LOS ÁNGELES – La ofensiva de los Lakers no tuvo su mejor noche.
El duelo del sábado ante Utah Jazz quedó marcado por la falta de puntería de los dirigidos por Luke Walton, una tendencia que volvió a repetirse en esta joven temporada.
Los laguneros dispararon 38.3 de campo y apenas 5/22 en triples, quedándose en una magra cosecha de 81 puntos ante una de las mejores defensas de la NBA.
La gran diferencia estuvo en el primer cuarto, donde los Lakers cayeron en un pozo de 15 puntos que a la postre sería imposible de remontar. Un par de seguidillas en la segunda mitad redujo el déficit a un dígito, pero los pupilos de Quin Snyder, con un Donovan Mitchell (22 puntos) en gran nivel, siempre encontraron una respuesta.
La anemia ofensiva se reflejó en las 17 asistencias repartidas a lo largo de la noche, y las 16 pérdidas volvieron a ser un palo en la rueda para un equipo que todavía no logra encontrar alineaciones que plasmen la idea de Walton.
Brandon Ingram tuvo otra sólida actuación, liderando a los Lakers con 16 puntos en 7/14 de cancha, agregando cuatro robos y un par de asistencias. Desde la banca el mejor fue Jordan Clarkson, con 15 puntos y cuatro rebotes.
La segunda unidad, particularmente con Josh Hart y Julius Randle en cancha, volvió a dar señales positivas, y ambos terminaron en positivo en la estadística de +/-.
El equipo volverá ahora al sur de California, donde enfrentarán a los Detroit Pistons el martes por la noche.