LOS ÁNGELES – El que pega primero, pega dos veces, y los Lakers no frenaron en el segundo golpe.
Los pupilos de Luke Walton fueron el agresor en la noche del Madison Square Garden y se llevaron un triunfo rutilante sobre los Knicks de Nueva York.
El cambio de alineación, que vio los ingresos de Julius Randle y Brandon Ingram y las salidas de los veteranos Luol Deng y Timofey Mozgov surgió efecto casi de inmediato, y los de púrpura y dorado se apoderaron rápidamente del trámite del partido.
La victoria fue de punta a punta, y más allá de algún intento desesperado de los locales, el triunfo nunca estuvo en duda gracias a una brillante actuación colectiva de la gran mayoría de los jóvenes valores del plantel.
Con D’Angelo Russell marcando la pauta, el equipo mostró su versión más ordenada y se fue al descanso con una ventaja de 16 puntos y apenas solo una pérdida de balón. El armador terminó con seis asistencias y sin desperdicios, y desde su conducción crecieron varios de sus compañeros.
Lo mayores beneficiados fueron Ivica Zubac (10 puntos, siete rebotes, cuatro tapas), y Larry Nance, Jr. (10 puntos, 10 rebotes, tres robos), pero el equipo jugó bien a lo largo de toda la noche.
La banca brilló – con 22 puntos de Lou Williams y otros 12 de Clarkson – y le permitió a los Lakers mantener una ventaja que acabó siendo irremontable.
Y además, la nueva alineación cumplió su rol, con 14 puntos de Julius Randle en 17 minutos, y una sensacional performance de Tarik Black, quien se quedó a un punto de un nuevo doble-doble. En sus 20 minutos en cancha, el “Búfalo” cerró con un +34, ilustrando su participación en los mejores momentos del equipo.
Todo eso sin mencionar a Brandon Ingram, la gran figura del conjunto que, tras disparar un airball en un tiro libre sobre el comienzo del partido, levantó su confianza para enterrar un par de triples claves para establecer la diferencia inicial.
En líneas generales, el triunfo fue categórico. Los Lakers igualaron su mejor marca de la temporada con 20 rebotes ofensivos, y las ocho pérdidas fueron la segunda mejor producción de la campaña.
Y con siete jugadores distintos en dobles dígitos, la tropa de Walton demostró que no depende de ningún artífice en especial.
Sin dudas una victoria de equipo que sirve para lo moral, y para confirmar la apuesta por la juventud que realizó el entrenador para lo que resta del camino.