LOS ÁNGELES – “Luke (Walton) ha hecho un gran trabajo de hacerles creer y de jugar agresivamente, y uno puede realmente verlo…estoy muy impresionado con lo que ha hecho con este grupo”.
Cuando los halagos vienen de Gregg Popovich, estos se convierten en confirmación de que los Lakers van por la buena senda, incluso tras una derrota en casa.
Los de púrpura y dorado cayeron el viernes por la noche ante los San Antonio Spurs en un partido que fue de transcurso adverso a lo largo de toda la noche, pero en el que una vez más este joven plantel logró dar pelea hasta el final.
Con los texanos disparando cerca de un 60 por ciento toda la noche, los Lakers generaron pérdidas, se hicieron fuertes en la pintura e intentaron acelerar el ritmo ante un equipo meticuloso y ordenado.
La disciplina de los Spurs mostró grietas en algunos pasajes de la primera mitad, y el marcador al descanso daba esperanzas de un resultado positivo.
Sin embargo, San Antonio nunca bajó su efectividad en tiros de campo y entre Kawhi Leonard y LaMarcus Aldridge – sumado a una daga de Tony Parker – lograron resistir los embates locales e irse con el triunfo en el bolsillo.
Para los Lakers fue un partido agridulce.
“Nunca estamos ok con ninguna derrota”, sentenció Jordan Clarkson. “Eso muestra cuánto hemos crecidos. El año pasado nos hubiéramos ido del partido si hubiéramos ido perdiendo por esa cantidad. Estamos aquí tratando de ganar partidos”.
Sin embargo, el partido arrojó señales positivas, sobre todo si se tiene en cuenta la ausencia de D'Angelo Russell por dolores en su rodilla izquierda.
Los Lakers no solo llegaron con chances al final del encuentro – a cuatro puntos a 1:23 del final – sino que cuidaron el balón (12 pérdidas) y cometieron menos pérdidas (21) de las que venían promediando.
Las batallas en los rebotes (45-34), la pintura (36-28) y los contragolpes (21-17) también favorecieron a la tropa de Walton.
Sin embargo, con una ofensiva ordenada y una defensa que supo cuándo apretar las tuercas, los visitantes lograron sacar la diferencia necesaria en el tercer cuarto, suficiente como para evitar la remontada.
Tras el juego, Lou Williams habló con el plantel y Clarkson contó cuál fue el mensaje.
“No podemos dejar que se convierta en una avalancha”, avisó. “Los buenos equipos regresan y ganan. No podemos dejar que siga sucediendo”.
Walton coincidió.
“Lo importante es cómo regresamos de esto y cómo encaramos la práctica mañana”, apuntó.
Con la visita de los Bulls a menos de 48 horas, el entrenador tendrá la respuesta casi de inmediato.