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Lakers prueban el amargo sabor de una oportunidad perdida

LOS ÁNGELES - Todas las derrotas tienen el mismo valor numérico, pero no hay dudas de que algunas duelen más que otras.

El revés de los Lakers el domingo fue uno de esos, ya que los dirigidos por Byron Scott jugaron un gran partido en el costado defensivo y estuvieron muy cerca de sumar su cuarto halago de la temporada.

Después de tanto esfuerzo, irse con las manos vacías es difícil de digerir.

“Obviamente es decepcionante luego de volver de una buena gira de carretera, y teniendo una seguidilla en casa, queríamos ganar el primero, sobre todo ante un equipo que ha jugado bien en Denver pero que pensamos que teníamos una muy buena chance de ganarles el partido”, dijo Scott. “Lo arruinamos, básicamente, al final”.

Los Lakers limitaron a Denver a 37.8 por ciento desde el campo, y a 27.0 por ciento en triples. Además, los angelinos solo permitieron 38 puntos en la pintura, 14 puntos de segunda chance y nueve de contragolpe.

“Estuvimos enfocados, y jugamos el pick and roll como queríamos”, explicó Scott, quien también alabó el esfuerzo de sus pupilos. “Nos ganaron por momentos, con Ty Lawson yendo hacia su derecha donde es peligroso, pero en general creo que hicimos un buen trabajo en comunicarnos y en atraparlo y mandarlo hacia la izquierda”.

Esos números, en cualquier otra noche, hubieran sido más que suficientes, pero una puntería severamente desviada sepultó sus chances de escaparse con una sonrisa.

“Ofensivamente tuvimos muchas buenas chances pero fallamos esos tiros”, agregó el entrenador en referencia a haber terminado 3-24 en triples.

Pese a eso, las mejoras se notaron, sobre todo en la primera mitad en la que solo dejaron que Denver les anote 41 puntos, y en el último cuarto, en los que los limitaron a 14 unidades. Sin embargo, los cañones de los Lakers también se apagaron, y totalizaron 19 puntos en los últimos 17 minutos, entre el cuarto periodo y el tiempo extra.

Eso, en combinación con un Kobe Bryant que volvió a mostrar algunas pistas de cansancio (empezó 7-11 pero falló 10 de sus siguientes 13), y la ausencia del lesionado Carlos Boozer resultaron demasiado para una ofensiva que, si bien ha tenido buenos momentos, tampoco se caracteriza por su potencia.

Los Lakers extrañaron el goleo de Boozer y su reemplazante, Ed Davis, no pudo hacer suficiente en defensa como para compensarlo. Davis solo anotó cuatro puntos y se fue expulsado por seis faltas durante el cuarto periodo. Lamentablemente, su estreno en el quinteto titular estuvo lejos de ser el esperado.

La cara la sacaron Jeremy Lin y Robert Sacre, quienes anotaron 21 de los 36 puntos en un ilusionante tercer cuarto. El armador finalizó con 17, mientras que el pivot se quedó a dos puntos de la marca más alta de su carrera, con 13.

“Sabe jugar”, dijo Bryant sobre Sacre. “Tiene un tiro consistente y puede anotar [en la pintura]”.

Jordan Hill aportó su octavo doble-doble (11 puntos y 14 rebotes), y estuvo bien flanqueado por un sensacional Wesley Johnson (12 tableros), pero poco pudo hacer para que los Nuggets remontaran un profundo déficit en el rebote sobre el final del juego. Allí, con posesiones extra como la que acabó con el triple desmoralizador de Danilo Gallinari, acabaron siendo la diferencia en un encuentro tan cerrado.

“Tiros libres fallados, rebotes ofensivos…creo que tuvieron 14 en el partido”, señaló Scott. “Esas dos lo resumen”.

El entrenador de los Lakers reconoció que no fue el partido más vistoso (112 tiros fallados en total), pero que de haberlo ganado hubiera sido festejado.

“Fue un partido horrible, pero si lo ganas, no es tan horrible”, concluyó.