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Lakers caen junto a un Kobe Bryant sumamente debilitado

LOS ÁNGELES – A veces resulta imposible ganar todas las batallas, y ni hablar de cuando juegas en la NBA desde que eras un adolescente.

El viernes Kobe Bryant se chocó contra una pared, figurativamente, y los Lakers extrañaron a horrores la mejor versión no solo de su mayor anotador, sino del alma y corazón de la franquicia.

A Bryant se lo vio lento, dolorido, errático y falto de tiempo y distancia, y el virus o lo que sea que lo debilitó acabó lastimando de muerte las aspiraciones de los angelinos ante los San Antonio Spurs.

Bryant disparó 1-14 en uno de las peores desempeños de su carrera profesional, y eso estuvo fuertemente conectado a la actuación anémica de la ofensiva de los Lakers, que tiró para 34.8 por ciento desde el campo y anotó apenas 80 puntos.

“No se sentía muy bien”, avisó Byron Scott. “No sé si es un resfrío o qué”.

El entrenador, quien se enteró del tema con el partido empezado, le permitió a Bryant la chance de superarlo. Este se mantuvo en cancha durante 36 minutos, otra marca bastante alta, y finalizó con nueve puntos y seis asistencias, aunque con cuatro pérdidas y una sola canasta encestada.

Bryant fue sincero a la hora de ilustrar la situación.

“No me siento muy bien pero estoy acostumbrado a jugar con eso”, reconoció. “Es difícil, y hoy fue una de esas noches en las que me hace recordar el reto de tener 36 y llevar 19 años”.

El escolta extendió su reflexión, y se lo notó más débil, triste, y vencido que enojado o frustrado.

“El cuerpo no responde, estás enfermo, intentas y solías ser capaz de pelear con eso”, agregó.

Como sabe todo el mundo, Bryant no es ajeno a jugar enfermo, lesionado y más. Después de todo estamos hablando de alguien que se rompió el tendón de Aquiles y volvió a la cancha para ir a la línea de tiros libres antes de abandonar el partido definitivamente.

Sin embargo, los años pasan (y pesan) para todos.

“Diecinueve años, eso es lo que es diferente”, señaló. “Honestamente es una temporada larga, me siento fantástico, pero hoy fue una de esas noches en las que me [pasó factura]. Debo tratar de ver ahora cómo ajustarme para poder responder el llamado y responder al reto”.

Bryant contó que empezó a sentirse débil y “adolorido” durante la mañana. Es por eso que, tras tratar de calentar la mano, empezó a generar ofensiva para sus compañeros, un intento valiente pero que no alcanzó.

“Traté de apoyarme mucho en mis compañeros y al mismo tiempo ser agresivo y tomar mis tiros”, apuntó. “No me pude encender”.

De cara al domingo, ni Bryant ni Scott pudieron o quisieron entregar precisiones. Bryant suele pasar la noche en el gimnasio tras un partido irregular, pero esta vez nada de eso sucederá.

“Debo tratar de descansar un poco”, avisó. “Honestamente no sé, es la primera vez que he enfrentado este tipo de resto en mi carrera”.

Bryant lidera a los Lakers con 35.1 minutos por noche.