ONTARIO – Luke Walton no iba a dejar que a su equipo le sucediera lo mismo en partidos consecutivos.
El viernes los Lakers desperdiciaron una ventaja de 13 puntos debido a que el entrenador decidió utilizar los últimos cinco minutos para darle rodaje a los jugadores al final de la banca.
En esta ocasión, y abajo en el marcador, Walton mandó a la cancha a su as de espadas y los angelinos acabaron victoriosos.
“Sentí que podríamos haber ganado el último partido (el viernes) pero le dimos la chance a otros jugadores”, explicó. “Perdimos un partido que sentí que deberíamos haber ganado, por eso quiero que empecemos a familiarizarnos con ese sentimiento de cerrar partidos, y cuánto mejor se siente eso en lugar de irse a casa con una derrota”.
Eso no iba a suceder con D’Angelo Russell en cancha.
El armador tuvo una actuación descomunal, anotando 33 puntos en 13/19 de cancha. Su dominio fue tal que pareció que era capaz de conseguir el tiro que quería en virtualmente todas las posesiones.
“Tomé lo que me dieron en la parte ofensiva”, dijo Russell. “Cuando defendemos, podemos salir y correr. A Julius (Randle), Larry (Nance, Jr.), (Tarik) Black y ese tipo de jugadores, les encanta correr y hay que premiarlos”.
Y vaya si no fueron los únicos. Russell tuvo también como gran ladero a un Lou Williams sensacional. El veterano aportó 25 puntos en 8/15 de cancha, y su puntería exterior fue vital para devolverle la ventaja a los laguneros en el cuarto periodo.
Sin embargo, la figura excluyente fue Russell, quien lastimó una y otra vez a Denver con su tiro de media y larga distancia.
“Sé del trabajo que dediqué este verano”, contó. “Llegando a este año, sabía lo que iba a tomar, sabía lo que sería fácil para mí cada juego, y por eso trabajé sobre eso”.
Walton explicó que cuando Russell – o cualquier de sus dirigidos – alcanza ese nivel, la luz verde es automática.
“Para mí sigue mejorando, y será un proceso continuo”, opinó el entrenador. “Esta noche estaba encendido con su tiro, y cuando esté teniendo ese tipo de noche, lo seguiré alentando a que siga agresivo y tirando. Hubo momentos en los que igual habilitó a sus compañeros pese a que estaba encendido, y eso es lo que le seguimos pidiendo…tuvo una noche fenomenal para nosotros”.
Russell además dio crédito a varios de sus compañeros. Nick Young (14 puntos) y Jordan Clarkson (12) también lucieron afilados ofensivamente.
“Cuando uno tiene esa cantidad de jugadores capaces de hacer eso, uno debe encontrar sus momentos”, señaló. “Yo sé que si Lou está encendido, lo voy a buscar, si Nick está encendido, lo voy a buscar, si JC está encendido, lo voy a buscar. En cuanto a mí, tengo la bola en mis manos, y si estoy encendido, siento que ellos me están alentando”.
De esa forma los Lakers lograron superaron un pronunciado déficit en los rebotes (54-29), y una alta cantidad de faltas cometidas (29, resultando en 45 tiros libres).
La manera de lograrlo quizás no fue la más efectiva, pero las victorias atraen más victorias, y siempre es mejor corregir falencias tras un resultado positivo.