LAS VEGAS – Al verse en el espejo de los Warrios de Steve Kerr, los Lakers de Luke Walton pudieron ver el camino que les queda por recorrer.
Los actuales campeones de la Conferencia Oeste tuvieron unos primeros 24 minutos de ensueño, defendiendo maravillosamente y anotando desde todos lados de la cancha con una puntería envidiable.
Kevin Durant, Klay Thompson, y Stephen Curry hicieron de las suyas, y parecía que jugaban a una o dos velocidades más arriba que al de los Lakers. La diferencia se notó, y los jugadores saben adónde deben llegar si quieren pelear por cosas serias.
“Fue una buena lección para los muchachos”, opinó Walton. “La manera que los Warriors cortan, lo rápido que se mueve la bola de un hombre al siguiente, jugando agresivos defensivamente…son cosas que queremos mejorar. Es bueno poder verlas en video, aprender, y ojalá crecer como grupo”.
La diferencia final de cinco puntos no reflejó la brecha de jerarquía entre un conjunto y el otro, pero dejó en evidencia la garra de los pupilos de Luke Walton. Una de las constantes en esta pretemporada ha sido la capacidad de remontar grandes déficits, y esta vez no fue la excepción.
Si bien los Warriors cerraron con su tercera unidad en cancha, los Lakers lograron borrar 27 de los 32 puntos de diferencia que su rival habían conseguido.
“Los muchachos hicieron un mejor trabajo en la segunda mitad, sobre todo el segundo y tercer grupo”, dijo Walton. “Sin importar el resultado, (había que) seguir jugando, la defensa mejoró, cortamos la desventaja…quer��amos verlos competir pese a que el resultado era abultado, e hicieron un buen trabajo”.
Ese proceso comenzó con la energía de Tarik Black y la puntería de Nick Young. Este inesperado dúo le dio a los Lakers una inyección anímica a partir del tercer cuarto.
Black (ocho puntos, seis rebotes) fue una pesadilla en los tableros, desviando tiros y asegurando posesiones.
Young (goleador de Lakers con 17 puntos) fue el catalizador ofensivo nuevamente, mostrándose fino con su tiro de tres puntos, y muy mentalizado en defensa y los tableros.
Ambos jugadores están dejando una gran impresión, y se perfilan como fijas en la rotación para el comienzo de la temporada.
Quizás un tercero en discordia fue Brandon Ingram. El novato está yendo de menor a mayor, sintiéndose cómodo con el balón en sus manos y calibrando la mira. El sábado el alero encestó sus dos triples y cerró con 12 puntos y tres asistencias en 25:40 de juego.
Con él en cancha los Lakers terminaron +11, y aunque muchos de sus minutos fueron ante los suplentes de Golden State, su actuación terminó siendo sólida, al punto que Walton le otorgó el rol de base nominal en los últimos minutos del partido, y este lo desempeñó sin mayores sobresaltos.
Los Lakers ahora regresan a California con muchas cosas por pulir. Las derrotas en este punto son relativas, y lo más importante es que se van limando asperezas e identificando falencias que necesitan atención extra.
En una temporada de lecciones, Walton y los suyos siguen aprendiendo.