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Otra merma defensiva en segunda mitad condena a Lakers

LOS ÁNGELES – Algunas veces la montaña se hace muy cuesta arriba.

Los Lakers batallaron durante los primeros 24 minutos el miércoles ante los New Orleans Pelicans pero se quedaron sin piernas en la segunda mitad y lo pagaron defensivamente.

El 109-102 final no reflejó una diferencia que fue mayor entre ambos equipos, particularmente una vez que los locales empezaron a conectar sus triples y Anthony Davis se apoderó de la duela.

Nuevamente con 10 jugadores disponibles, Byron Scott volvió a estirar los minutos de sus titulares y sufrió la falta de profundidad.

Una penetración de Jeremy Lin, que acabó con volcada de Jordan Hill, puso a los angelinos arriba 46-41 a falta de 3:40 en la primera mitad. Sin embargo, los pupilos de Monty Williams hilvanaron un parcial de 10-0 y el resto fue historia.

Los Lakers no volvieron a estar al frente, y a pesar de un puñado de intentos valientes, los locales se encaminaron tranquilamente hacia su cuarto triunfo de la temporada.

Al igual que el martes ante los Memphis Grizzlies, la defensa de los Lakers se apagó en la segunda mitad y los Pelicans encestaron el 61.5 por ciento de sus lanzamientos en los últimos dos cuartos. Los Lakers, por su parte, apenas superaron el 40 por ciento. Es por eso que la diferencia de 23 puntos que sacó New Orleans a 7:52 del final fue una mejor síntesis de lo que fue el encuentro.

“Hicimos un trabajo terrible defensivamente”, confesó Scott. “Nada funcionó defensivamente”.

Los Lakers cayeron en defensa (Scott reconoció que fue de las peores que ha visto esta temporada), y volvieron a cometer pecados viejos en ataque, pero el cansancio fue real.

Kobe Bryant jugó 36 minutos en un partido que estuvo definido desde temprano, algo aún más preocupante tratándose de su segundo partido en dos noches. Sus 33 puntos llegaron tras 28 tiros, apenas uno menos de los que acumularon entre Hill, Lin y Wesley Johnson.

Si bien el pleno del quinteto titular anotó en dobles dígitos (además de superar los 30 minutos), esto no alcanzó para compensar los fallos en el costado defensivo.

Los Pelicans les asestaron 60 puntos en la pintura (habían sido 52 de Memphis la noche anterior), casi el doble de los 34 de los Lakers. El gran artífice fue Davis, quien se lució con 25 puntos, 12 rebotes, y seis bloqueos. Su influencia maniató a los Lakers en defensa, y en ataque abrió avenidas para que brillaran Ryan Anderson y el resto de los perimetrales locales. Eso explica el 42.1 por ciento en triples logrado.

¿Soluciones? Paciencia y trabajo, según Scott.

El entrenador dijo tras el juego que les dará algunos partidos más a sus dirigidos para ver si pueden ejecutar su sistema defensivo, y de no lograrlo, introducirá modificaciones. Más allá de eso, un frustrado Scott dio a entender que el esfuerzo debe ser mayor.

La próxima prueba no será mucho más placentera, ya que los Lakers regresan al STAPLES Center para medirse a San Antonio Spurs el viernes a las 7:00 p.m. (PT).