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La Trastienda: Zelmo Beaty, Halagos de Iverson, y Más

La ceremonia de ingreso al Salón de la Fama tuvo un sinfín de condimentos y mucho protagonismo de glorias pasadas de la historia de los Lakers.

Si bien Shaquille O’Neal se llevó todos los reflectores, el tres veces campeón con la camiseta púrpura y dorada no fue el único protagonista. Kobe Bryant y Kareem Abdul-Jabbar, entre otros, le dedicaron mensajes grabados, y Phil Jackson se hizo presente en Springfield, Massachusetts.

Las casi tres horas dejaron mucha tela para cortar. Aquí les dejamos lo mejor.

ZELMO BEATY, OTRO LAKER EN EL SALÓN

Gran parte de la atención estuvo sobre Allen Iverson, Yao Ming y Sheryl Swoopes, pero una vieja gloria de los años 60’s y 70’s – y con un lazo directo a los Lakers – también tuvo su momento para la eternidad.

Zelmo Beaty promedió 17.1 puntos y 10.9 rebotes en 12 años de carrera entre la ABA y la NBA, disputando su última campaña con los Lakers de Bill Sharman en 1974-75.

Se trataba de uno de los primeros pivots que puso de moda el jugar con el canasto de frente, pese a que también era un jugador sumamente efectivo en el poste bajo.

Incluso el mismísimo Abdul-Jabbar se encargó de apoyar su candidatura.

“Zelmo debería estar incluido cuando hablamos de los grandes pivots”, aseguró. “Era una estrella”.

Con Beaty y O’Neal, los Lakers cuentan con 30 miembros en el Salón de la Fama.

IVERSON Y SUS LAZOS CON LOS LAKERS

El discurso de Allen Iverson fue simplemente surrealista, y tras más de media hora la leyenda de los Philadelphia 76ers mencionó a una extensa cantidad de ex compañeros, entrenadores y rivales.

Entre tantas menciones, el escolta tocó directamente a varios jugadores relacionados con la franquicia púrpura y dorada, siempre con un sentido del humor distinto al de O’Neal, pero para nada menos efectivo.

De su compañero en la Clase de 2016 del Salón, Iverson dijo:

“Lo amo como persona. Obviamente es el interno más dominante que hayamos visto”.

Luego le llegó el turno a Kobe Bryant (“siempre sacó lo mejor de mí en la cancha de baloncesto, y lo aprecio por eso”) y a su ex compañero Lou Williams (“amo a Lou Williams, y siempre me acuerdo de un día en una prática cuando le anotó 10 veces seguidas y estaba a punto de llorar…Mo Cheeks le dijo, ‘hombre, no bajes los brazos. No llores. Él se lo hace a todo el mundo’”).

Sin embargo, la mejor anécdota se la guardó para Tyron Lue, actual entrenador de los campeones Cleveland Cavaliers, y eternizado por aquel Juego 1 de las Finales de la NBA en 2001, en el que Iverson le anotó y luego lo saltó cuando Lue estaba en el suelo.

“Recuerdo que después de esa serie, él fue a Washington y le pagaron”, señaló A.I. “Alguien estaba en la línea de tiros libres y le dije, ‘mira, si no dejas de hacerme faltas de esa forma, nos vamos a pelear’. Él me dijo, ‘como quieras, como quieras’”.

“Y luego le dije, ‘la única razón por la que te dieron esos $5 millones es por correrme a mí’. Y el tipo me miró y dijo lo que yo hubiera dicho: ‘¡Gracias!’. Y hemos (sido amigos) desde entonces”.

EL MUNDO, RENDIDO A LOS PIES DE SHAQ

En este tipo de ocasiones únicas, las felicitaciones están a la orden del día.

Sin embargo, el caso de O’Neal es especial debido a su longevidad y personalidad magnética. En pocas palabras, sería difícil encontrar a alguien que haya apreciado la inclusión de Shaq al Salón de la Fama.

Las redes sociales explotaron con mensajes congratulatorios, desde su alma mater (LSU), hasta ex compañeros, e incluso equipos en los que ni siquiera jugó.

Aquí el de Jeanie Buss, por ejemplo:

La Mamba Negra no se podía olvidar del que fue la otra mitad de una de las duplas más temidas de todos los tiempos:

Incluso Phil Jackson le dedicó algunas líneas en The Players Tribune: