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South Bay Lakers, una rueda de auxilio en 2017-18

EL SEGUNDO – En la temporada 2017-18, los Lakers cosecharon los frutos de su inversión en las ligas menores como nunca antes.

Tener a los South Bay Lakers jugando y entrenando en su misma sede – el flamante UCLA Health Training Center – y haciéndolo bajo la estructura trazada por Luke Walton le ha permitido al club mayor hacer uso de algunos de sus jugadores a lo largo de la temporada, particularmente cuando las lesiones se convirtieron en un problema sistémico de marzo en adelante.

Si el ascenso de David Nwaba la temporada pasada ya había sido una historia de éxito para el equipo dirigido por Coby Karl (y manejado por Nick Mazzella y Joey Buss), las convocatorias de Travis Wear y Andre Ingram esta campaña fueron la confirmación del gran trabajo que se está haciendo en el equipo de la NBA G League.

“Es para eso, esa es la iniciativa de la G League”, explicó Ingram. “Ese es el propósito, especialmente cuando tienes una organización como esta en la que es uno a uno. Están tan cerca y hay comunicación entre South Bay Lakers y Los Angeles Lakers. Para eso está”.

La sinergia entre los dos equipos es la piedra angular del proyecto.

“Desde jugar la misma ofensiva, el mismo tipo de lenguaje, las mismas metas, los mismos tipos de tiros y el tipo de defensa que quieres jugar”, continuó Ingram. “La meta es hacer que esa transición sea natural. Fue importante para mí y para todos los muchachos. (Nwaba) llegó y lo hizo realmente bien, obviamente Travis llegó y lo hizo extremadamente bien. Y yo fui capaz de tener un poquito de éxito. Hay una razón para eso, me he estado preparando para estar aquí y ascender”.

Alex Caruso y Gary Payton II fueron los jugadores bajo contratos duales que dividieron sus temporadas entre South Bay y los Lakers, y ambos fueron ganando en protagonismo con el correr de los meses.

Caruso le dio estabilidad a la rotación de Walton ante las repetidas lesiones de Lonzo Ball y Brandon Ingram – los responsables principales del manejo del balón. El base describió cuál es la mejor forma de sacar provecho de esa situación.

“Lo más importante cuando estás ahí es enfocarte en lo que tienes que hacer para mejor, especialmente con la gente de South Bay”, dijo. “Nosotros nos enfocamos en eso. Hacemos nuestro trabajo pre-práctica, post-práctica. Hay más tiempo para practicar ya que hay menos juegos, así que puedes trabajar en las distintas cosas que necesitas”.

El producto de Texas A&M citó a Wear como un gran ejemplo de desarrollo.

“Para Travis era defender a jugadores que eran más rápidos que él, y él mostró jugando en la G League en la selección de Estados Unidos que lo podía hacer, y recibió la convocatoria – y lo hizo bien en la NBA”, señaló. “Se trata de ver qué parte de tu juego debes mejorar y luego trabajar en eso”.

Luego, el intercalar partidos en las dos ligas permite poner a prueba esas mejoras – y medir el progreso.

“La experiencia de juego es la forma más útil de mejorar tu juego”, avisó Caruso. “Jugar en partidos NBA es la única manera que te acostumbras a jugar a esa velocidad y mejorar ese tipo de movimientos, porque es un poco más rápido y los jugadores son un poco más grandes que las posiciones tradicionales. Y luego cuando estoy en la G League puedo trabajar en ciertas cosas que quiero implementar en mi juego – tratar de ser más anotador, de tener una mentalidad más agresiva”.

Wear pudo brillar con su tiro exterior, y mostrar que puede ser parte de una rotación en la NBA. Además, él dijo que disfrutó de jugar en el sistema de Walton, y alabó la capacidad del entrenador para llegarle a sus jugadores.

Algo parecido pasó con Payton II, tras varias temporadas alternando entre la NBA y la G League. El base brilló en el cierre de la temporada ante los Clippers, anotando 25 puntos en 11/19 en tiros de cancha y capturando 12 rebotes.

Él también dijo sentirse cómodo con el sistema de Walton, y mirando a futuro, podría convertirse en una pieza interesante por sus características de defensor atlético y su velocidad para salir en el contragolpe. El hijo de la leyenda de los Seattle SuperSonics (y ex Laker) contó que trabajará este verano en desarrollar su tiro y pulir su manejo del balón.

En líneas generales, todos ellos aportaron su granito de arena para que el equipo llegara a las 35 victorias, y al mismo tiempo ayudaron a elevar la reputación de South Bay – y la apuesta de los Lakers en dicho proyecto.