34 lead.

Ball was in full control during this first half, notching a double-double before intermission while wowing the crowd with moments like punching the ball ahead to Alex Caruso on the fast-break, and hitting Kyle Kuzma for another signature full-court assist.

But Ball — who exited with 16 points, 10 assists, four rebounds and zero turnovers — felt his calf tighten up in the middle of the third quarter. He left the game with a 17-point lead, yet Dallas pounced.

Led by Ball’s fellow top-10 pick, Dennis Smith Jr. (21 points, six assists), the Mavericks went on a late 19-2 run to chop the Lakers’ advantage down to a single point with two minutes remaining.

“They had a lot of possessions where they got full-court layups, and we turned the ball over 11 times in the third quarter,” said Kuzma, who dropped game-high 24 points. “So that kind of killed us.”

But Caruso hit to free throws to give the Lakers a bit of a cushion, then NBA G League MVP Vander Blue put on his best Lonzo impression by knifing to the hoop before firing a cross-court pass to Thomas in the corner.

Thomas pump-faked his defender, resettled, then splashed his sixth 3-pointer of the night to seal Dallas’ fate.

“I had already made a couple throughout the game, so (the defender) closed out pretty hard,” Thomas said. “So I hit him with a shot fake, inside dribble and knocked it down.”

The Lakers padded the score with free throws at the end, but Thomas’ triple was a fitting dagger on a night when the team shot an absurd 17-of-22 from 3-point range.

Thomas hit 7-of-10 from the field, while Kuzma splashed five triples of his own to help fill the void left by Ball, who felt optimistic about playing in Monday’s championship against Portland.

“It’s tight still, but we play at 7 tomorrow,” Ball said, “so hopefully I’m good to go.”

Notes
The Lakers shot 60.7 percent from the field. … Blue scored 17 points with six assists. … Yogi Ferrell had 15 points for Dallas, while Johnathan Motley added nine points and nine rebounds.

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Red-Hot Lakers Outlast Mavericks, Reach Summer Championship

LAS VEGAS – Una lluvia de triples alcanzó para apagar a los candentes Brooklyn Nets y así los Lakers avanzaron a semifinales de la Liga de Verano 2017.

Tras una primera mitad que tuvo un ritmo enceguecedor, y en el que ambas defensas brillaron por su ausencia, fueron los Lakers los que lograron mantener su caudal ofensivo para remontar un déficit de dobles dígitos y quedarse con la victoria.

Hubo claves individuales y colectivas. Como mencionó el entrenador Jud Buechler, la defensa ha sido el baluarte del buen presente de los laguneros, y tras ausentarse durante los primeros 25 minutos, fue el esfuerzo colectivo el que reinsertó a los de púrpura y dorado en el partido.

Del resto se encargaron Kyle Kuzma y Vander Blue, los dos anotadores profesionales del equipo que confirmaron que atraviesan un momento superlativo.

El oriundo de Michigan reafirmó su estatus como goleador de los Lakers con 26 puntos, sacando a relucir todo su arsenal ofensivo, que incluyó un 3/7 en triples y varias otras definiciones complejas, aprovechándose de su velocidad y manejo de pelota para burlar la defensa rival. Kuzma agregó cuatro asistencias, tres rebotes, dos robos y dos tapas a una actuación fenomenal, una más en el que ha sido un debut de ensueño con la organización.

Lo de Blue fue igual de bueno, y entre triples y penetraciones apareció en el momento justo, cuando el resultado pedía canastas que ratificaran el gran trabajo que se estaba haciendo en el canasto propio. El reinante Jugador Más Valioso de la NBA G League lideró a los Lakers con 27 puntos en 10/16 de cancha, mostrando una efectividad letal ante una rotación perimetral de Brooklyn cargada de jugadores con experiencia en la NBA.

Blue agregó un par de asistencias, cuatro rebotes y dos robos a una ficha que lo está haciendo lucir versátil, algo que seguramente está llamando la atención de muchos en Las Vegas.

Ellos apuntalaron a un equipo que sobrevivió en la primera mitad gracias a los triples, y que siguió encestándolos a gran ritmo el resto del camino. Travis Wear aportó cuatro, y el trío formado por Blue, Kuzma y Matt Thomas aportó tres cada uno. En total, los Lakers dispararon 14/26 para un escalofriante 53.8 por ciento.

De esa forma el equipo logró sobrellevar una actuación aceptable – dadas las expectativas y su producción reciente – de Lonzo Ball, quien igual se quedó a un puñado de asistencias y rebotes del que hubiera sido su tercer triple-doble.

El ex astro de UCLA cerró la noche con 14 puntos, nueve rebotes, siete asistencias y un robo, perdiendo apenas un balón en 35 minutos.

Ball – y otros de sus compañeros – reconocieron que las piernas empiezan a pesar por la seguidilla de partidos, pero todos coincidieron en estar listos para el reto. Buechler avisó que por el momento la idea es terminar el campeonato con todos en cancha, a excepción de los lesionados PJ Dozier, Josh Hart, y Brandon Ingram, quien fue desafectado por precaución.

El próximo escollo son los Dallas Mavericks. El encuentro se disputará a las 5 p.m. en el Thomas &amp; Mack Center, con un lugar en la final del lunes como premio.

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Lakers, a cuartos de final de la mano de Kuzma y Blue

El plantel de los Lakers de la Liga de Verano 2017 arribó al desierto de Nevada pasadas las 5 de la tarde del jueves, y la temperatura afuera del Mandarin Oriental – por encima de los 110 grados Fahrenheit – fue un presagio del ambiente que se vivirá en el Thomas &amp; Mack Center el viernes por la noche.

Y es que Las Vegas, una ciudad que sangra púrpura y oro, no ve la hora de que lleguen las 5:30 p.m. PT para poder ver en vivo y en directo al futuro de la organización.

La expectativa es máxima. En una cita que cuenta con jugadores ilustres como Jayson Tatum, Markelle Fultz y Marqueese Chriss, los Lakers llegan con un plantel que desborda de talento y potencial.

Estas son algunas de las historias a seguir en este campeonato amistoso:

La reacción del público será ensordecedora. La primera vez que Lonzo Ball tenga el balón en sus manos, o incluso antes, cuando su nombre sea anunciado en la alineación titular, será acompañada por un estruendo de palmas y gritos.

El estelar producto de UCLA hará su debut con la camiseta de los Lakers y todos los ojos estarán sobre él, atentos a no perderse sus pases, visión de juego y creatividad.

Ball será la cabeza de la serpiente y el encargado de hacer que el equipo de Luke Walton – dirigido en Las Vegas por su asistente Jud Buechler – tenga la intensidad y ritmo elevado que se busca, tanto en defensa como en ataque.

La segunda experiencia de un jugador en la Liga de Verano suele ser consagratoria de cierta forma.

Los novatos generalmente todavía se encuentran en un torbellino de cambios, llegando a Las Vegas días después de haber sido escogidos en el Draft. La adaptación a un nuevo cuerpo técnico y grupo de compañeros suele mezclarse con nervios, otro ritmo de juego en la NBA, el óxido clásico tras llegar con poca competencia tras el final de la temporada colegial, y la presión de querer demostrar su valor de inmediato.

Ingram lo hizo de manera sólida en la edición 2016, y tuvo una temporada 2016-17 en la que fue de menor a mayor, cerrando con un gran mes y medio final.

La incógnita ahora pasará por ver la efectividad de su tiro – algo que ha estado puliendo con Brian Keefe – y su capacidad para marcar la diferencia en defensa.

Más importante aún, Buechler declaró que este es el equipo de Ingram, por lo que el producto de Duke deberá establecerse rápidamente y liderar a sus compañeros.

Ivica Zubac apareció en el radar de Walton y los Lakers hace exactamente un año cuando, casi sin preparación física previa, mostró gran efectividad tanto en la protección del canasto como en su tiro de media distancia.

Un año después, el croata ya llega más asentado, cómodo en su propia piel y con un cuerpo mucho más desarrollado. El atletismo nunca será su fuerte, pero el balcánico cuenta con excelente timing a la hora de bloquear tiros, y con la visión de juego y arsenal ofensivo para lastimar en el canasto contrario.

Pese a la presencia de Alec Brown y Thomas Bryant, el joven Zubac será la referencia en la pintura de los Lakers.

A punto de cumplir los 25 años, Vander Blue es el segundo jugador más viejo del plantel veraniego, solo por detrás de Travis Wear.

El cañonero viene de brillar nuevamente con los L.A. D-Fenders (ahora llamados South Bay Lakers), llevándose el galardón al Jugador Más Valioso de la G League.

Se trata de un anotador nato, con un breve paso por la NBA – Lakers y Celtics – hace algunas temporadas, y que busca incansablemente regresar a la liga de las estrellas.

En un equipo de especialistas, su rol de anotador lo hará destacar, con la chance de lucirse ante los ojos no solo de Rob Pelinka y Magic Johnson, sino que también de las cúpulas ejecutivas de los demás equipos.

Blue demostró estar listo para dar el salto, y la Liga de Verano podría ser el escenario perfecto para que logre su cometido.

Algo similar sucederá con David Nwaba, quien si bien cuenta con contrato garantizado para la temporada venidera, deberá mostrar crecimiento en su juego ofensivo – vital para tener suficiente tiempo en cancha para dejar su huella en el canasto propio.

Para Kyle Kuzma, Josh Hart, y el propio Bryant, esta también será una gran oportunidad para dejar una buena primera impresión ante una afición que probablemente los ha visto poco.

La versatilidad de Kuzma, el ímpetu y defensa de Hart y la puntería exterior de Bryant son algunas de las cosas que destacaron Johnson, Pelinka, y los mismos jugadores, y podrán empezar a verse en estos cotejos amistosos.

Además, su conexión dentro de la cancha junto a Ball, y cómo se adaptarán al arsenal de habilidades de Ingram y Zubac son temas a seguir de cerca.

¿QUIÉN SERÁ EL ZACH AUGUSTE DE ESTE AÑO?

El ala-pivot Zach Auguste fue la revelación de la edición 2016, gracias a su capacidad en el rebote e intensidad para correr la cancha.

Su nivel le ganó una invitación al campamento de entrenamientos, y él acabó siendo uno de los últimos cortes de la plantilla antes de pasar una temporada exitosa en el baloncesto turco.

Más allá de las situaciones de Blue y Wear, la plantilla mayor de los Lakers cuenta con un solo base armador – Ball – por lo que Alex Caruso y Gabe York podrían estar bien posicionados para mostrarse.

En una situación similar está el mencionado Brown – pivot de 7’1 de estatura – además del escolta Matt Thomas y el alero PJ Dozier.

Con los contratos “duales” – híbridos entre NBA y G League – como nueva herramienta de construcción de plantillas disponible, las audiciones para esos dos cupos también serán factor, uno de tantos en una Liga de Verano fascinante desde donde se la mire.

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Debuts, intriga, y potencial de cara a la Liga de Verano 2017

Rodrigo Azurmendi

Los Lakers anunciaron el viernes su nómina para la Liga de Verano de la NBA 2017, a disputarse del 7-17 de julio en el Thomas & Mack y Cox Pavilion de Las Vegas.

Con Jud Buechler como entrenador, el conjunto contará con siete miembros del plantel principal de los Lakers de cara a la próxima temporada.

Brandon Ingram, Ivica Zubac y David Nwaba serán los veteranos, y a ellos se le sumarán los novatos Lonzo Ball, Josh Hart, Kyle Kuzma, y Thomas Bryant, recientemente seleccionados en el Draft 2017.

El plantel además contará con dos veteranos de los South Bay Lakers (ex Los Angeles D-Fenders): Travis Wear y Vander Blue. Wear fue parte de la plantilla del campamento de entrenamientos del año pasado, mientras que Blue disputó dos partidos con los Lakers en la temporada 2014-15. Vale recordar que Blue viene de ser nombrado el Jugador Más Valioso de la G League (ex D-League) para la temporada 2016-17.

La lista la completarán los bases Alex Caruso (Texas A&M) y Gabe York (Arizona), el escolta Matt Thomas (Iowa State), el alero PJ Dozier (South Carolina) y el pivot Alec Brown (Green Bay).

Los Lakers harán su debut el viernes 7 de julio ante el representativo de los L.A. Clippers, y luego enfrentarán a Boston Celtics (sábado 8 de julio) y Sacramento Kings (lunes 10 de julio). El conjunto de los Lakers disputará al menos dos partidos más, para un mínimo de cinco cotejos en esta cita veraniega de exhibición.

Los partidos serán televisados por Spectrum SportsNet, Spectrum Deportes, ESPN y NBA TV.

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Lakers anuncian plantel para la Liga de Verano 2017

EL SEGUNDO – Los Lakers continuaron el viernes con el proceso de pruebas de cara al Draft 2017 del próximo 22 de junio.

El equipo cuenta con las selecciones No. 2 y No. 28, por lo que el Toyota Sports Center verá desfilar a jugadores en un amplio rango ubicaciones. Además, siempre existe la posibilidad de analizar jugadores de cara al futuro e identificar prospectos para conformar la nómina del equipo de Liga de Verano, por lo que cada nombre presente ofrece algo diferentes.

El domingo 11 de junio tuvo a seis jugadores, entre ellos uno proyectado por varios especialistas para ser elegido en el top 10.

Dennis Smith Jr. | B | NC State | 6’3 | 195 | Fr.

A sus 19 años, Smith Jr. es uno de los 10 mejores jugadores del Draft gracias a su poderío ofensivo.

Como un jugador en el molde de Steve Francis – armador con mentalidad anotadora – Smith Jr. destaca por su velocidad, manejo de balón y definición.

Él promedió 18.1 puntos y 6.2 asistencias en su única temporada en NC State, disparando 35.1 por ciento en triples.

“Vi una de las estadísticas, y (los Lakers) están entre los peores 10 en casi todas las categorías relacionadas al pick and roll, y creo que puedo contribuir con eso”, avisó.

Tyler Lydon | AP | Syracuse | 6’8 | 210 | So.

Lydon es el tipo de ala-pivot moderno que todo equipo NBA necesita.

Se trata de un delantero con gran puntería exterior (39.1 por ciento en triples en su segunda temporada en Syracuse), que viene de promediar 13.2 puntos y 8.6 rebotes en uno de los programas más prestigiosos de la NCAA.

Muchos analistas lo proyectan en el rango de la selección No. 28, por lo que los Lakers lo considerarán seriamente. Vale destacar su ofensiva, y su gran deuda es la protección del canasto.

“Mi habilidad para espaciar la cancha y disparar lo mejor que puedo”, mencionó como su mayor virtud. “También pienso que puedo hacer mas. Puedo poner la bola en el piso, hacer jugadas para los otros muchachos, encontrar a los compañeros cuando están abiertos, y ese tipo de cosas”.

Matt Thomas | E | Iowa State | 6’5 | 193 | Sr.

Thomas es uno de los mejores francotiradores de la NCAA tras disparar 44.5 por ciento en triples en su última temporada colegial.

El escolta promedió 12.3 puntos y 3.9 rebotes con los Cyclones la pasada campaña, en 30.9 minutos por noche.

Wesley Alves da Silva | A | Brasil | 6’7 | 189 | 1996.

El brasileño Alves da Silva busca ganarse un lugar como especialista defensivo.

Su envergadura de 6’10 hace ilusionar a los scouts pese a que promedió apenas 4.1 puntos en la liga de su país la última temporada.

El sudamericano, que participó del Nike Hoop Summit en 2016, ha mejorado su tiro recientemente pero esto sigue sin ser una de sus mayores virtudes.

Milton Doyle | E | Loyola | 6’4 | 185 | Sr.

Doyle promedió 15.2 puntos, 5.0 rebotes y 4.4 asistencias en su última temporada colegial.

El escolta agregó también 1.7 robos y disparó 44.7 por ciento de cancha y 35.1 en triples.

Doyle anotó en dobles dígitos en 31 de sus 32 partidos como senior.

Jeremy Hollowell | AP | Georgia State| 6’8 | 220 | Sr.

Hollowell brilló en un rol mayor en Georgia State tras disputar sus primeras dos temporadas colegiales en Indiana.

El ala-pivot guardó lo mejor para el final, y en su última campaña promedió 15.2 puntos y 5.9 rebotes.