featured-image

Lakers dejan buenas sensaciones aún en una nueva derrota

Lakers dejan grandes sensaciones aún en una nueva derrota

LOS ÁNGELES – No nos cansaremos de repetir que las victorias morales no tiene valor en absoluto, pero eso no quiere decir que no se puedan reconocer las obvias mejoras de estos Lakers.

El equipo de Byron Scott le jugó de igual a igual a un equipo ultra competitivo como los Memphis Grizzlies, y con algunos segundos en el reloj hasta tuvo la chance de empatarlo.

Finalmente se perdió, pero las sensaciones son más que positivas.

Los Lakers estuvieron lejos de jugar en su mejor nivel, mostrando algunas de las ya conocidas desatenciones en defensa, y recurriendo demasiado a Kobe Bryant en algunos pasajes.

Sin embargo, el resultado final fue un reflejo de la paridad del encuentro, más allá de que para llegar a eso los angelinos requirieron una remontada furiosa en los últimos seis minutos.

Lamentablemente, el tercer cuarto esta vez fue un quiebre negativo. Los Grizzlies lo ganaron por apenas cuatro puntos, pero marcaron la pauta de lo que sería el resto del camino.

Allí Memphis logró vulnerar la defensa de los Lakers, y estos no pudieron volver a frenarlos. Los dirigidos por Dave Joerger dispararon 58.3 por ciento en la segunda mitad, demasiado para unos laguneros que apenas superaron el 40 por ciento. Allí estuvo la diferencia, que no fue mayor gracias a un Kobe Bryant que volvió a parecer poseído.

“Nos dimos la oportunidad de ganar”, aseguró el escolta. “Eso es todo lo que podemos pedir”.

Bryant terminó con 28 puntos, siete rebotes, seis asistencias y cuatro robos en otra noche de antología, que incluyó ocho puntos en el periodo final pero no el tiro más importante, aquel que falló Jordan Hill y les podría haber dado el empate en los segundos finales.

Scott acabó haciéndose cargo del desenlace de la jugada, una maniobra que según Bryant fracasó por una falla de comunicación.

Pese a eso, y al sabor amargo de la sexta derrota en siete juegos, los Lakers continúan dando pasos hacia adelante.

Carlos Boozer se fue eliminado por faltas promediando el último cuarto, pero aportó 20 puntos, ocho rebotes y fue un arma útil en ataque, y un estorbo efectivo (sobre todo para Zach Randolph) en defensa. Boozer está levantando su nivel y eso le da una dimensión extra a este equipo que, por momentos, carece de muchas variantes.

Hill es otro de los que está en un buen momento, pese a que su tiro de media distancia parece haberlo abandonado. El centro volvió a rellenar la planilla con 13 puntos y 14 rebotes (más dos robos y tres tapas) y de a poco va estableciendo su presencia en el desarrollo de los partidos. Hill y Bryant fueron los únicos que acabaron con un +/- positivo.

Wesley Johnson (15 puntos en 10 tiros) también se lució y ofreció una variante necesaria ante la ausencia de Wayne Ellington, quien estará alejado del equipo por tiempo indefinido debido al fallecimiento de su padre.

“Jugamos muy bien”, resumió Bryant. “Jugando así nos pondremos de vuelta en la contienda”.

Lo que podría sonar a una frase para que sus compañeros no se depriman, tiene bastantes matices de verdad.

Los Lakers perdieron 13 balones, un número aceptable y que solo se tradujo en 17 puntos. Además, una fuerte segunda mitad les permitió igualar la batalla de los rebotes (38-38), e incluso acabaron con más tableros ofensivos que un conjunto que cuenta con Randolph, Marc Gasol y Kosta Koufos. Eso fue el talón de Aquiles en la primera mitad, y con esfuerzo, concentración y decisión dejó de ser un problema en el segundo tiempo.

Como asignatura pendiente quedan las faltas, un recurso al que los Lakers se apegan mucho a la hora de defender. El martes los Grizzlies tuvieron 26 tiros libres, nueve más que los Lakers. Los 52 puntos en la pintura de los locales también es un número difícil de digerir, pero ante Memphis era de esperarse.

Sin tiempo para perder, los Lakers se encaminan ahora hacia New Orelans, donde enfrentarán el miércoles a los Pelicans.