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Ingram comienza a dejar su huella con fluidez y personalidad

EL SEGUNDO – El segundo día de prácticas de cara a la Liga de Verano dejó muchas de las mismas sensaciones del primero.

El tema de conversación fue recurrente, repitiéndose a lo largo de ambas jornadas, y tras el entrenamiento del miércoles los elogios hacia el desempeño de Brandon Ingram llegaron como una catarata.

Con apenas 18 años, el ex alero de Duke destila una confianza poco común, y pese a que todavía no se acostumbra a alzar la voz, su calidad y personalidad por ahora dicen suficiente.

“Estoy realmente impresionado”, dijo Larry Nance, Jr. “No lo había visto jugar antes de conocerlo. Esperaba que a este chico, que es muy flaco pero sabe jugar, le tomara un tiempo. Pero él es una realidad. Llamé a mi padre después de la primera práctica y le dije: a este chico le va a ir bien”.

Aquellos que estuvieron presentes en las prácticas le confiaron a Lakers.com que Ingram fue el mejor jugador el martes, y que el miércoles no bajó su nivel y estuvo a la par de un D’Angelo Russell en gran forma.

Todos hablaron maravillas de su capacidad para sacar tiros por encima de la marca, por su velocidad para correr la cancha, e incluso el efecto positivo de sus brazos largos en defensa.

Luke Walton no ahorró cumplidos y destacó la “fluidez que tiene como jugador de baloncesto”.

“Tiene todas las habilidades”, resaltó. “Deberá fortalecerse y aprender el juego de la NBA, pero tiene una gran sensibilidad en cuanto a cómo desmarcarse y lo que está sucediendo en la cancha. Es difícil enseñarlo”.

El propio Russell se mostró ilusionado por el comienzo de una gran sociedad.

“Tiene un talento increíble”, describió. “Mete sus tiros. Es una ventaja en los emparejamientos en toda la cancha, adentro y afuera. Corre la cancha y tiene un talento que no puedes enseñar. Su longitud, su altura, su habilidad. Siento que el cielo es el límite para ese chico”.

Ingram incluso se encargó rápidamente de despejar las dudas acerca de su falta de músculo.

“Es flaco, pero es duro”, confesó Nance, Jr. “En las cortinas, él te pega. En los rebotes, él te pega. Te da lo que tiene. Eso inmediatamente le saca el mote de liviano. Usa lo que tiene de la mejor manera que puede”.

Esa frase de Nance, Jr. cala hondo, sobre todo viniendo de un jugar que exhibió un físico privilegiado. El producto de Wyoming no solo trabajó en su tiro de larga distancia este verano, sino que fortaleció su rodilla y parece haber sumado algunas libras de masa muscular a su estructura.

El ala-pivot agregó que Ingram se verá beneficiado por el ritmo de juego que intentará imponer Walton.

“Me sorprendió porque corre como un ciervo”, dijo Nance, Jr. “Tiene esos saltos que parece que puede (correr) para siempre. Creo que como vamos a jugar, a un ritmo más alto, le encajará muy bien”.

Con humildad, Ingram se mostró contento por los elogios, pero dijo no conformarse.

“Me da más motivación”, aseguró. “Siempre vuelvo a esa frase, ‘siempre estás arribando, nunca llegaste’. Es un buen cumplido pero debo seguir trabajando”.

Algunos minutos más tarde, ya más suelto, se permitió sonreír al reconocer que tomó a algunos de sus compañeros por sorpresa con su ferocidad en la cancha.

El oriundo de Carolina del Norte – quien compartirá algunos días con Russell y Julius Randle en el campamento de la selección de Estados Unidos – hizo hincapié en la importancia de ir cultivando la química de equipo, pero aclaró que a Las Vegas va con una sola meta.

“Ganar”, remató. “Ganar, por supuesto. Si no estamos tratando de ganar, no hay punto en jugar”.