LOS ÁNGELES – Los fantasmas sobrevolaron el interior del STAPLES Center cuando en el tercer cuarto los Lakers desperdiciaron una nueva ventaja de dobles dígitos.
Tras abrir el partido con un parcial de 10-0, los pupilos de Luke Walton cayeron en un pozo en el segundo periodo y llegaron a resignar el liderato, una tendencia que se ha dado demasiadas veces esta temporada, y que ya sucedió hace poco más de dos semanas en el sur de la Florida. En aquella ocasión los Lakers sacaron luz de 19 puntos y terminaron perdiendo 115-107.
Eso no iba a suceder en esta ocasión.
Los Lakers ajustaron las marcas y, tras un tramo parejo antes del descanso, salieron a la segunda mitad y se adueñaron del partido, aprovechando las ausencias de Hassan Whiteside y Justin Winslow, y la expulsión de Goran Dragic – por un altercado con Jordan Clarkson – en el cuarto periodo.
“Nuestra defensa fue realmente buena en tres de los cuatro cuartos esta noche”, dijo Luke Walton. “En el segundo cuarto ellos hicieron lo que quisieron. Fueron los agresores en cada posesión, pero más allá de eso creo que hicimos un gran trabajo de sacarles (opciones), sacarlos de su zona de confort, y defender tiros, y es por eso que enfatizamos la defensa todos los días porque es algo de lo que puedes defender para convertirte en un equipo ganador”.
D’Angelo Russell se encargó de encausar el partido con un gran tercer periodo, en el que anotó ocho de sus 19 puntos y repartió cuatro de sus cinco asistencias.
Los Lakers no volverían a tropezar con la misma piedra, y el elenco se animó, de la mano de un brillante Luol Deng (19 puntos y 14 rebotes) y un incontenible Tarik Black (10 puntos y 11 rebotes desde la banca).
De lo demás se encargaron Lou Williams (16 de sus 24 puntos en el último parcial), y Brandon Ingram, quien igualó con 17 puntos su marca más alta en la NBA y agregó seis rebotes y cuatro asistencias.
En total fue un esfuerzo grupal en el que aparecieron seis jugadores en dobles dígitos en goleo y otros seis con al menos seis rebotes. Los Lakers dominaron en los tableros, capturando 62 – la mejor marca de la temporada – y dejando a un diezmado equipo del Heat en 41.
“Creo que jugamos inteligentemente”, dijo Deng. “Hemos estado jugando bien, mucho mejor ofensivamente, pasando la bola. Creo que esta noche fue uno de esos juegos en los que tuvimos la ventaja, la devolvimos, y una vez que la recuperamos nuestra concentración fue mucho mejor. Estábamos enfocados en la victoria”.
El cuidado de balón confirmó la tendencia reciente – promedio de 9.3 en los últimos cuatro partidos – y los angelinos dispararon 50 por ciento de cancha, su sexta mejor producción de la campaña.
De esa forma llegó el segundo triunfo del 2017 y el decimocuarto de la temporada, y los Lakers buscarán extender el buen momento el domingo ante Orlando Magic.