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Lakers vuelven al triunfo con gran segunda mitad vs. Pacers

LOS ÁNGELES – La adversidad finalmente enfocó a estos Lakers.

Tras cinco derrotas al hilo y una primera mitad que incluyó 14 pérdidas y las lesiones de D’Angelo Russell y Nick Young, los angelinos fueron un equipo diferente tras el descanso, llevándose por delante a Indiana Pacers y concretando un triunfo rutilante.

Los dirigidos por Luke Walton ya habían mostrado algunas señales positivas en los primeros 24 minutos, pero a la vuelta del entretiempo – y con Young sorpresivamente en cancha tras un golpe que lo había puesto en duda – se vio una versión que se asemeja mucho a lo que busca su entrenador.

“Salimos a la segunda (mitad) y jugamos de la manera que practicamos los últimos dos días”, apuntó Walton. “Las dos cosas que nos estaban matando en la primera mitad eran las pérdidas y los puntos de esas pérdidas – que igual terminamos con muchísimos – y los puntos de contragolpe, que ellos estaban 12-2 al entretiempo y terminaron con apenas 15. Hicimos un trabajo mucho mejor de regresar en transición. Y solo anotaron ocho puntos en la pintura en la segunda mitad, que para nosotros es casi un milagro”.

Los Lakers elevaron su intensidad defensiva, le encontraron la respuesta al problema llamado Al Jefferson (20 puntos en la primera mitad, ninguno tras el medio tiempo), y se largaron a correr, brillando en campo abierto gracias a la efectividad letal de sus francotiradores.

“Defendimos, movimos la bola, y fue divertido”, resumió Julius Randle.

Lou Williams (27 puntos) apuntaló a una banca excelente que terminó con 58 puntos, y los Lakers dispararon 42.4 por ciento en sus triples, con grandes aportes de Nick Young y Jordan Clarkson.

“Defensivamente, los hicimos tomar tiros duros”, explicó Clarkson. “Salimos en transición, tuvimos robos. Jugamos juntos. Dimos el pase extra en ofensiva. Metimos tiros. Nos divertimos hoy. Así es como deberíamos jugar cada noche”.

Sin embargo, todo comenzó en el canasto propio.

Timofey Mozgov (11 rebotes) y Tarik Black (13) se hicieron dueños de los tableros, y el equipo limitó la efectividad de Indiana (38.9 por ciento en la segunda mitad) y sus segundas oportunidades (apenas nueve puntos).

Eso dio rienda suelta a José Calderón (seis asistencias) en la conducción, y a Brandon Ingram en la creación. El novato redondeó otra gran actuación y demuestra partido tras partido que se está asentando de manera firme en la NBA.

“Su nivel de actividad fue fantástico, la manera que (subió el ritmo) y consiguió desvíos”, dijo Walton. “Creo que ese es el jugador en el que, si continúa trabajando, puede convertirse. Ese tipo de jugador que llena planillas y hace jugadas ganadoras en toda la cancha”.

Sin dudas fue una actuación en conjunto, en la que Lakers tuvieron a cinco jugadores en dobles dígitos en goleo.

Además, el equipo logró asimilar la baja de Russell, quien sufrió un desgarro en la pantorrilla derecha y un esguince en el ligamento colateral medio de su rodilla. El armador se someterá a una resonancia magnética el sábado, aunque coincidió con Walton en que la lesión parecía más grave de lo que fue.

“Caí en una posición rara que causó un poquito de dolor, pero estoy bien”, dijo tras el partido el producto de Ohio State.

Los Lakers esperarán que el sábado se confirme ese buen augurio para definir su futuro antes del encuentro del domingo en Dallas.