LOS ÁNGELES – “No creo que hayamos estado concentrados esta noche”.
Con honestidad brutal, Julius Randle resumió el por qué de la derrota de los Lakers el domingo por la noche ante los Chicago Bulls.
La tropa de Luke Walton jugó un partido irregular en el que fracasaron en sus dos mayores objetivos – emparejar la batalla de los rebotes y limitar la cantidad de viajes a la línea de tiros libres del rival.
Los Bulls los superaron 56-37 en los tableros y tuvieron 28 tiros libres – 11 de ellos en un primer cuarto que marcó la pauta de lo que fue el resto de la noche.
Walton no buscó excusas, pese a recibir su primera falta técnica por protestar algunos fallos dudosos de los jueces.
“Parte de eso es que estamos haciendo faltas”, reconoció. “Saltamos contra los tiradores…Cuando (defendemos) con el pecho y sacamos las manos, somos un buen equipo defensivo y tenemos seguidillas rápidas. Tenemos que comprometernos y seguir mejorando en eso”.
Sin embargo, los Lakers tuvieron buenos pasajes, pese a noches desdibujadas de D’Angelo Russell (aún acusando dolores en su rodilla izquierda) y de Jordan Clarkson, quien falló sus primeros nueve tiros al canasto y terminó 1/12 de cancha.
La contracara fueron Lou Williams, con otra noche sensacional en la que aportó 25 puntos y reanimó la ofensiva del equipo, y Larry Nance, Jr., quien aparte de anotar 18 (la máxima de su carrera), aportó seis rebotes, tres asistencias, un robo y una tapa, además de su energía y coeficiente basquetbolístico habituales.
Para destacar también quedará que los Lakers disputaron los primeros 21:24 minutos de la noche sin cometer pérdidas, una bocanada de aire fresco para un equipo propenso a las desatenciones.
Sin embargo, la falta ofensiva de Julius Randle que cortó la racha le dio puntapié a una seguidilla de tres al hilo, y el equipo terminó el encuentro con 10, seis de ellas en el fatídico tercer cuarto que le cambió el rumbo al partido.
“Creo que eso fue por lo que todavía estábamos en el partido pese a que nos estaban matando en la línea de tiros libres y superándonos en los rebotes”, mencionó Walton. “Estábamos cuidando el balón”.
Esa secuencia, que a la postre resultó crucial, fue la que desencadenó en la frase de Randle.
“Fuimos descuidados con la bola”, admitió.
Pese al revés, Walton mantiene el mensaje positivo.
“A seguir mejorando”, le pidió al plantel. “(Los Bulls) tienen una de las mejores defensas de la liga y les anotamos 110".