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Lakers decepcionan en el clásico ante los Boston Celtics

LOS ÁNGELES – Un rival inspirado y una falencia conocida condenaron las chances de victoria de los Lakers en el clásico del viernes.

Los pupilos de Byron Scott cayeron categóricamente el viernes ante los Boston Celtics, en gran parte porque nunca pudieron contener a Rajon Rondo. El armador local fue el amo y señor del partido, finalizando muy cerca de un triple-doble y consiguiendo más asistencias (16) por su cuenta que todos los jugadores de los Lakers como equipo (14).

El diminutivo base de los Celtics penetró una y otra vez y creó todo tipo de problemas para la que sigue siendo la defensa menos efectiva de la NBA. Los puntos en la pintura, aquel viejo talón de Aquiles de los angelinos, volvieron a ser la diferencia, y allí Boston anotó 54 de sus 113 unidades.

Los Lakers siguen sin encontrar una respuesta, y el viernes le tocó el turno de lucirse a Tyler Zeller, quien se fue a casa con 24 puntos y 14 rebotes. Su compañero interior Jared Sullinger aportó 17 puntos y 13 rebotes, ilustrando lo que fue un ataque sistemático al corazón de la defensa visitante.

Esta vez ni Kobe Bryant, ni un atinado Jeremy Lin iban a poder contrarrestar una debilidad de tal magnitud. El astro anotó 22 puntos en 21 tiros, y el producto de Harvard aportó otros 14.

Una vez más el tercer cuarto fue el punto de inflexión. Los Celtics lo ganaron 33-22 y se escaparon en el marcador, contrarrestando una muy buena actuación de la banca de los Lakers. El quinteto formado por Ronnie Price, Nick Young, Wayne Ellington, Ed Davis y Robert Sacre logró emparejar el marcador en más de una ocasión, pero esto no alcanzó para suplir la falta de producción de Carlos Boozer y Wesley Johnson. Los suplentes superaron por 45-25 a la banca de los Celtics, pero los titulares locales fueron mucho más.

Los Lakers simplemente no hicieron lo suficiente como para ganar. La batalla de los rebotes fue 54-38 a favor de Boston, que además acumuló más del doble de asistencias que los Lakers. Esto refleja el poco movimiento de balón que tuvieron los angelinos, y se notó incluso en su incapacidad para sacar provecho de las 18 pérdidas de los Celtics.

La derrota le puso punto final a esta mini gira de carretera, en la que los Lakers fueron de mayor a menor, venciendo a Detroit Pistons, jugándole de igual a igual durante gran parte del partido a los Washington Wizards, y cayendo con poca resistencia el viernes en Massachusetts.

Los Lakers ahora volverán a la calidez del sur de California, con la misión de corregir de inmediato algunos de sus fallos. El calendario, como siempre, no espera a nadie, y los New Orleans Pelicans los visitarán el domingo en STAPLES Center.