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Lakers reaccionan ante Orlando en un triunfo agónico

LOS ÁNGELES – Aprendiendo a ganar.

Eso es lo que han estado haciendo los Lakers a lo largo de las últimas semanas, encontrando formas de ganar partidos en los que no presentan su mejor versión.

Así fue que el miércoles, empleando una rotación con cuatro armadores y sin Josh Hart o Brandon Ingram, los laguneros se recuperaron rápidamente de un pozo temprano de 15 puntos para sacar adelante el juego ante Orlando Magic, sumando en el camino su victoria No. 29 de la temporada.

Definitivamente se sufrió de más ante un equipo con la tercera menor cantidad de triunfos en la NBA, y Luke Walton no ocultó su malestar tras un cierre que dejó mucho que desear.

Los Lakers se habían embarcado en una racha de 11-0 promediando el cuarto periodo para quebrar la paridad y ponerse en control del partido, pero ellos le permitieron a Orlando recuperarse. El final del partido tuvo muchos de los mismos matices del encuentro del lunes ante Portland. Los laguneros pasaron a perder tras un doble de Aaron Gordon, antes que Brook Lopez – la figura de la noche – llegara al rescate.

El pivot, goleador del equipo con 27 puntos, se hizo grande en la pintura y generó una falta con 0.6 segundos. Con sangre fría y corazón caliente, el pivot de North Hollywood encestó ambos y le devolvió la ventaja a los Lakers.

“Definitivamente nos salvó esta noche”, aseguró Lonzo Ball.

Lo que sucedería después fue un tanto rocambolesco, ya que en la salida lateral del Magic, una bocina errónea causó que los árbitros cortaran la jugada. Tras revisarla y charlarlo con los oficiales de la NBA en Seacaucus (Nueva Jersey), el fallo fue el que marca el reglamento: salto en la mitad de la cancha.

Esa determinación condenó virtualmente al Magic, ya que los privó de una última oportunidad para quedarse con el encuentro.

“No conocía esa regla pero hay mucho más en un partido que esa última jugada”, se sinceró Walton.

El entrenador quedó disconforme con la actitud de sus jugadores en los minutos finales.

“Siento que jugamos como si ya hubiéramos ganado el partido”, confesó.

Ball coincidió con el diagnóstico.

“Tenemos que dejar de hacer eso”, dijo el base. “Comienza en la defensa. Nos descuidamos un poco y permitimos puntos fáciles y así comienza. Luego en ofensiva no ejecutamos, dejamos que expire el rol y tomamos tiros difíciles”.

La victoria se construyó desde varios artífices, que permitieron a los Lakers sobreponerse a las 14 pérdidas y los 52 puntos permitidos en la pintura.

Además de Lopez (primer jugador de siete pies en la historia de la NBA con 25+ puntos y cero rebotes), el resto de los titulares terminaron en dobles dígitos en goleo.

Entre ellos se destacaron Julius Randle (12 puntos y 11 rebotes) y Kyle Kuzma (20 puntos y 10 rebotes) con sendos dobles-dobles. Lonzo Ball terminó con 16 puntos, seis rebotes y cinco asistencias. Isaiah Thomas aportó 13 puntos y nueve asistencias desde la banca – con un aporte fundamental en el mejor momento del equipo en el cuarto periodo.

La sensación que queda es la de haber evitado una tragedia. Desde Walton hasta el plantel son conscientes de lo que hay por mejorar, aunque por lo pronto, un resultado positivo siempre es bienvenido.

“Nunca he visto algo así…pero me quedo con la victoria”, sentenció Ball.