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Isaiah Thomas, salto de calidad para la ofensiva de Lakers

EL SEGUNDO – Isaiah Thomas ha causado una revolución ofensiva.

Se sabía de antemano que el canje con Cleveland – en el que partieron Jordan Clarkson y Larry Nance, Jr. y llegaron Channing Frye y él – cambiaría un poco la fisonomía de la plantilla, pero nadie esperaba que causara un despertar en el ataque de los laguneros.

Factores sobran, y tampoco el crédito completo recae sobre los hombros de IT – la consolidación de Julius Randle, la versatilidad de Brandon Ingram, la puntería de Josh Hart, Kentavious Caldwell-Pope y Brook Lopez, y el regreso de Lonzo Ball ayudaron – pero los resultados son tan gratos como sorprendentes.

Desde el juego del 10 de febrero ante Dallas Mavericks – el día del debut de Thomas – los Lakers tienen la quinta mejor ofensiva de la NBA, promediando 114.6 puntos por cada 100 posesiones. Para poner en contexto, en los primeros 54 partidos de la temporada los Lakers se ubicaban en el puesto No. 26, con eficiencia ofensiva de 102.4.

Aclarando que se trata de una muestra pequeña ante un calendario relativamente favorable, es imposible obviar esta dramática mejoría. Los Lakers han sido 12.2 puntos mejores que antes desde que Thomas vistiera por primera vez la camiseta púrpura y dorada.

Thomas está promediando 15.4 puntos y 4.6 asistencias en siete partidos, que en realidad deberían ser seis ya que solo disputó cinco minutos ante New Orleans Pelicans antes de ser expulsado por un altercado con Rajon Rondo.

Sus porcentajes también parecen ir estabilizándose, y ya dispara 43.2 por ciento en tiros de cancha y un respetable 37.1 en triples.

Todo esto yendo de menor a mayor, conociéndose sobre la marcha con Ball y el resto del plantel. Además, si el partido del jueves en Miami fue un indicio, el producto de la Universidad de Washington podría estar transitando una curva ascendente, mezcla quizás de su paulatina recuperación física y la familiaridad con sus compañeros.

“Me dieron una oportunidad mayor”, reconoció. “El entrenador me puso en la posición para ser quien soy. Mis compañeros ponen buenas cortinas y me dejan abierto. Yo tengo la parte fácil de meter la bola en el aro”.

Y es que allí en South Beach, IT explotó con 29 puntos, encontró su tiro exterior y continuó mostrando gran química con jugadores interiores como Julius Randle e Ivica Zubac.

Esa sociedad simbiótica con el croata está dando resultados por doquier. En esta jugada, más allá de la fortuita resolución, se ve como Thomas apenas consigue liberarse de la marca de Josh Richardson gracias a una dura cortina del balcánico.

Zubac fue vital en la explosión de Thomas, asistiéndolo ya sea en el pick and roll o con cortinas lejos de la bola en la ráfaga de 11 puntos del base al comienzo del cuarto periodo.

Y una vez que Miami comenzó a enfocarse en negarle el aro, IT le devolvió gentilizas al croata, algo que se va volviendo costumbre.

“Le mostró al mundo lo bueno que es nuevamente”, dijo Walton.

El pick and roll/alley-oop siguiente (en el que arrastra tres marcas) es algo que ya hemos visto desde que comparten minutos en la segunda unidad. De las 32 asistencias que Thomas lleva como lagunero, seis de ellas han sido para Zubac.

Y por contrapartida, seis de las 30 canastas del europeo esta temporada han sido cortesía de IT.

Thomas también le ha dado a Lakers otras pequeñas aristas que marcan la diferencia entre una ofensiva mundana y una de primera nivel.

Una de ellas yace en su capacidad para poner cortinas, algo poco normal si se tiene en cuenta que se trata del jugador de menor estatura en toda la NBA.

Como bien señaló Joey Ramírez hace algunos días, Thomas resulta muy hábil a la hora de convertirse en un escollo, liberando a sus compañeros tanto en el lado débil como en la pintura.

Además, Thomas es lo más parecido a una garantía en la línea de tiros libres. El armador dispara 22/23 con la camiseta de Lakers (95.7 por ciento), tras fallar su primero el jueves ante el Heat – cortando una racha de 50 tiros libres encestados de forma consecutiva.

Eso fue clave ante Sacramento. Allí Thomas encestó cuatro tiros libres en los últimos 17.1 segundos para asegurar el resultado.

Ni hablar de su liderazgo detrás de escenas, algo que Ball ya empieza a sentir. Eso le ha ganado aliados en el vestuario.

“Recuerdo verlo cuando estaba en Boston”, dijo el oriundo de Chino Hills. “Estoy feliz por él y estoy feliz por el equipo. No tiene miedo. Me ha ayudado con cosas fuera de la cancha con mi cuerpo. Me tiene tomando mucho agua ahora mismo”.

Otros números avalan su efecto positivo en la ofensiva. Desde su debut, los Lakers se ubican terceros en la NBA en porcentaje de tres puntos (42.7), séptimos en asistencias (27.0) y cuartos en puntos (120.3).

Y lo mejor podría estar por venir.

“Lo he hecho antes”, apuntó. “Soy un anotador. Son un tipo que hace jugadas. Cuando tengo la oportunidad, puedo hacerlo. No estoy aquí para demostrarle a nadie que puedo hacerlo. Él mundo sabe lo que traigo a la mesa. Mi trabajo es ayudar a este equipo a llegar al próximo nivel y ganar. Cuando llamen mi nombre, en la oportunidad que tenga, estaré listo”.