LOS ÁNGELES – El número de victorias no lo refleja, pero estos Lakers son mucho mejores que lo que indica su récord.
El miércoles los dirigidos por Byron Scott superaron a los Memphis Grizzlies, el mejor equipo de la NBA en la actualidad, durante los primeros 24 minutos pero tras un tercer cuarto fatídico, cayeron ajustadamente por 99-93.
“Jugamos extremadamente duro, con mucho esfuerzo y mucha energía, y solo tuvimos un mal vuelco, que fue el tercer cuarto”, resumió Scott. “En el entretiempo les dije que ellos se agrandarían y que tenían que igualarlo, y ellos lo hicieron. Fueron más agresivos defensivamente, nos pusieron contra la pared y esa fue la diferencia en el partido”.
El resultado, sin embargo, vuelve a mostrar una suba de nivel. Los Lakers han limitado a tres de sus últimos cuatro rivales a 101 puntos o menos, una buena señal tratándose de la que hasta ahora es, desde lo estadístico, la defensa menos efectiva de la NBA.
“El mayor enfoque para nosotros es mejorar en el costado defensivo y creo que lo hemos hecho en los últimos cinco o seis juegos”, dijo Scott. “Queremos mantener ese enfoque y esa mentalidad, y sentimos que se está uniendo todo”.
En esta ocasión los Grizzlies acabaron disparando 45.0 por ciento, aunque solo conectaron cinco de sus 22 triples. Además, los pupilos de Dave Joerger acumularon solamente 46 puntos en los primeros dos cuartos, un muy buen logro para este equipo angelino.
“Es frustrante sin importar cuántas veces pierdas un partido parejo”, confesó Kobe Bryant. “Estamos ejecutando mucho mejor. Estamos viendo cosas de las cuales podemos sacar ventaja, y haciendo un esfuerzo a conciencia de perseguirlas y luego hacer ajustes durante el partido”.
En el costado ofensivo, los Lakers fluyeron mucho más en la primera mitad, gracias a un esfuerzo balanceado. Jeremy Lin tuvo las riendas del equipo y lució bien, con mucha decisión y agresividad que le permitieron jugar y hacer jugar. Luego, cuando le tocó el turno a Ronnie Price, el base suplente se aseguró de que no hubiera una merma. Price atacó, defendió y mantuvo la intensidad de un equipo que supo durante los primeros 24 minutos exactamente qué quería hacer.
Todo esto fue posible ya que Bryant se dedicó a crear. El escolta tomó su primer disparo sobre el cierre del segundo cuarto. Scott alabó su manera de leer la manera que los Grizzlies lo defendieron.
“Creo que estaba dejando que la ofensiva haga su trabajo”, opinó. “Tuvimos un muy buen comienzo y no sentí que él pensara que tenía que hacer demasiado, solo ser un creador lo más posible, y cuando tuviera sus tiros, tomarlos. Igual fue agresivo y fue a la línea de tiros libres”.
Bryant terminó con 22 puntos, 10 de ellos desde la línea de los suspiros, en la que estuvo perfecto. Además, sus 35 minutos fueron un poco menos de lo que venía acumulando recientemente, y se lo notó un poco más fresco sobre el cierre del juego.
“En general quería poner cortinas lejos de la bola y hacer que otros se desmarquen”, explicó Bryant sobre su estrategia. “Quería que la defensa tuviera que hacer el ajuste, y una vez que empezaron a dejarme solo para cubrir a otros, entonces empecé a tener oportunidades desmarcado, que tuve varias esta noche”.
Al final los Lakers estuvieron cerca, y sus jugadores lo saben.
“Este fue un partido que definitivamente deberíamos haber ganado”, aseguró Ed Davis. “Nuestra defensa estaba funcionando y ellos son probablemente uno de los mejores equipos de la NBA. Con equipos como ellos no podemos perder”.
Sin embargo, y pese al mal sabor de boca, se empieza a ver la luz al final del túnel.
“Estuvimos en la misma página”, resaltó Jeremy Lin sobre la aptitud defensiva. “Los internos salieron moviendo los pies y los perimetrales hicieron un buen trabajo en el lado débil moviéndose cuando tenían que hacerlo. Siento que fuimos más fuertes esta noche”.