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Unos renovados Lakers derrotan al mejor equipo del Este

LOS ÁNGELES – Tanto va el cántaro a la fuente que al final se trae una victoria.

Los Lakers volvieron a tener un buen partido, pero a diferencia de otros juegos recientes, en esta oportunidad encontraron suficientes respuestas como para salir vencedores. Lo que lo hace aún más especial es que lo hicieron ante el mejor equipo de la Conferencia Este y uno de los mejores de la NBA.

Los positivos se multiplicaron, y muchos de los avances del equipo en las últimas semanas se repitieron. La ofensiva es motivo de alegría, ya que cuando el balón se mueve como sucedió el domingo, los Lakers cuentan con suficientes opciones como para complicar a cualquiera.

Esto se magnifica cuando Kobe Bryant aprovecha el estilo defensivo del rival para sacar tajada. En esta ocasión el fuerte marcaje abrió espacios en otros lugares de la cancha, y el astro lo aprovechó al máximo.

“Los últimos dos partidos tuvimos muchos problemas de movimiento y espacio, pero el crédito va para [mis compañeros]”, dijo Bryant. “Manejaron el balón con confianza y cuando hacen eso se convierten en muy difíciles de marcar. Eso me permitió desarmar a la oposición”.

El tiempo extra y una irregular actuación defensiva infló algunos de los numeritos, pero varios de los Lakers se hicieron presentes en la planilla. Uno de ellos fue Nick Young, que se reencontró con su tiro y acabó con 20 puntos (5/8 en triples). Este estuvo bien acompañado por Wayne Ellington, Jeremy Lin y Wesley Johnson. Los tres anotaron en dobles dígitos y se tomaron turnos manteniendo la ofensiva a flote.

La explosión ofensiva de los perimetrales se dio también gracias al trabajo que hicieron Jordan Hill y Carlos Boozer. El dúo interior estuvo incontenible, ambos mostrando su ya patentada mezcla de tiros de media distancia y repertorio cerca del canasto.

Sin embargo, el punto de inflexión volvió a llegar en el tercer cuarto. Los Lakers dilapidaron una ventaja de nueve puntos, y parecía que como en partidos pasados, el rival se escaparía una vez que tomaran la delantera. Sin embargo, el equipo mostró temple y nunca se fue mentalmente del partido.

“Creo que fue nuestra compostura”, opinó Scott. “En el entretiempo les dije que el tercer cuarto era nuestro talón de Aquiles, y salieron de la misma manera por alguna razón. Nos atacaron y se volvieron a meter en el partido, pero nos pusimos uno arriba y desde eso punto seguimos. Creo que es el hecho que estuvimos así varias veces. Nos reagrupamos, conseguimos algunas paradas y buenos tiros en ofensiva”.

Lin explicó que esta vez lograron mantener la calma.

“Creo que nos apoyamos en la defensiva”, aseguró. “Nos relajamos un poco, perdimos el flujo pero pudimos retomar control del partido y nos aseguramos de tomarnos el tiempo para tomar buenos tiros”.

El armador resaltó la labor de Jordan Hill, quien sobre el final pudo dejar su marca.

“Creo que hicimos un buen trabajo enfocándonos”, agregó. “Tuvimos un par de paradas defensivas clave, Jordan Hill tuvo una gran tapa y creo que finalmente lo logramos en términos de cerrar un partido”.

Al final, y pese a los 122 puntos permitidos, Byron Scott se fue conforme con las señales de progreso.

“Fue mejor, mucho mejor”, concluyó.