LOS ÁNGELES – Muchas veces una derrota por un punto duele más que una por 40.
Los Lakers jugaron un muy buen partido el viernes, defendiendo con efectividad y repartiendo el goleo, pero no pudieron aprovechar la ausencia de Kevin Durant y cayeron por 104-103 ante Oklahoma City Thunder.
Tras el partido Byron Scott exhibió una mezcla de bronca y tranquilidad, sabiendo que sus dirigidos siguen mostrando buenas señales pero entendiendo claramente que dejaron pasar una gran oportunidad de seguir remontando posiciones en la tabla de la Conferencia Oeste.
“Dispararon 43 por ciento”, apuntó. “Obviamente les hicimos demasiadas faltas. Fueron a la línea 29 veces. Nuestra defensa de media cancha fue buena. Hicimos un buen trabajo. Permitimos 11 rebotes ofensivos, que es un poquito mucho. Nuestro margen de error no es lo suficientemente grande como para permitir eso”.
Por ahí estuvo gran parte de la explicación. OKC terminó 22/29 en tiros libres, tomando 14 más que los Lakers. Eso les ayudó a llevarse la victoria a pesar de que nunca pudieron encontrar ritmo contra la presencia de Ed Davis y compañía. Los angelinos defendieron bien, estuvieron firmes en los rebotes y controlaron gran parte de la noche a Serge Ibaka.
Sin embargo, las 11 pérdidas duelen, y acabaron siendo la diferencia en un partido que los Lakers tuvieron al alcance de la mano, y que hubieran ganado si Kobe Bryant encestaba su último tiro.
El astro tuvo un intento ideal, pero falló como casi toda la noche. Bryant terminó 3/15 de cancha, dejando en evidencia el cansancio que lo viene persiguiendo a lo largo de la temporada. En un día especial para él (con su familia sentada en la primera fila), el escolta tuvo la chance de ser el héroe pero la película no tuvo final feliz.
“No tuve mis piernas esta noche”, reconoció Bryant. “Es frustrante y lo tengo que descifrar. Algunos juegos están ahí y otros no. Tengo que intentar cosas diferentes y ver adónde va”.
Pese a eso, los Lakers se van con la sensación de que van por el camino correcto.
Davis y Ronnie Price brillaron, no solo defensivamente sino también como los goleadores del equipo. El armador anotó sus 14 puntos en una gran ráfaga en el primer cuarto, mientras que el centró agregó 18 tantos, nueve rebotes y dos bloqueos.
“Ed Davis jugó fenomenal”, dijo Carlos Boozer. “Estuvo fantástico en los tableros, anotando, volcando y bloqueando tiros. Fue un animal esta noche”.
Ni hablar del partido que tuvo Jeremy Lin, que mostró la confianza que tanto intentan darle Scott y sus compañeros. El armador terminó con 12 puntos, ocho rebotes y cinco asistencias, y llegaba al cierre del partido con la mano caliente.
“Creo que jugó bien”, dijo Scott. “Jugó inteligentemente. En la primera mitad tuvo un par de errores tontos en cuanto a pérdidas, pero más allá de eso creo que jugó realmente sólido”.
Sin embargo, la jugada final fue diseñada para Bryant, y fue estratégicamente un éxito, más allá del desenlace.
“A mí también me gustan los tiros ganadores”, avisó Lin. “Me gustaría tomar algunos, pero lo entiendo. [Kobe] es el rey de los tiros ganadores”.
El base se explayó al respecto.
“Soy un competidor”, agregó. “Siempre siento que cada uno de los que está en la cancha quiere tomar el tiro ganador. Es la decisión del entrenador. [Kobe] meterá muchos de esos tiros”.
Sin embargo, Scott aclaró que Bryant seguirá siendo el jugador designado en esas situaciones y resumió con pocas palabras su razonamiento.
“Más de 32,000 puntos”, resaltó.