featured-image

Lakers lucen débiles con una alineación muy diezmada

LOS ÁNGELES – Los Lakers no son un equipo particularmente bueno defensivamente cuando tienen el pleno de su plantilla, y lamentablemente, cuando les faltan sus mejores piezas los resultados son demoledores.

Byron Scott debió utilizar una tercera alineación distinta por tercer partido seguido, y las ausencias de Wesley Johnson y Ronnie Price, sus dos mejores defensores perimetrales, se sintieron profundamente. Los Lakers recibieron el primer golpe de los Clippers, como indicó Scott, y nunca se pudieron recuperar.

“Extrañamos a Ronnie, extrañamos a Wes, extrañamos su longitud, su velocidad y su versatilidad defensiva”, resumió Kobe Bryant.

Scott fue más allá, y cuestionó el temple de sus muchachos.

“Fuimos débiles”, fue el mensaje del entrenador, mensaje que le dio a sus pupilos en el camerino al entretiempo y que se encargó de recalcar en otras tres ocasiones durante su conferencia de prensa post-partido.

El estratega de los Lakers dijo estar “sorprendido y decepcionado” por el tipo de partido que jugaron. Los Lakers permitieron 70 puntos en la primera mitad, y los números finales de los Clippers quedaron maquillados por unos últimos 24 minutos que estuvieron prácticamente de más.

“El juego se nos fue de las manos, tratamos de apurarnos para cambiar el envión y remontar un poquito, pero no jugué diferente a como juego normalmente”, agregó Bryant.

Los Lakers realmente hicieron poco para destacar. Sin Price en cancha (“la cabeza de la serpiente” para Scott), Chris Paul tuvo vía libre para hacer destrozos. Ni Jeremy Lin, ni Wayne Ellington ni Jordan Clarkson pudieron hacer mucho para frenar los embates de un CP3 inspirado, y el resultado reflejó rápidamente la diferencia que había entre un equipo y otro.

“Fueron mejores”, confesó Bryant. “Tienen mejores jugadores y te llegan como olas. Tienen muchos tiradores en cancha y estábamos diezmados”.

Entre Paul y Matt Barnes sumaron nueve triples y esa puntería abrió los caminos hacia el canasto, permitiendo los 27 puntos de un Blake Griffin que se quedó en las puertas de un triple-doble.

Bryant intentó sacar la cara por el equipo, pero tuvo una de esas noches en las que su pólvora estaba mojada. El escolta finalizó 2/12 de cancha y no anotó hasta el tercer cuarto.

“Esta noche traté de atacar un poquito más, de forzar las cosas un poquito más, porque el juego se nos escapaba”, explicó.

La estrategia no dio sus frutos y los Clippers continuaron estirando su ventaja hasta que esta se tornó irremontable.

Para resaltar quedará que los últimos 12 minutos sirvieron para darle rodaje y experiencia a tres jugadores que suelen ver poca cancha: Clarkson, Ryan Kelly y Tarik Black, quien hizo su debut vestido de púrpura y dorado.

Clarkson culminó con 14 puntos, la marca más alta de su corta carrera profesional. Además el base aportó cuatro rebotes y regaló dos asistencias en 20 minutos. Kelly, por su parte, capturó seis rebotes, mientras que Black sumó un par de volcadas y tres tableros.