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Vander Blue, un paso más cerca de su sueño

La historia de Vander Blue es la de todo soñador con ambición, ética de trabajo e instinto de superación.

Es por eso que, en una Liga de Verano en la que Lonzo Ball y Kyle Kuzma se llevaron todos los reflectores, él terminó siendo el mayor ganador.

Blue llevó a los Lakers al título en Las Vegas con un gran torneo y una mejor actuación en la final, levantando la copa en el día de su cumpleaños No. 25.

Tras el partido, y con una alegría incontenible él volvió a repetir su sueño.

“Dejaré que mi trabajo hable por mí”, avisó. “Rezo que sea con los Lakers”.

La semana pasada los Lakers le dieron un contrato, y el escolta oriundo de Milwuakee estará presente en el campamento de entrenamientos buscando quedar en la nómina de 15 de cara a la temporada 2017-18.

De lograrlo, esa sería la culminación de un camino zigzagueante que lo vio pasar por Israel, China, los Boston Celtics, y un puñado de partidos con los Lakers en 2015. Eso sin hablar de su fantástica trayectoria en la NBA G League, donde ya es el goleador histórico de los South Bay Lakers.

A su edad, y cuatro años después de abandonar Marquette, Blue ya no tiene nada que demostrar en las ligas menores de la NBA. Su capacidad anotadora es inapelable, y en la cita de Las Vegas logró sacar a relucir un arsenal mucho más completo, sobre todo en la final y ante la ausencia de Ball.

“Sin Zo tuve mucho la bola esta noche y traté de hacer un poquito de todo para mantenernos (en el partido)”, explicó. “Anotar, bajar rebotes, asistencias. Traté de hacer la jugada correcta para mi equipo. Creo que tuvieron una buena oportunidad de verme porque estuve en el equipo. Mostré mi liderazgo”.

Quizás lo más difícil para él fue quitarse el rotulo de cañonero e individualista, un rol que debió cumplir más por necesidad que por empeño.

“Sé que en la G League, pudiera parecer que era un jugador egoísta por la cantidad de puntos o al ritmo que anotaba, pero toda mi vida traté de ganar, y quiero jugar con ganadores”, dijo. “No hay mejor sentimiento que eso. Pude mostrarle a todos, no solo a Magic (Johnson) y (Rob) Pelinka, que soy un jugador de equipo, y que al final soy un ganador”.

Ambos ejecutivos de los Lakers, junto a Nick Mazzella y Joey Buss de SBL, quedaron convencidos por su transformación. Blue compitió en defensa, se mostró capaz y predispuesto a buscar al compañero mejor ubicado y se erigió como una fuerza estabilizadora en un plantel lleno de jóvenes. Todo sin sacrificar su esencia, que es la de un goleador nato.

Su apuesta valió la pena.

Lo convencional hubiera sido quizás irse a jugar la Liga de Verano con otro equipo, como lo hicieron Josh Magette (Atlanta Hawks) y Justin Harper (Golden State Warriors) en Las Vegas. Ambos, también figuras de South Bay Lakers, buscaron nuevos horizontes para mostrarse ante otros ejecutivos y cuerpos técnicos.

Blue apostó a quedarse, pese a que a priori debería partir de la banca, y ser pieza secundaria o terciaria en un equipo que también contó con Ivica Zubac, y los recientemente seleccionados Thomas Bryant y Josh Hart.

Sin embargo, su perseverancia pagó dividendos. Esa misma perseverancia es la que lo mantuvo en Estados Unidos, pese a la tentación de contratos millonarios del exterior.

En una entrevista con Alberto De Roa para Hoopshype, Blue dejó en claro cuales son sus aspiraciones:

“Sigo persiguiendo mi sueño”, avisó. “Siento que si lo haces por el dinero, lo estás haciendo por la razón incorrecta. Estoy aquí persiguiendo una meta. Cuando logre esa meta, más dinero vendrá, de eso se trata. Así que estoy aquí para hacer eso. Hassan Whiteside podría haberse ido al exterior por un par de millones, pero eligió quedarse y jugar en la G League. Y míralo ahora, tiene $120 millones, así que eso pagó (dividendos)”.

Blue, quien en dicha entrevista reconoció que cuenta con el apoyo de su familia – y algunos ahorros de sus breves pasos por el exterior y la NBA – para solventar sus gastos ante los humildes salarios de la G League, está a un paso de alcanzar su gloria.

Con los consejos de Jae Crowder y Jimmy Butler, más el apoyo de Dwyane Wade y el resto de la familia de Marquette, su trayecto quijotesco podría tener final feliz.

Con otros 14 jugadores con vínculo garantizado – y la presencia de Alex Caruso con un contrato dual – la plantilla del campamento no está definida. Pelinka avisó que el dueño del cupo No. 15 se definirá en la pretemporada.

Sea quien sea su competencia, Blue sabe que es su momento. Su sueño está al alcance de la mano.