EL SEGUNDO – “Por eso regresé”.
Scott Machado creció en el Bronx de padres brasileños. Él fue a la universidad en Iona, tuvo su taza de café con los Rockets y Warriors, y luego siguió su carrera en Europa, donde jugó profesionalmente en España, Francia, Letonia y Alemania. Y en 2017, llegó la hora de retomar su sueño: la NBA.
El jueves por la mañana ese sueño se hizo oficial cuando Machado firmó su contrato de 10 días con los Lakers tras un par de exitosas temporadas con los South Bay Lakers de la NBA G League.
A los 28 años, el jornalero no ocultó su alegría.
“Es un gran sentimiento”, confesó. “Es bueno estar alrededor de tipos que han estado en la liga durante mucho tiempo. Es una bendición en los ojos de cualquiera”.
Machado contó que Rob Pelinka y la gerencia le explicaron que buscaban un jugador capaz de manejar la bola, involucrar a sus compañeros y llegar al aro.
“Muy buen pasador”, describió Luke Walton. “Entiende el juego. Como (Andre Ingram), no tendrá la primera prioridad, pero dependiendo de cómo vayan las cosas, él tendrá la chance de jugar. Si sale allí, esperamos que ayude al equipo y haga las cosas que hace bien”.
El brasileño llega para reforzar un perímetro en el que Josh Hart y Lance Stephenson están en inferioridad de condiciones. Eso sin mencionar las bajas de Lonzo Ball y Brandon Ingram.
“Ha mejorado su tiro”, agregó Walton. “Siempre ha sido un gran pasador. Su definición, por lo que veo, pareciera estar mejorando en cuanto a entender ángulos. No es el guardia más alto, pero es capaz de usar la altura que tiene para definir, y siempre tiene los ojos abiertos. Si llega el doble (marcaje) o alguien está cortando lejos de la bola, él lo encontrará. Ha hecho un buen trabajo con eso”.
Machado se ubica segundo en la G League con 8.0 asistencias por partido, y además promediaba 16.4 puntos, 3.4 rebotes y 1.1 robos con SBL bajo la tutela de Coby Karl.
Aquella experiencia inicial – llegó a jugar en playoffs con Golden State – y su periplo por el baloncesto internacional, lo prepararon para este momento.
“Mejoró mucho”, dijo sobre su juego. “Tuve la chance de conocer muchos baloncestos diferentes yendo al exterior, enfrentando a otros equipos, aprendiendo de otros entrenadores. Jugadores diferentes todo el tiempo, y teniendo que adaptarme a un tipo diferente de baloncesto”.
Machado contó que planea jugar con confianza y ser sí mismo, con la esperanza de poder dejar una imagen que perdure. Al fin y al cabo, tras cumplir su sueño, la siguiente meta es quedarse en la liga de las estrellas.
“Amo este juego”, recalcó. “Estar en el más alto nivel es algo que todos los que juegan baloncesto quieren hacer. Para mí, este es mi lugar feliz”.