featured-image

Ingram y Zubac brillan en el cierre de la Liga de Verano

LAS VEGAS – Los Lakers cerraron la Liga de Verano Las Vegas 2016 con derrota pero la sensación que quedó fue más que positiva.

El equipo dirigido en esta ocasión por Theo Robertson mejoró mucho su nivel en la segunda mitad y las individualidades brillaron con luz propia.

La ausencia de D’Angelo Russell (descanso) y Larry Nance, Jr. (esguince en su muñeca derecha) permitieron a jugadores como Brandon Ingram, Anthony Brown, e Ivica Zubac sacar a relucir sus talentos, y los resultados fueron sorprendentes.

El novato, de actuaciones irregulares a lo largo de la semana, explotó al recibir mayor protagonismo. Sin Russell en la conducción, el producto de Duke tuvo el balón en sus manos con más frecuencias y destacó no solo en el pick and roll, sino en la creación de tiros propios y para sus compañeros.

Con tan solo 18 años, Ingram fue una verdadera pesadilla para la defensa del Jazz, terminando con 22 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias, con un excelente 9/13 de cancha (2/3 en triples). Tras brillar en el debut, el alero logró reencontrarse con su tiro, y eso le abrió un abanico de posibilidades demasiado letal para un jugador de sus habilidades.

Sus compañeros lo notaron, ya que a medida que la atención fue dirigiéndose hacia Ingram, otros como Zubac y Brown se destaparon.

El croata, particularmente, fue una topadora. Desde el principio del partido Zubac selló el canasto propio con una serie de tapones de alto calibre, y del otro lado de la cancha aprovechó su estatura y movilidad para conseguir rebotes ofensivos y definir con eficacia.

Zubac cerró su mejor partido con la camiseta de los Lakers con 16 puntos, 11 rebotes y seis rechazos, incluyendo un par de volcadas de alto voltaje que dejaron boquiabiertos hasta a sus propios compañeros.

El balcánico redondeó un gran debut en Las Vegas y ahora regresará a su país natal durante una semana para descansar, recargar las baterías y retomar la preparación para el campamento de octubre.

El último que se destacó fue Brown, y su explosión ofensiva fue un oasis en el desierto que llegó justo a tiempo. El escolta habló a menudo sobre la necesidad imperiosa de empezar a demostrar la eficacia de su tiro exterior, y en la segunda mitad se le destapó el aro y los triples empezaron a caer.

Brown, quien además mostró un muy mejorado manejo de pelota y su ya patentada defensa perimetral, terminó con 15 puntos, encestando 3/5 desde más allá del arco. El producto de Stanford disparó con confianza y sin reparos, y esa última imagen es la que él mismo – además del pleno del cuerpo técnico – es la que quiere ver de cara a su segunda temporada en la NBA.

Los Lakers además recibieron contribuciones de algunos de sus jugadores de rol. Jabari Brown y Trevor Lacey aportaron ofensiva inmediata desde la banca, mientras que Jamal Wilson y Zach Auguste demostraron ser opciones interesantes como lo hicieron durante todo el certamen.

El plantel regresará al sur de California el sábado por la mañana, con la excepción de Ingram y Russell, quienes se unirán a Julius Randle para entrenar desde el lunes con el seleccionado de Estados Unidos que intentará defender su medalla dorada en Río de Janeiro el mes próximo.