LOS ÁNGELES – Los Lakers dejaron en evidencia el domingo por qué es que Byron Scott pregona tanto la necesidad de construir una defensa sólida.
Los angelinos dispararon 51.9 por ciento del campo y 60.0 por ciento en triples (12/20) pero cayeron derrotados 116-107 ante un potente equipo de Phoenix Suns.
Eso dejó muy en claro el minúsculo margen de error que tienen los laguneros, que han demostrado una y otra vez esta temporada que les cuesta muchísimo ganar solo a base de su ofensiva.
“No fuimos capaces de concretar, especialmente al principio del juego”, dijo Scott. “Nuestro margen de error es tan pequeño que debemos aprovecharnos de situaciones como esas, y estuvimos fallando tiros [muy cercanos], especialmente en la primera mitad”.
El encuentro dominical fue sin dudas una decepción en esa faceta: Phoenix los superó 46-42 en puntos en la pintura, 11-9 en puntos de segunda jugada, 26-18 en puntos de contragolpe y 45-35 en los tableros. Por si fuera poco, los Lakers perdieron 17 balones, algo que fue aprovechado al máximo por los visitantes (25 puntos), y fallaron nueve tiros libres.
Todo eso, en conjunto, conspiró contra las posibilidades de un equipo que había jugado unos primeros 24 minutos de gran nivel, incluso en defensa. Sin embargo, promediando el segundo periodo, y particularmente en el tercero (33 puntos de los Suns), los Lakers perdieron el camino y resto fue historia, más allá de otro furioso intento de remontada que quedó apenas trunco. Un gran Nick Young hizo todo lo posible para vestirse de héroe, pero en defensa los Lakers no fueron capaces de conseguir suficientes paradas (o rebotes defensivos) como para conseguir el batacazo.
“No pudimos frenarlos, y cuando lo hicimos, ellos atraparon el rebote ofensivo”, señaló el entrenador. “Eso, creo, fue lo más desesperanzador. Estuvimos ahí, nuevamente, jugamos duro durante 48 minutos, pero durante los últimos minutos del partido es donde pareciera que los perdemos”.
El resultado, al final, fue uno que lamentablemente se va repitiendo: los Lakers ya llevan tres derrotas al hilo y acumulan 22 reveses en lo que va de la temporada.
Para rescatar quedará el regreso de Kobe Bryant, quien disputó 32 minutos y lució bien físicamente. El escolta coqueteó con un triple-doble (10 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias), aprovechando la marcación doble de los Suns. El astro también recibe crédito por solo tomar 10 tiros en esas condiciones, y por identificar a Young (21 puntos) y Jeremy Lin (19) como los que tenían la mano caliente en el cuarto periodo.
“Estoy tratando de ser más paciente”, dijo Bryant. “La defensa me estaba apretando por todos lados. Era mejor para mí ser un poquito más decisivo ofensivamente. No había mucho más que pudiera hacer sin forzarlo”.
También vale mencionar la buena tarea de Lin, quien a disparó 8/11 desde el campo y agregó tres rebotes, dos asistencias, dos bloqueos y un robo.
“Definitivamente puedo construir sobre esto”, aseguró. “Hay más que todavía puedo hacer y hay más que debo mostrar. Esta noche fue definitivamente un paso en la dirección correcta, pero cuando hablamos de alcanzar mi potencial, todavía hay mucho más que puedo hacer”.
Los Lakers visitarán ahora a los Denver Nuggets. El juego será el martes a las 6:00 p.m. (PT).