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Caruso, Zubac reflejan el nivel de compromiso de Lakers

EL SEGUNDO – Hubiera sido demasiado fácil.

Perdiendo por 21 puntos a mediados del tercer cuarto del partido del viernes ante un afilado equipo de Milwaukee Bucks, abandonar hubiera sido normal.

Para Kyle Kuzma y Julius Randle, que promediaron 38.1 y 34.8 minutos respectivamente en marzo, una noche de baja producción hubiera sido entendible.

Para Brandon Ingram y Josh Hart, recientemente recuperados de lesiones de varias semanas, el óxido era la justificación perfecta.

Para Ivica Zubac, de temporada frustrante por la inactividad y fluctuación en sus minutos y protagonismo, una actuación discreta era de esperarse.

¿Y qué se le podía pedir a Alex Caruso, que tenía pasaje en mano para un vuelo comercial a la 1 a.m. que lo depositaría en Oklahoma City – con escala en Dallas – para llegar un puñado de horas antes al duelo de playoffs de South Bay Lakers?

Entre todos esos factores, además de la grandeza de Giannis Antetokounmpo, la puntería de Khris Middleton y la mejor noche de Eric Bledsoe, una derrota abultada estaba en las cartas.

Que no haya sucedido es un reflejo a la cultura creada por Luke Walton, y de un equipo que, como toda la temporada, tiene mejores o peores noches pero nunca baja los brazos.

“Nuestros muchachos han sido fantásticos todo el año, no tengo nada malo que decir sobre nuestro grupo”, reconoció el entrenador. “Nos quedan dos semanas, vienen algunos equipos muy buenos que están peleando por posiciones de playoffs, así que debemos asegurarnos de estar física y mentalmente (enfocados) con lo que estamos tratando de hacer”.

La segunda unidad, con Zubac y Caruso a la cabeza, le ofreció a los fieles que se quedaron hasta el final en STAPLES Center uno de los pasajes más divertidos de la temporada, borrando un déficit de 21 puntos en poco más de ocho minutos. Pero sobre todas las cosas, mostró que el plantel está comprometido hasta el final.

“Hay tipos todavía peleando por (puestos de trabajo), obviamente, eso está en sus mentes, especialmente en la segunda unidad”, explicó Caruso antes de partir hacia el aeropuerto. “En diferentes momentos este año, (algunos) muchachos no han estado con el equipo, o (algunos) muchachos han estado dentro y fuera de la alineación. Estamos tratando de demostrar con cada oportunidad que tenemos”.

La intensidad de Caruso, quien finalmente no viajó a Oklahoma City, fue la que marcó el camino y contagió al resto, alimentando el sueño de la remontada.

“Creo que estuvo un poquito dubitativo en la primera mitad…algo que es difícil y normal para los jugadores de contrato dual que vienen desde la G League y…solo quieren asegurarse de hacer bien su trabajo”, dijo Walton sobre Caruso. “Él es un jugador tan creativo que cuando solo juega y lee, ahí es cuando es mejor. Creo que hizo un gran trabajo en la segunda mitad de liderarnos y darle buenos tiros a los otros muchachos, y hacer algunas jugadas para él, anotando ofensivamente para nosotros. Fue muy divertido verlo en el cuarto periodo”.

Esta jugada resume la que fue su impronta en el partido, y en general su esencia como jugador NBA.

Zubac sabía que era una situación imposible.

“Estábamos diezmados hoy”, resumió. “No tuvimos a varios muchachos. (Brandon Ingram) no terminó el suplementario, (Kentavious Caldwell-Pope) fue expulsado, así que fue duro”.

Sin embargo, el balcánico – quien le venía reclamando a Caruso mejores asistencias – descorchó su mejor partido de la temporada.

“Solo corrí la cancha, puse cortinas, y traté de ser el volcador, conseguir algunos rebotes ofensivos, y así fue como me impulsé”, explicó.

Zubac y Caruso ya traen cierta química dentro y fuera de la cancha, en parte por los juegos compartidos con South Bay, pero además son dos talentos que simplemente han quedado relegados por la superpoblación en sus posiciones.

“Esos dos realmente saben jugar al baloncesto”, opinó Kuzma. “Caruso vino e hizo un gran trabajo y especialmente Zu. Él ha estado limitado todo el año pero clave para nosotros”.

El resultado final no fue el esperado, y las victorias morales no se festejan. Tras el partido, el silencio reinaba en el vestuario, sobre todo por la incertidumbre alrededor de Ingram, quien sufrió un golpe en el cuello que le causaría una conmoción cerebral – y el ingreso al programa de la NBA.

Hart reconocía su cansancio, después de jugar 35 minutos (con 13 puntos y 13 rebotes) tras una ausencia de 32 días y 14 partidos. La lesión de Lonzo Ball el miércoles, la expulsión de KCP y la partida prematura de Ingram no le dejaron a Walton otra opción.

“No fue como lo planeamos”, ironizó.

Kuzma volvió a ser alero, y se mantuvo en cancha durante 46 minutos.

“Mejor que jugar 20 desde la banca”, aseguró, empleando una frase que ya había utilizado en noches similares.

Así los Lakers se encaminan hacia el final de la temporada, sin saber quién estará disponible cada noche o cuántas victorias más llegarán, pero con la certeza de que el esfuerzo y el sacrificio serán siempre la constante.